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‘Millenials’ y ‘Baby Boomers’ definirán elecciones en EU

Millenials y Baby Boomers tienen en sus manos la decisión de quién gobernará EU

Escrito en MUNDO el

Baby Boomers y Millenials decidirán quién ocupará la silla presidencial de los Estados Unidos. Trump no atrae a los Millenials, pero la apatía de estos jóvenes con la política puede equilibrar la balanza.

 

¿Quién definirá las elecciones en Estados Unidos, Baby Bloomers o Millenials?

 

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Baby boomers es el mote que se le da a las personas que nacieron durante el baby boom (término utilizado para definir el fenómeno demográfico durante el período comprendido entre 1946 y 1964). Se caracterizan porque usualmente se encuentran un poco más alejados del manejo de los dispositivos electrónicos, lo cual los convierte en personas que se dejan llevar principalmente por los diarios, la radio y la televisión.

 

El mayor bloque de votación generacional, por mucho, en las próximas elecciones serán los baby boomers, un grupo que apenas está comenzando a dibujar sus primeros beneficios de Medicare y Seguridad Social, el cual no quiere que nadie juegue con esos beneficios.

 

Los baby boomers absorbieron una cantidad de oportunidades económicas sin preocuparse de preservarlas para las generaciones venideras. Quemaron una gran cantidad de combustibles fósiles baratos, llenaron la atmósfera con gases que atrapan el calor, y probablemente nunca pagarán los costos de evitar el catastrófico cambio climático o ayudar a sus nietos a adaptarse a un mundo más cálido. Tomaron el control de Washington en el cambio de milenio, y lo usaron para acumular gran parte de la deuda federal, incluso antes de la Gran Recesión.

 

Si alguien merece pagar más para apuntalar la red de seguridad federal, ya sea a través de impuestos más altos o beneficios más bajos, son los boomers, la generación que nació en uno de los crecimientos de trabajo más fuertes en la historia de EU, engullendo la mejor parte, y dejando a sus hijos y nietos con algunos huesos para roer y un gran proyecto de ley por pagar.

 

 

Los boomers se pusieron a trabajar en un mercado laboral que sus hijos con razón idealizan. La gran mayoría de los estadounidenses encontraba trabajo con un salario suficiente para vivir bien, incluso los que no fueron a la universidad, que por cierto costaban una fracción de los costos de educación más altos de hoy en día, incluso después de ajustar la inflación.

 

Una única fuente de ingresos podría alimentar y proteger a una familia. Los empleados podían esperar razonablemente para crecer dentro de sus empresas y trabajar para alcanzar un peldaño en la clase media. Los ingresos crecieron en todos los ámbitos.

 

A principios de este año, en un documento para la Brookings Institution, el economista Robert Shapiro estudió el camino que siguieron las ganancias de por vida de los estadounidenses que entraron en el mercado laboral en los años 1970, 1980, 1990 y principios del 2000.

 

Él encontró una brecha generacional aguda. La familia típica estadounidense encabezada por alguien que tenía de 25 a 29 años en 1975 vio aumentar su ingreso real en 60%, hasta que alcanzó su punto máximo y comenzó a declinar lentamente antes de la jubilación. Para una casa similar en 1982, los ingresos alcanzaron su punto máximo, con 70% por encima de su punto de partida.

 

A los grupos que vinieron después les fue peor. Los trabajadores que tenían de 25 a 29 años en 1991 vieron la media máxima de sus ganancias 50% por encima de donde comenzaron. Para el grupo del 2001, el pico fue de poco más de 20% más alto. Para estos grupos, el punto culminante llegó mucho antes en su vida laboral que a la generación de la posguerra.

 

Por su parte la generación Millenial, es aquella cuyo nacimiento oscila entre 1980 y 2000. Se caracteriza por ser distante a la política aunque su cercanía a los medios digitales los ayuda a estar más informados acerca de lo que ocurre en el mundo, de manera prácticamente inmediata.

 

En cuanto a los millenials se refiere, es posible que gracias a su descontento con la política actual, no acudan a votar, como ya ocurrió en cuanto al plebiscito colombiano y al Brexit, se refiere, un escenario que en este caso favorecería una victoria del candidato Republicano.

 

Al respecto, asesor de comunicación y consultor político Antoni Gutiérrez-Rubí explicó: “la pregunta es si se van a movilizar o no. Saber si el espectáculo político de esta campaña les anima a participar o, por el contrario, se confirma la desconfianza que tienen en la política institucional”.

 

Según datos del Pew Research Center, sólo 46 por ciento de los jóvenes de entre 20 y 35 años votarán. Aunque vale la pena aclarar que tanto millenials como baby blooms cuentan con aproximadamente 70 millones de votantes cada uno, una cifra que puede ser determinante en las elecciones estadounidenses.

 

Otros eventos

 

Las elecciones en Estados Unidos no serán las primeras este año en las que los jóvenes de veinte y treinta años jueguen un papel determinante. Su baja participación ya fue clave en dos eventos que causaron rupturas políticas y sociales: el Brexit, donde se impuso la opción de que el Reino Unido abandone la UE; por otro lado se encuentra el plebiscito en Colombia, que buscaba ratificar el tratado de paz con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

 

En una reciente visita a México, el Secretario General de la OCDE, José Ángel Gurría, apuntó en rueda de prensa a los millenials como los culpables de ambos “accidentes” por no acudir a las urnas y, en consecuencia, haber beneficiado a aquellos que apoyaban aquellas posiciones más arriesgadas y aventuradas que al final se impusieron.

 

Gutiérrez-Rubí no comparte esa idea y no considera “justo” que se les cargue con una responsabilidad “excesiva” por los errores que han cometido las generaciones anteriores, raíz de su descontento con la política tradicional. De hecho, el asesor piensa que los jóvenes sí tienen interés por la política, pero no por la que han conocido hasta ahora.

 

Según el experto, “la política no es suficientemente atractiva para ellos, pero no es consecuencia de su egoísmo cívico sino de su exigencia cívica; lo cual es muy diferente”, comenta el autor de libros como Snapchat en política y La política en tiempos de WhatsApp.

 

Cómo votaran los millenials

 

Los millenials votaron en las primarias por Ted Cruz y Marco Rubio, entre los republicanos y mayoritariamente por Bernie Sanders, en el lado demócrata. Sus elegidos no eran ni Hillary, ni Trump.

 

Sanders, un septuagenario senador por Vermont, era el candidato que aglutinaba la mayoría del voto millenial y gracias a ellos consiguió disputar a Hillary las primarias del Partido Demócrata a pesar de competir en condiciones económicas y mediáticas desiguales.

 

El equipo de Sanders -quien era prácticamente un desconocido para la política nacional- logró llevar a cabo una exitosa campaña apoyada en las redes sociales, herramientas que alrededor del 90 por ciento de los adultos jóvenes en Estados Unidos utilizan diariamente.

 

El asesor de comunicación política opina que la campaña de Sanders va ser estudiada en el futuro debido a su descentralización y autonomía de los equipos de trabajo, un método que encaja con la mentalidad y estilo de vida millenial.

 

Tras la derrota de Sanders en las primarias, el entusiasmo millenial por los comicios ha decaído considerablemente, aunque parece que el apoyo de esta generación hacia Hillary está aumentando a pocos días de las elecciones, según reveló una encuesta publicada recientemente por USA Today.

 

Según USA Today, la candidata Demócrata recibiría el apoyo de cerca del 68 por ciento de los millenials que acudan a votar, mientras que sólo un 20 por ciento daría su confianza al Republicano, lo que le convertiría a Trump en el candidato conservador con menor porcentaje de voto joven de la historia.

 

Hillary ha apelado continuamente a que los jóvenes voten, lo que le beneficiaría significativamente a su candidatura. Pero le está siendo muy complicado transferir el apoyo que tenía Sanders de este grupo social para su nominación.

 

En opinión de Gutiérrez-Rubí esto se debe a dos motivos:

 

Primero, hay una razón histórica. La que un día fue Primera Dama es vista como una mujer del “Establishment”, ya que tiene fuertes vínculos de relación con las élites políticas y los círculos de poder económico.

 

En segundo lugar, está el estilo de campaña de Hillary Clinton. “Su campaña tiene una organización muy vertical, muy de maquinaria de partido y los millenials se alejan del autoritarismo y de la jerarquía como el agua y el aceite”, comenta.

 

“Hablamos de un grupo joven y dinámico con un estilo de vida que lo acerca en principio a posiciones demócratas, pero veremos si los candidatos independientes recogen ese sentimiento de cansancio que les genera la política institucional o si se movilizan para frenar a Donald Trump”, añadió el experto.

 

Un Reto para el Partido Republicano

 

El más que probable mal resultado de Trump con este electorado presenta un nuevo reto más para el Partido Republicano para captar nuevos votantes en las próximas elecciones, ya que el candidato ha cerrado filas en torno a movimientos populistas y ultraconservadores como el Tea Party.

 

Estados Unidos es un país en el que la mayoría blanca tiene cada vez menos poder electoral, mientras que las minorías afroamericanas e hispanas tienen cada vez mayor peso y hasta ahora votan a candidatos demócratas.

 

A esto se suman las nuevas generaciones que defienden valores más inclusivos y tienen una ideología -como comentaba Gutiérrez-Rubí- más próxima al Partido Demócrata o de apoyo a candidatos independientes como el libertario Gary Johnson o como el ecologista Jill Stein.

 

El comunicólogo no piensa que el apoyo millenial a candidatos independientes ponga fin al bipartidismo en Estados Unidos, un sistema muy “arraigado” en la cultura del país. Sin embargo, no descarta que se pudiera producir una ruptura en el electorado Republicano si el partido mantiene el giro a posiciones más conservadoras en futuros comicios.

 

“El Partido Republicano se enfrenta a un desafío demográfico y cultural muy fuerte y de eso forman parte los millenials, que tienen un mundo de relaciones más elástico, más abierto con las minorías”, explicó”.

 

Por lo anterior, el voto de ambas generaciones sin duda definirá al próximo presidente de los Estados Unidos el 8 de noviembre.

 

Con información de Altonivel.com

 

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