Una mujer estadounidense fue despedida de su trabajo por hacer una seña obscena al presidente Donald Trump.
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Juli Briskman, de 50 años, se desarrollaba como ejecutiva de marketing en la empresa Akima y perdió su empleo luego de ser captada por un fotógrafo de prensa cuando realizaba un gesto con el dedo medio levantado mientras pasaba una caravana que trasladaba al presidente estadounidense, reportó The Washington Post.
A pesar de que en el momento en que fue captada, no se ve su rostro, la mujer se encontraba fuera de servicio y no portaba uniforme de la empresa para la que trabajaba, sus jefes decidieron que no continuara trabajando en la compañía.
La mujer declaró a medios locales que el día que vio pasar a la comitiva de Trump sintió rabia de que se fuera a jugar golf en medio de la emergencia nacional que sufría Puerto Rico a causa del huracán María, la decisión sobre los dreamers y la matanza de Las Vegas.
Estaba pensando en todo esto cuando vi venir los autos negros y recordé, oh, claro, él va de regreso al campo de golf”, dijo a la prensa.
Al momento de realizar el gesto de ofensa, la mujer no se dio cuenta que un fotógrafo de la agencia AFP la captó justo en ese momento. Supo de la fotografía hasta que uno de sus amigos vio la imagen y la cuestionaron al respecto.
Les dije: Sí, soy yo, ¿no es gracioso?”, comentó.
Fue cuando Briskman subió la fotografía en sus perfiles de redes sociales, lo cual provocó una oleada de reacciones, incluso amenazas de muerte.
La empresa donde laboraba ha sido contratada por el gobierno federal, por lo que cuando sus jefes se enteraron de la fotografía se molestaron y tomaron represalias y fue despedida el 31 de octubre.
Aunque ni siquiera estaba trabajando cuando todo ocurrió, (los jefes) me dijeron que había violado el código de conducta de la compañía”, explicó.
Con información de Excelsior