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"Las colas de hambre" que ha provocado el covid en Madrid

Hasta el momento, el número de personas sin trabajo ya asciende a 3.8 millones

Escrito en MUNDO el

La fuerte crisis económica desatada por la pandemia del coronavirus está causando estragos en España, donde más de 548,000 empleos se han volatilizado de la noche a la mañana.

Hasta el momento, el número de personas sin trabajo ya asciende a 3.8 millones y al menos cuatro millones se han visto afectados por regulaciones temporales de empleo, lo que significa que, a pesar de las ayudas decretadas por el gobierno de Pedro Sánchez, en muchos casos sus salarios se han visto reducidos en un 50-80%.

Como es el caso de Julián, un madrileño de 37 años que, contó a la BBC Mundo que tardó tan sólo cinco minutos en convertirse en pobre.

"Me gano la vida desde hace años dando clases particulares de inglés y de francés. Daba unas 35 horas de clases a la semana y, a 15 euros (US$16) la hora, me sacaba unos 2,000 euros (US$2.180) al mes", explicó Julián.

Pero entonces llegó el coronavirus y el gobierno decretó el estado de alarma. Empezaron a llegarme mensajes y correos electrónicos de mis alumnos diciendo que cancelaban las clases. En cinco minutos, todos mis ingresos se habían esfumado

Por eso, desde hace cinco días, va cada mañana al comedor social Ave María, en pleno centro de Madrid, gestionado por la Real Congregación de Esclavos del Dulce Nombre de María.

Hago la fila y me dan la comida. No me preguntan quién soy, y por eso vengo aquí, porque no paso tanta vergüenza como la que tendría que pasar en otro sitio y porque además el lugar queda lejos de donde vivo

Otro caso es el de Natividad, quien es voluntaria de la parroquia de San Juan de Dios, en el barrio de la UVA de Madrid, uno de los más castigados de la capital española por la pobreza y la marginación.

Ella ha repartido muchas veces comida a los necesitados, pero ahora, por primera vez, es ella la que hace la fila para que le den algo que llevarse a la boca para ella y sus dos hijos.

Trabajaba limpiando casas. Y cuando comenzó el confinamiento, mis patronas me dijeron que dejara de ir. El primer mes, aunque no acudí, me pagaron. Pero el segundo ya no. Y en casa el único dinero que entra es el que yo gano, por eso estoy aquí

Y así, miles y miles de historias. Miles y miles de personas que de un día para otro se han visto abocadas a la penuria absoluta por culpa del virus microscópico llamado SARS-CoV-2.

(María José Pardo)