A tres meses de asumir su cargo como presidente de Estados Unidos, Joe Biden ya no está haciendo entrevistas de noticias por cable, los tuits de su cuenta son limitados y, cuando llegan, inimaginablemente convencionales.
Asimismo, los comentarios públicos están en gran parte escritos. Biden ha optado por menos entrevistas sentadas con los principales medios y reporteros, esa es la doctrina de los medios de comunicación de la Casa Blanca del presidente estadounidense: menos puede ser más, dice Politico.
Por eso, Biden ya sólo ha tenido una conferencia de prensa importante, aunque se avecina otra, y prefiere los comentarios directamente a la cámara para los momentos clave.
La Casa Blanca se está apoyando más en los funcionarios del gabinete para llegar a las audiencias que no sintonizaron su último evento Rose Garden.
Es el juramento hipocrático para comprometerse con el cuarto poder. Y si significa críticas de la prensa y de los oponentes sobre la disponibilidad de Biden, que así sea.
“Nuestra estrategia de comunicación se basa en la innovación en el espacio digital, inundando la zona de prensa regional y de coaliciones, y utilizando de manera eficaz los medios nacionales tradicionales. Él es el presidente, tiene mucho en su plato. Tenemos personas que se despliegan todos los días en diferentes medios para amplificar su mensaje ”, dijo a Politico la subdirectora de comunicaciones Kate Berner.
No permitimos que su horario sea un factor limitante para nosotros. Usamos el gabinete, son expertos en su campo. También tienen audiencias con las que pueden hablar de forma única
NUEVA ERA EN EU
Durante la campaña, el equipo de Joe Biden se vendió como un regreso a la calma.
Su estrategia, es una desviación vertiginosa de los cuatro años del presidente Donald Trump, quien fue su propio sustituto y aspirante a editor de asignaciones, que tuiteó cambios en la política y llevó la relación típicamente adversaria con la prensa a una guerra total, asegura Politico en su texto.
De igual forma, Politico considera que el enfoque de Biden también es marcadamente diferente al de su exjefe Barack Obama.
Pues en 2009, Obama se convirtió en el primer presidente en funciones en aparecer en un programa de entrevistas nocturno y, al final de su presidencia, la administración comenzó a explorar formas nuevas e innovadoras de llegar más allá del cuerpo de prensa de la Casa Blanca para transmitir su mensaje.
En este sentido, dentro de la Casa Blanca, existe la creencia de que Biden se puede utilizar mejor como un jugador destacado que llega en los grandes momentos cuando es necesario restablecer la narrativa de la prensa o impulsar una política importante. Sin embargo, no siempre las cosas han salido según lo planeado; en ocasiones, la Casa Blanca ha tenido que retroceder o aclarar los comentarios que Biden ha hecho en las entrevistas que ha concedido.
Por lo que esta estrategia es una continuación de la estrategia de campaña, especialmente durante las elecciones generales, basada en la idea de que una exposición excesiva no necesariamente redundó en su beneficio.
Esa mentalidad, recordó Politico, provocó críticas de la prensa y del entonces presidente Trump, quien estaba haciendo conferencias de prensa diarias sobre la covid-19 mientras su oponente transmitía en gran parte desde su casa en Delaware. Pero los ayudantes de Biden creían que la simplicidad y la moderación era el mejor enfoque y ganó las elecciones.
MJP