Aunque las amenazas medioambientales a las que nos enfrentamos en la actualidad son infinitamente complejas y tienen un alcance mundial, todavía podemos salvar a nuestra naturaleza.
Para ello sería necesario tomar en cuenta estas enseñanzas con las que podríamos mejorar nuestra relación con la naturaleza.
¿Qué debemos hacer?
Es preciso aplicar la ciencia y la investigación para estudiar temas fundamentales como la salud y la agricultura, presentar soluciones y defender la utilidad de la naturaleza.
La colaboración con las comunidades locales y la protección de sus derechos, valores y tradiciones en un concepto "biocultural" debe ser un aspecto cada vez más fundamental de las estrategias de conservación y las políticas públicas contemporáneas.
La investigación científica práctica el trabajo con las comunidades locales, la interacción entre espacios paisajísticos, la colaboración transfronteriza y la innovación en la financiación son factores esenciales para mantener la vida en el planeta y la salud de los sistemas naturales que sustentan la actividad empresarial.
Cambio de planteamientos tradicionales
Las empresas pueden comprometerse con la naturaleza estableciendo objetivos de reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero basados en la ciencia y preparándose para establecer objetivos para otros sistemas naturales, así como gestionando los riesgos relacionados con el agua y evaluando las repercusiones y dependencias que afectan al capital natural.
Las empresas pueden proteger y recuperar la naturaleza evitando la degradación y conversión del suelo, invirtiendo en paisajes productivos y promoviendo cadenas de suministro éticas en la agricultura y la silvicultura.
Al margen de todas estas medidas, también tenemos que transformar nuestros sistemas económicos y de gobernanza, cambiando las reglas del juego que alimentan la búsqueda de crecimiento sin control y el constante aumento del consumo de materiales.
Con información de World Economic Forum.
(María José Pardo)