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Jorge Ramos narra su “provocación” a Nicolás Maduro

El periodista de Univision, Jorge Ramos, plasmó en su libro “17 Minutos” su experiencia de su entrevista al presidente de Venezuela en el Palacio de Miraflores

Escrito en MUNDO el

El 25 de febrero de 2019, el periodista Jorge Ramos se preparaba para un proyecto que su equipo llevaba siete años buscando: una entrevista con el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro. En ella, el famoso periodista quería provocar al mandatario sudamericano con un cuestionario duro y con un “as bajo la manga”: el video viral de gente buscando comida ente la basura, en la Caracas venida a menos.

Sin embargo, recuerda en charla con La Silla Rota, ya una vez instalados él y su equipo en el Palacio de Miraflores, las cosas no sucedieron de la manera esperada. Luego de 17 minutos de entrevista, el equipo de periodistas se vio en una situación que calificó como alarmante.

“Había tenido malas entrevistas, pero nunca me habían robado las cámaras, ni las tarjetas de video, ni me habían detenido, ni me habían deportado de un país por hacer preguntas duras”, expresa Ramos, quien plasmó su experiencia en su libro “17 Minutos”.


EL VIDEO QUE COMENZÓ TODO

El día antes de la entrevista a Maduro, el periodista y su equipo recorrían las calles de Caracas, buscando conocer la ciudad. Cuando pasaron junto a un camión de basura, vieron algo que los impactó: tres hombres buscaban comida en la parte trasera del camión.

“Hay, desafortunadamente, gente comiendo de la basura en México y en Caracas, y en Buenos Aires, y en París, y en Madrid y en todas partes del mundo”, explica el periodista a La Silla Rota. “Pero cuando tú le prometes a la gente que contigo eso no va a ocurrir, cuando tú le prometes que tu gobierno va a evitar este tipo de cosas y siguen ocurriendo a solo unos minutos del palacio, y son cada vez más frecuentes, esto demuestra que la Revolución Bolivariana ha fracasado”.

Fue por eso que Ramos filmó a los tres hombres, decidido a enseñarle este video a Maduro.

 

EL ARRANQUE DE LA ENTREVISTA

El objetivo principal, explica el periodista, era demostrar que Nicolás Maduro era un dictador, forzarlo a que reconociera hechos y datos que lo comprueban.

“Era forzarlo a aceptar cosas que había negado durante mucho tiempo, demostrar que había cometido fraude en dos ocasiones, que él es el responsable de miles de muertes en Venezuela y que había prisioneros políticos en su propio país”.

Con esa meta llegó Ramos al Palacio de Miraflores.

Luego de varios minutos de retraso, el periodista se sentó frente a Nicolás Maduro, listo para comenzar su entrevista, e hizo la primera pregunta: “Usted no es el presidente legítimo. Entonces, ¿cómo le llamo? Para ellos usted es un dictador”.

Sobre su decisión de iniciar de esta manera, Ramos explica que tuvo el efecto deseado. “Yo creo que la primera pregunta marca el tono y el ritmo de la entrevista, y no quería que fuera una pregunta amable”, asegura.

“Quería demostrar desde un principio que iba a ser una entrevista de confrontación”.

A esto le siguieron varias preguntas y momentos de tensión. Ramos continuó cuestionando al mandatario sobre la situación humanitaria en Venezuela, mientras que Maduro evitaba responder e insistía en que los datos que le mostraban eran incorrectos.

En un momento, acusó a Ramos de “no ser periodista” sino “militante de la oposición” y un “provocador profesional”.

A pesar de las duras preguntas y de la presión de ambas partes, Maduro no abandonó ni dio por terminada la entrevista. Ramos lo cuestionaba sobre supuestos fraudes electorales, asesinatos y prisioneros políticos, pero el presidente no se va hasta que el periodista busca enseñarle el video que grabó el día anterior.

“Esta entrevista, te digo, no tiene ningún sentido para ti ni para mí. ¿Oíste?”, dice el mandatario mientras se levanta de su asiento. “Yo creo que es mejor suspenderla. ¿Oíste? Te agradezco todo. Hasta luego”.


LO QUE PASÓ DESPUÉS

Entre la confusión de los periodistas y los regaños por parte del equipo de Maduro, los agentes de seguridad del Palacio tomaron las cámaras y las tarjetas de video. Incluso confiscaron los teléfonos de los camarógrafos que acompañaban a Ramos.

Los agentes procedieron a correr a los comunicadores. Sin embargo, el equipo de Maduro cambió de opinión: no los querían dejar salir.

“El temor es que nos fuera a ocurrir lo mismo que les pasa a los periodistas venezolanos, a que nos fuera a ocurrir lo mismo que le pasa a cualquier ciudadano en Venezuela, que corre el peligro de terminar en la cárcel por enfrentar al gobierno”, recuerda Ramos. “Ese era el verdadero peligro”.

Afortunadamente, su compañera María Martínez logró hacer una llamada antes de que le quitaran su teléfono.

 

EL IMPACTO DE LAS REDES SOCIALES

Tras recibir la llamada de Martínez, el presidente de noticias de Univision, Daniel Coronell, contactó a varios diplomáticos para pedir ayuda.

“Afortunadamente, como extranjeros, las embajadas de México y de los Estados Unidos nos ayudaron”, explica Ramos.

Pero además de contactar a las embajadas, Daniel Coronell tuiteó: “Un equipo de periodistas de Univision Noticias, encabezado por Jorge Ramos, se encuentra retenido en el Palacio de Miraflores desde la tarde de este lunes por órdenes de Nicolás Maduro”.

Ramos explica que la “tormenta tuitera” que generaron las palabras de Coronell fue lo que los liberó.

“Estaban a punto de subirnos a un camión para llevarnos quién sabe a dónde. Nos estuvimos resistiendo físicamente a que nos subieron al camión”, explica el periodista. “Yo creo que sin las redes sociales, es posible que nos hubieran llevado a la cárcel en lugar de permitirnos ir al al hotel y luego deportarnos”.


LLEGA LA ENTREVISTA

Unos meses después de los sucesos en Venezuela, el equipo logró tener acceso al material que grabaron en su visita al Palacio de Miraflores y finalmente lo pudieron compartir.

Afortunadamente para el equipo, la entrevista fue grabada paralelamente por el equipo de Maduro. Esta es la versión que lograron conseguir.

“La nuestra quedó destruida, pero la de ellos quedó grabada en la memoria de una computadora y gracias a una traición en el Palacio, tres personas recuperan esa entrevista y nos la hacen llegar a Miami”.

 

MIRADA HACIA ATRÁS

“Yo creo que él hizo algo muy torpe: con su mano trató de tapar las imágenes en mi tableta”, explica el periodista sobre Maduro. “¿Por qué? Porque esa es una realidad que él no quería ver”.

Ramos explica que lo que sucede en las calles de Venezuela contrasta de una forma impresionante con las condiciones dentro del Palacio.

“El Palacio de Miraflores es precioso. No falta nada. Hay agua y electricidad, hay comida, hay lujos, pero apenas sales del Palacio y el contraste es brutal. Es un país destrozado. Es una país desmoronándose. Es un país que no tiene futuro”.

Por ello, el periodista explica que, a pesar del gran susto que vivieron, él no se arrepiente de cómo llevó a cabo su entrevista.

“Contrario a lo que muchos creen, y que nos enseñaron en las escuelas de periodismo y de comunicación, creo que hay ciertas ocasiones en que no debemos ser neutrales, debemos tomar partido”, afirma. “En casos de racismo, de discriminación o de violaciones a los derechos humanos, hay que tomar partido”.