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Mexicano en Beirut: “si salimos 10 minutos antes, estamos en el lugar”

Giovanni Gálvez cuenta que no escuchó la explosión pero sí un zumbido antes de sentir la onda expansiva de la explosión de nitrato de amonio

Escrito en MUNDO el

“Si hubiéramos salido 10 minutos antes, hubiéramos estado en el lugar de los hechos”, cuenta Giovanni Gálvez, mexicano que se encontraba en el Líbano durante la explosión en el puerto de Beirut, y quien se dirigía en auto a su casa junto con sus amigos al momento del siniestro. 

El saldo, hasta ahora, es de 100 muertos y más de 4 mil heridos, según información de la Cruz Roja.

En entrevista para Alma Saint Martín y Alejandro Cacho en El Heraldo, el mexicano asegura que estaban a varios kilómetros de la explosión cuando se percataron del humo, sin embargo no escucharon un estruendo, sino que un zumbido invadió sus oídos aun cuando las ventas del vehículo estaban cerradas. 

“Fue algo raro para nosotros, luego volteamos y vimos este humo rosa”, narró.

Posteriormente sintieron la onda expansiva que se observa en los videos que circularon en redes sociales al viralizarse la tragedia. 

Tanto él como sus compañeros no se percataron de lo ocurrido sino hasta que arribaron a su destino y observaron a varias personas ensangrentadas y severamente heridas.

“No supe qué hacer”, comentó, al decir que el primer pensamiento que les cruzó fue el de que se trataba de un atentado terrorista. 

Horas después fue que las autoridades dieron a conocer la versión de la explosión de nitrato, por lo que se recomendó a la población no salir de sus casas por la alta toxicidad en el ambiente. 

“Pensamos que eran fuegos artificiales”

Érika y Francisco, pareja de esposos y mexicanos que viven en Beirut, aproximadamente a 10 kilómetros del epicentro de la explosión, narran que al principio creyeron que se trataba de fuegos artificiales, los cuales son comunes en la región ante alguna festividad religiosa como bodas o funerales.

La mujer fue quien más resintió la onda expansiva. “Me sorprendió un segundo estruendo. Mis oídos se taparon, entendí que eso no era normal y fui con mi esposo al cuarto de nuestros hijos”, narra para Sergio Sarmiento y Guadalupe Juárez en El Heraldo Radio. 

Por la magnitud la explosión, “pensamos que había sido en el barrio pero no, después vimos las noticias y nos enteramos de la gravedad de la situación”, agrega Érika.

Francisco detalló que frente a su casa, ubicada en un área montañosa que tiene una altura cercana a los 300 metros sobre el nivel del mar, se encuentra un cerro que cubre la vista del puerto, “pero aún así se sintió la onda expansiva”, comenta y agrega que en su vivienda no se rompieron vidrios como en las zonas más cercanas a la explosión u otro tipo de destrozos. 

No obstante, tiene amigos y conocidos quienes perdieron sus casas y/o centros de trabajo, como una mujer que trabajaba en un hospital afectado.

“Líbano atraviesa una situación muy difícil”, dijo al solicitar cualquier tipo de ayuda humanitaria tras la catástrofe.

“Parecía un terremoto”

Amir Kadi, ciudadano colombiano en Beirut, comparó, también para Sergio y Lupita, a sensación de la explosión con la que se experimenta durante un terremoto, además de que con la onda expansiva sintió una presión muy fuerte en los oídos.

En su casa, ubicada a 8-9 kilómetros de la explosión, sí se rompieron las ventanas, cuenta.

“Pensamos que había sido un bombardeo, entré en twitter y vi que ocurrió lo que todos sabemos”, narra el colombiano, quien recordó que en 2018, cerca de su casa, se lanzó un RPG (una granada propulsada por un cohete) que mató a una persona.

“Con el tema del coronavirus, nadie sabe qué hacer”, agrega al ser cuestionado sobre brigadas de ayuda para atender a los heridos. 


(djh)