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Merkel se despide; rebasa oposición a su partido

Los resultados muestran al partido con una ventaja de menos de dos puntos:; los socialdemócratas deben asociarse con otros partidos para formar un gobierno

Escrito en MUNDO el

Los alemanes han votado por el cambio: el Partido Socialdemócrata ha vencido a la Unión Demócrata Cristiana de la canciller Angela Merkel por el estrecho margen de 1,6 puntos porcentuales, según los resultados oficiales preliminares. La agencia electoral federal alemana publicó los resultados a las 4:30 a.m. hora local.

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El resultado cerrado significa que los socialdemócratas, con solo el 25.7 por ciento de los votos, deben unirse con otros partidos para formar un gobierno. Y en la compleja ecuación que se puede requerir en Alemania para formar un gobierno, es posible que si el partido ganador no logra que otros se unan, el partido que quedó en segundo lugar podría terminar liderando el país.

Podría llevar semanas, si no meses, de regateo para formar una coalición, dejando a la mayor democracia de Europa suspendida en una especie de limbo en un momento crítico en el que el continente todavía está luchando por recuperarse de la pandemia y Francia, el socio de Alemania en el centro de Europa. enfrenta elecciones divisivas propias la próxima primavera.

Las elecciones del domingo marcaron el final de una era para Alemania y Europa. Durante más de una década, Merkel no solo fue la canciller de Alemania, sino la líder de Europa. Condujo a su país y al continente a través de sucesivas crisis y, en el proceso, ayudó a Alemania a convertirse en la principal potencia de Europa por primera vez desde la Segunda Guerra Mundial.

Los vítores estallaron en la sede del Partido Socialdemócrata cuando se anunciaron las urnas a pie de urna el domingo por la noche. Poco tiempo después, los seguidores aplaudieron y corearon “¡Olaf! ¡Olaf! " cuando Olaf Scholz, su candidato, subió al escenario para dirigirse a la multitud.

La gente marcó la casilla para el S.P.D. porque quieren que haya un cambio de gobierno en este país y porque quieren que el próximo canciller se llame Olaf Scholz

Los colegios electorales de Alemania quedaron abiertos desde las 6:00 de la mañana (hora local) de este domingo para proceder a los comicios generales en este país, el de mayor peso demográfico de la Unión Europea (UE), y que trazarán el fin de la "era de Angela Merkel", tras 16 años en el poder.

ASÍ VAN LAS ELECCIONES

Hasta la tarde de este domingo, la ventaja del Partido Socialdemócrata (SPD) en las elecciones se estabiliza y según la última proyección de las televisiones públicas alcanza 1.8 puntos.

El SPD obtiene un 25.9 por ciento frente el 24.1 del bloque conservador formado por la Unión Cristianodemócrata (CDU) y su ala bávara la Unión Socialcristiana (CSU).

Para la formación de Gobierno será clave cuál de los dos partidos que están al frente pueda llegar a un acuerdo con Los Verdes, que alcanzan un 14.7 por ciento, y el Partido Liberal, con un 11.5 por ciento.

Tanto el candidato socialdemócrata, Olaf Scholz, como su rival conservador, Armin Laschet, han declarado su disposición a intentar formar una coalición de Gobierno.

La CDU/CSU tuvo el peor resultado de su historia mientras que el SPD subió más de 5 puntos con respecto a las elecciones de 2017.

La ultraderechista Alternativa por Alemania (AfD) volvió a entrar en el parlamento con un 10,4 por ciento.

La Izquierda alcanza un 5,0 por ciento, justo en el borde del umbral para entrar en el parlamento.

Sin embargo, ese partido puede obtener representación parlamentaria aunque se quede por debajo del 5,0 por ciento si logra ganar tres mandatos directos.

Durante el transcurso de las elecciones, el candidato de la CDU/CSU, Armin Laschet, reconoció que no podía estar satisfecho con el resultado, se declaró dispuesto a formar Gobierno y lanzó un mensaje a Los Verdes diciendo que se necesitaba hacer más en lo relativo al cambio climático.

"Lo haremos todos por formar un Gobierno liderado por la Unión. Alemania necesita una coalición de futuro que lidere nuestro país. En la protección del clima y en las finanzas tenemos la responsabilidad de hacer más por las futuras generaciones", dijo.

Scholz se dio como ganador de las elecciones, y aseguró que "los ciudadanos y ciudadanas quieren un cambio de Gobierno y que el próximo canciller se llame Olaf Scholz".

No obstante reconoció que los resultados tan ajustados permiten adelantar que esta "será una noche larga" hasta que se consoliden con nuevas proyecciones de voto. 

LA ERA MERKEL 

Los años de Angela Merkel se han caracterizado por la necesidad de hacer frente a diversas crisis y por aplicar una "política de pequeños pasos", de la que ella habla ya en su primera declaración en 2005, cuando llega al poder.

El gobierno de Merkel ha superado una serie de situaciones complicadas, desde la económica hasta la sanitaria que se vive actualmente. Sin embargo, explica el medio The Economist, ha dejado varias áreas descuidadas, tanto a nivel nacional como internacional.

Ahora que Merkel tomó la decisión de retirarse, los “signos de abandono” son evidentes en el país europeo, que solamente se ha salido con lo suya debido a que es próspero y estable.

Estas son algunas de las áreas más marcadas, para bien o mal, por la era de Angela Merkel.


AUMENTO DE LA EDAD DE JUBILACIÓN

La primera gran coalición de Merkel aprueba el aumento paulatino de la edad de jubilación hasta los 67 años, una reforma que Merkel presenta como el comienzo de muchas otras que considera "imprescindibles" en el sector sanitario, en el mercado laboral y en la tributación de las empresas.

Sin embargo, ese plan queda truncado ante la necesidad de hacer frente a crisis puntuales.

The Economist asegura que el problema interno más grave de Alemania es la incapacidad de reformar su sistema de pensiones. Recuerda que los alemanes están envejeciendo rápidamente y que los llamados “baby boomers” supondrán una carga aún mayor para el presupuesto a finales de esta década, cuando se jubilen.


MANEJO DE LA CRISIS FINANCIERA

La crisis financiera de 2008 es el primer gran reto de la era Merkel: anuncia que el estado garantiza que los depósitos de los ahorradores estén a salvo, para evitar que se cree un pánico que lleve a los ciudadanos a vaciar sus cuentas.

Paralelamente, de cara a las repercusiones de la crisis en la economía real, crea estímulos para los consumidores y herramientas para evitar el aumento del desempleo, que durante la era Merkel tenderá permanentemente a la baja en Alemania.


ABANDONO DE LA ENERGÍA ATÓMICA

En 2009 el segundo Gobierno de Merkel decide dar marcha atrás al plan de abandono de la energía nuclear, que había fijado la coalición roji-verde presidida por Gerhard Schröder.

Sin embargo, tras la catástrofe de Fukushima, Merkel da un viraje radical y vuelve al plan inicial, en contra de la postura de los liberales y de parte de su partido.

"Fukushima ha cambiado mi visión de la energía nuclear", dijo en ese entonces.

The Economist explica que Alemania ha sido lenta en cuanto al cambio climático y que sigue emitiendo más carbono por habitante que cualquier otro gran país de la Unión Europea, a lo que “no ha contribuido el cierre de la industria nuclear alemana por parte de Merkel”.


EL COMIENZO DE LA CRISIS GRIEGA

La crisis griega pone a Merkel ante un nuevo reto: inicialmente dice que Grecia debe salir de la crisis sin ayuda pero luego acepta los fondos de rescate como algo "sin alternativa".

Mientras que en Europa a Merkel se le critica por imponer una política de austeridad, en Alemania, desde la derecha, se le reprocha haber aceptado la creación de los mecanismos de rescate. En 2013 Merkel tuvo su mejor resultado electoral.


EL SALARIO MÍNIMO INTERPROFESIONAL

Bajo su gobierno se crea el salario mínimo interprofesional, que antes no existía en Alemania. Se llega al compromiso de que el monto del salario mínimo interprofesional, actualmente 9.60 euros por hora, no lo fijará el Gobierno sino una comisión independiente.


LA CRISIS DE LA DEUDA Y EL RECHAZO A LOS EUROBONOS

La crisis griega se agudiza y termina afectando prácticamente a todo el sur de Europa pero el Gobierno de Merkel rechaza una fórmula propuesta por muchos: la emisión de deuda común.

Berlín insiste en vincular las ayudas del fondo de rescate a condiciones, como la realización de reformas que implicaban recortes sociales, que crean resistencia en los países afectados, sobre todo en Grecia.

Mientras que en Europa a Merkel y a su ministro de Finanzas, Wolfgang Schäuble, se les tacha de inflexibles en Alemania sus críticos consideran que aceptar paquetes de rescate ya es demasiado.

“En Europa, donde la influencia alemana es más importante, la reticencia de Merkel a ejercerla ha sido especialmente decepcionante”, critica The Economist, señalando que la Unión Europea “no ha afrontado suficientemente la debilidad de sus endeudados países del sur”.


LA CRISIS DE LOS REFUGIADOS

Merkel decide, sin consultar a sus socios europeos, acoger a los refugiados que llegan a Europa en 2015, en una decisión que genera escisiones dentro de los conservadores y que capitaliza la ultraderecha, con un discurso islamofóbico y racista.

Merkel no logra crear un mecanismo para el reparto de refugiados en Europa y, pese a que la apuesta humanitaria es bien recibida en Alemania al comienzo, la reacción conduce al fortalecimiento de la ultraderecha.


LA PANDEMIA, EL ÚLTIMO RETO Y EL FIN DEL TABÚ DEL NO A LA DEUDA COMÚN

El surgimiento de la pandemia se convierte en el último reto de la era Merkel; al comienzo logra, sin muchas restricciones y sin un confinamiento estricto, ciertos éxitos en la política de contención pero la segunda y la tercera ola golpean con mucha mayor fuerza al país.

Y rompe el tabú del endeudamiento conjunto de los socios de la Unión Europea al apoyar el multimillonario paquete de apoyo a la recuperación pospandemia. 


ACV