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¿Por qué los niños casi no se enferman del coronavirus?

Hasta este miércoles, el brote ha derivado en la muerte de mil 118 personas, tras la propagación en casi 30 países

Escrito en MUNDO el

El paciente más jóven del coronavirus de Wuhan es un recién nacido al que se le detectó el contagio 30 horas después de llegar al mundo, sin embargo, sólo 10% de los infectados con esta enfermedad son menores de 39 años de edad, mientras que más de la mitad se encuentran entre los 40 y 59 años, refiere un estudio publicado en Revista de la Asociación Médica de Estados Unidos.

Hasta este miércoles, el brote ha derivado en la muerte de mil 118 personas, tras la propagación en casi 30 países. 

Dicho análisis se realizó sobre los registros de pacientes con coronavirus que se encuentran en el Hospital Jinyintan de Wuhan, ciudad que desde diciembre pasado es epicentro del brote.

No obstante, los investigadores aún no encuentran una explicación para el bajo índice de infección en niños. 

"Por razones que no son totalmente claras, parece que los niños o se escapan de la infección o no tienen una infección severa", dijo Ian Jones, profesor de virología de la Universidad de Reading, en Reino Unido, a la BBC.

Lo anterior implicaría que los niños se contagian de una forma más leve de la enfermedad, que puede incluir el no desarrollo de síntomas, por lo que no es considerado necesario que visite al médico o sea hospitalizado, punto en el que coincide Nathalie MacDermott, profesora de la Universidad de Londres.

"Los niños de más de 5 años y los adolescentes tienden a tener sistemas inmunes que están bastante preparados para combatir los virus (...) quizás pueden estar contagiados pero pueden tener una enfermedad mucho más leve o no presentar síntomas de la infección", apunta.

El no representar un riesgo para los niños y niñas es otro aspecto en el que coinciden el brote del coronavirus de Wuhan y la enfermedad conocida como Sars, que también comenzó en China y mató a unas 800 personas, 10% de los casos registrados.

En 2007, expertos de los Centros para el Control de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos, identificaron 135 casos pediátricos de SARS, pero declararon que "no fueron reportadas muertes de niños o adolescentes".

Por otro lado, McDermott expone que una de las razones es que el brote comenzó durante el Año Nuevo chino, período en el cual los colegios estuvieron cerrados, medida que casi todas las provincias chinas mantendrán hasta fines de febrero.

La experta cree que la situación podría cambiar a medida que "la enfermedad se propaga más y hay un mayor riesgo de exposición en la comunidad", pero la rápida propagación de la enfermedad hasta ahora no ha sido acompañada por un aumento en los casos pediátricos.

En tanto, Andre Freeman, experto en enfermedades infecciosas de la Universidad de Cardiff, explica que existe más probabilidad de que los niños tengan algún tipo de inmunidad al coronavirus. 

"También podría ser que las autoridades no estén analizando a niños que no presentan síntomas o que solo presentan síntomas leves", agrega.

Por su parte, Christl Donnelly, experta en epidemiología estadística de la Universidad de Oxford y el Imperial College de Londres, está de acuerdo y cita evidencia de la epidemia de SARS en Hong Kong.

"La conclusión de nuestros colegas fue que en niños pequeños la trayectoria de la enfermedad era menos agresiva, así que resultaron menos afectados", resalta.

Bajo este tenor, corre la teoría de que los adultos con trastornos preexistentes ejercen presión a su sistema inmunológico. Enfermedades como diabetes o trastornos cardíacos, por lo que tienden a ser más vulnerables a este tipo de brote.

"La neumonía (una de las consecuencias del coronavirus) tiende a afectar a los que tienen sistemas inmunes debilitados porque están en malas condiciones de salud o al final de sus vidas (...) esto ocurre con la influenza y otras infecciones respiratorias", explica Ian Jones.

El estudio reciente reveló que casi la mitad de los pacientes analizados en el estudio del Hospital Jinyintan padecían enfermedades crónicas subyacentes.

Todo esto iría en contra de la idea de que los niños son "superpropagadores" de infecciones virales. 

"Ellos transmiten enfermedades respiratorias muy fácilmente, como sabe cualquier persona con niños en una guardería", detalla Jones.

Al respecto, señala que la enfermedad en sí misma podría presentarse menos agresiva en niños que en adultos. 

(diego joaquín)