Las iglesias evangélicas son un problema de seguridad nacional porque están poniendo en jaque la democracia, están trabajando activamente a favor de la corrupción, dice Santiago Gamboa en su nueva novela negra.
En su última novela llamada “Será larga la noche”, el autor colombiano Santiago Gamboa muestra la Colombia del “posconflicto” con un proceso de paz en marcha, además expone la vieja violencia, los nuevos retos que enfrenta, como la creciente influencia y poder de las iglesias evangélicas en la vida política.
BBC Mundo entrevistó a Gamboa tras su regreso a la novela negra con este nuevo título en el que habla de los conflictos sociales en Colombia y América Latina.
Las iglesias evangélicas en Colombia es un tema del presente y ya no es exclusivo de Colombia
Gamboa asegura que "ya no es como pasaba antes, que Colombia era el único país que tenía guerrilla y mucho antes era el único país que tenía narcotráfico... Ahora Colombia se ha ‘modernizado’ un poco en sus conflictos, porque el problema de las iglesias evangélica atraviesa todo el continente, desde Estados Unidos hasta Chile. También en África”
“Esas iglesias están poniendo en jaque la democracia”, agregó.
"Ya vimos lo que pasó en Brasil, donde se eligió prácticamente a un fascista con el apoyo de las iglesias evangélicas. Es el caso en Estados Unidos con Trump...".
México
Santiago también detalla en su libro que las iglesias evangélicas apoyan al presidente Andrés Manuel López Obrador porque su esposa pertenece a una de ellas. Lo que me hace pensar que esas iglesias están con el poder, no importa que sea de izquierda o de derecha.
Es un problema, pues, no solo de Colombia, sino de toda la región
"Acabamos de ver en las elecciones colombianas de alcaldes y gobernadores cómo las iglesias evangélicas en muchísimas regiones vendían directamente los votos de sus feligreses a los caciques políticos locales".
?Las iglesias evangélicas son un problema de seguridad nacional porque están poniendo en jaque la democracia, están trabajando activamente a favor de la corrupción
MJP