Francia vive las elecciones presidenciales más peculiares de su historia, pues tras haber eliminado a los partidos tradicionales en la primera ronda y con la abstención como una de las claves de la jornada, Emmanuel Macron y Marine Le Pen luchan por la presidencia de la República, pudiendo ser o el presidente más joven y defensor de la Unión Europea (Macron) o la primera mujer que ocupe el máximo cargo con una política de extrema derecha y un programa antiinmigración (Le Pen).
Según apuntan, medios suizos y belgas, Macron es ganador con el 60 por ciento de los votos. El diario 'Le Soir' y la televisión francófona RTBF en sus versiones digitales, estiman que Macron se impondría con una ventaja "amplia" a la ultraderechista. 'Le Soir' cita como fuente los sondeos a pie de urna realizados por cuatro institutos estadísticos diferentes y de acuerdo a dichas estimaciones, también habría un "número importante" de votos blancos o nulos.
En Suiza, los diarios 'La Tribune de Génève' y '24 Heures' apuntan en sus ediciones digitales a que Macron sería el ganador de la segunda vuelta con entre el 62% y el 64% de los votos. Ambos diarios basan sus estimaciones en las primeras indicaciones de tres institutos de sondeos, pero hasta el momento no han publicado el porcentaje que habría obtenido Le Pen.
En Francia, una ley de 1977 prohíbe la difusión de sondeos relativos a las elecciones presidenciales desde el viernes a medianoche hasta el domingo a las 20 horas (18.00 GMT), en que cierran los colegios electorales.
Las campañas presidenciales para elegir al quinto presidente de la República ha estado envuelta de múltiples acusaciones de corrupción, ‘fake news’, ataques informáticos contra En Marche! (el movimiento de base del socioliberal) y debates televisivos convertidos en luchas a navaja que han polarizado completamente al país.
Macron, “el candidato antídoto”
Entre aclamaciones y vítores en la turística Le Touquet, acompañado por su esposa Brigitte y un grupo de vecinos, el socioliberal Emmanuel Macron depositó su voto. El candidato, consciente de que la victoria augurada por todas las encuestas se debe más que a su programa político, a la necesidad del electorado francés de evitar a toda costa que la líder del Frente Nacional, Marine Le Pen, ocupe el Elíseo, y por ello se le ha considerado como “el candidato antídoto”.
Para un amplio grupo de franceses, Macron carece de un enfoque político sustancial necesario para acometer los complejos problemas económicos y sociales que atraviesa el país.
Uno de los temas primordiales en estas elecciones ha sido el desempleo ya que ocupa el 10.1 por ciento, lo que significa que uno de cada cuatro franceses menores de 25 años no tiene trabajo. Ante tal situación, Macron ha prometido reducirlo al 7 por ciento.
Entre sus propuestas para revitalizar la economía nacional destaca la eliminación de 120 mil empleos públicos, un recorte al gasto público de 60 mil millones de euros e inversiones billonarias.
Los dos candidatos despiertan recelos en amplios sectores de la sociedad francesa después de que el bautizado como “frente republicano” (izquierda y conservadores) creado para contener a Le Pen recibiese su golpe de gracia, asestado por el propio Macron.
¿Puede Rusia influir en las elecciones de Francia?
Putin calculó que sería el dinero, unido al ascenso del populismo en Europa, lo que alzaría a ‘su’ candidata al Elíseo. Una Francia dirigida por la ultraderechista resquebrajaría la UE
Queda por ver cómo encarará el socioliberal, si es elegido presidente, el extendido sentimiento anti europeista. El 40 por ciento del voto en la primera ronda se descantó por dos candidatos para quienes el euroescepticismo es una característica definitoria: Marine Le Pen y Jean Luc Mélenchon. En política exterior, el líder de En Marche! se opone a cualquier acercamiento con Rusia, al contrario que su rival, quien se reunión recientemente con Vladimir Putin en Moscú. Cuando los bancos e instituciones francesas cerraron el grifo al Frente Nacional, el Kremlin se convirtió en su principal apoyo financiero a través de la ya desaparecida entidad First Czech Russian Bank (FCRB).
Mientras una gran proporción del electorado considera a Macron como el menor de los males, los analistas advierten de que su probable victoria no significará el fin del inquietante auge del Frente Nacional. Si Le Pen encaja hoy una derrota estrepitosa, se recordará su mala campaña y el supuesto “techo de cristal” de la formación que lidera.
Con información de El Confidencial