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Medio ambiente, seguridad y economía, temas del G7

Mientras el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, pidió controlar situación global, el americano Trump fue contra inmigrantes

Escrito en MUNDO el

El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, y de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, pidieron hoy a los líderes del G7 unidad a la hora de abordar los problemas internacionales para evitar que la situación mundial se descontrole.

Los líderes de la Unión Europea que participan en la cumbre del G7 que comenzó hoy en la ciudad siciliana de Taormina apelaron a la unidad de sus socios (Estados Unidos, Japón, Canadá, el Reino Unido, Francia, Italia y Alemania) en una de las reuniones con más incertidumbre y división de los últimos tiempos.

"No hay duda de que está será la cumbre del G7 más desafiante en años. No es ningún secreto que los líderes que se reúnen hoy a veces tienen posiciones muy diferentes en temas como el cambio climático y el comercio", admitió Tusk nada más comenzar la rueda de prensa previa a la reunión que ofreció junto a Juncker.

La cumbre está marcada por las dudas sobre la postura que adoptará EEUU en estas dos áreas, dado que la Administración del presidente estadounidense, Donald Trump, no ha decidido si ratificará el Acuerdo del Clima de París y no ha aclarado si suscribirá la tradicional condena al proteccionismo del G7.

En este contexto, el objetivo de la UE es "hacer todo lo posible para mantener la unidad del G7 en todos los frentes", dijo Tusk.

Sin embargo, la llamada de los líderes comunitarios se centró en pedir acciones conjuntas en materia de política exterior, en concreto para mantener las sanciones a Rusia por su actuación en el conflicto en Ucrania, y responder ante la guerra en Siria, el lanzamiento de misiles balísticos por parte de Corea del Norte y la militarización del mar del Sur de China.

"Si nuestro grupo no está lo suficientemente determinado y unido, la situación en el mundo podría realmente irse de las manos", incidió Tusk.

El político polaco insistió especialmente en la necesidad de que el grupo de las siete democracias más industrializadas del mundo mantengan las sanciones que impusieron a Rusia en 2014 después de que esta se anexionase la península ucraniana de Crimea, lo que también le valió la expulsión de este foro, antes conocido como G8.

"Desde nuestra última cumbre en Japón, no hemos visto nada que justifique un cambio en nuestra política de sanciones hacia Rusia", dijo Tusk, quien insistió en que deben implementarse completamente los Acuerdos de Minsk sobre el alto el fuego en el conflicto en el este separatista de Ucrania.

La llamada llega después de que Tusk admitiese este jueves, tras reunirse con Trump en Bruselas, no estar seguro de compartir la misma opinión que ese mandatario sobre Rusia, país con el que la nueva Administración de Washington mantiene una relación de momento más distendida que la de sus predecesores.

El político polaco se declaró "menos optimista" y "quizás menos sentimental" que Trump en su opinión sobre las intenciones del presidente ruso, Vladímir Putin, pero señaló que en cuanto al conflicto de Ucrania, EEUU y la UE están en la misma línea.

"Es realista que podamos continuar con nuestra política actual hacia Rusia", dijo.

El presidente del Consejo Europeo también señaló que Rusia, así como Irán, tienen una "responsabilidad especial" en la guerra de Siria por su apoyo al régimen del presidente sirio, Bachar al Asad, y llamó a esos países a "utilizar su influencia para conseguir un alto al fuego real", en lugar de "gastar su tiempo".

En materia de lucha contra el terrorismo, otro de los temas que el G7 discutirá en sus sesiones de trabajo de hoy, Tusk afirmó estar "impresionado" por la "exigencia y firmeza" de Trump.

"Estoy totalmente de acuerdo con él en que la comunidad internacional, el G7, EEUU, la UE, deberían ser incluso brutales frente al terrorismo y el (grupo yihadista) Estado Islámico", dijo.

En la conferencia de ambos líderes, sin embargo, no se habló de clima y escasearon las menciones al comercio, asunto espinoso de las relaciones entre Washington y Bruselas que mantienen en suspenso la negociación de su acuerdo de libre comercio (TTIP).

Juncker se limitó a defender que el G7 debe poner la "justicia" en el centro de su trabajo para atajar la preocupación de quienes se sienten perdedores de la globalización, y subrayó que esto está principalmente ligado al comercio internacional.

Bruselas quiere transmitir en mensaje a sus socios de que el comercio, además de libre, debe ser justo.

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