La llegada de Joe Biden a la presidencia de Estados Unidos fue interpretada por muchos migrantes provenientes de México y países centroamericanos como una luz verde para intentar cruzar el río Bravo en busca del sueño americano, lo que ha sumido al país del norte en su mayor crisis fronteriza de los últimos 20 años.
Cada vez más, reporta el diario estadounidense The Washington Post, México se niega a hacer valer la política migratoria acordada con el gobierno de Donald Trump, expresidente que amagó al país con la imposición de aranceles a las exportaciones en caso de no frenar el flujo migratorio, principalmente en la zona sur colindante con Belice y Guatemala, así como asumir una postura de “Tercer país seguro”.
Bajo este acuerdo, Biden esperaba frenar una oleada de familias centroamericanas con destino a Estados Unidos, apunta el diario, pero durante la nueva era demócrata, México ha limitado el número de familias que permite a EU regresar hacia territorio mexicano.
Estados Unidos, ante ello, se ha visto obligado a aceptar la mayoría de solicitudes de asilo, a medida que aumenta el número de detenidos en la frontera: 53 mil en marzo, en comparación con 7 mil 300 en enero.
En el tercer mes del año, las detenciones de indocumentados en EU aumentó casi 71% respecto del pasado mes de febrero.
Funcionarios estadounidenses temen que la negativa de México a aceptar las expulsiones familiares tenga un efecto en cascada, es decir, que a medida que más centroamericanos logran ingresar a EU, sus familiares y vecinos que permanecen en sus lugares de origen decidan hacer el viaje.
Entre las últimas medidas implementadas por el presidente Joe Biden, están el pedir al Congreso invertir 861 millones de dólares en Centroamérica para frenar la inmigración irregular, además de 10,000 millones para ayudar a refugiados y desplazados en todo el mundo, publicó La Silla Rota este viernes.
¿POR QUÉ MÉXICO SE NIEGA A RECIBIR MIGRANTES EXPULSADOS DE EU?
En gran medida, por la saturación de los albergues en ciudades que colindan con Estados Unidos. Las solicitudes de migrantes que buscan refugio en México aumentaron un 31.63% anual en el primer trimestre de 2021, según reveló la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar) de la Secretaría de Gobernación (Segob).
Un ejemplo de ello es el refugio “El Buen Samaritano”, ubicado en Ciudad Juárez, Chihuahua, y utilizado durante la pandemia de covid-19 como centro de cuarentena.
De repente estaba lleno. “No había lugar para cuidar a estas personas”, aseguró al WP el pastor Juan Fierro, dirigente del centro. Así que el personal del refugio arrastró literas a una habitación vacía y la encerró con bancos de madera destartalados. En unos días, el rudimentario centro albergaba a 23 mujeres y niños.
En Tamaulipas, las imágenes son similares. Este 9 de abril, LSR publicó que en la entidad se ha registrado un incremento en el número de migrantes albergados, superior al 60%.
En las inmediaciones de los puentes internacionales de Matamoros y Reynosa, grupos de migrantes duermen en las calles, hacen campamento en las proximidades de los cruces. 60% de quienes buscan de forma ilegal llegar a Estados Unidos son centroamericanos y el 40% son mexicanos.
No obstante, en México se ha mantenido el despliegue de agentes fronterizos, quienes de la mano de elementos de la Guardia Nacional, se han dedicado a detener migrantes centroamericanos que recorren el país rumbo a EU.
Incluso hay más militares en la frontera, deteniendo el cruce de migrantes indocumentados, que combatiendo al narcotráfico, el robo de combustible o atendiendo desastres naturales.
Datos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) señalan que 8 mil 715 elementos de las Fuerzas Armadas están desplegados por toda la frontera sur y norte del país, mientras el gobierno de Estados Unidos informó que acordó con México aumentar aún más el número de tropas.
(djh)