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James se enamoró… y le robaron los ahorros de su vida en un matrimonio falso

James se enamoró, dejó todo para casarse, compró un departamento para su nueva vida, pagó la boda y demás gastos costosos... lo estafaron con 250 mil dólares

Escrito en MUNDO el

James se enamoró en un viaje de trabajo y contrajo matrimonio, sin saber que todo se trataba de una mentira. La boda fue falsa, él fue estafado, le quitaron los ahorros de su vida y su dignidad. Hasta la fecha no ha recibido justicia.

La pesadilla de James -dada a conocer por la BBC- comenzó en 2015. El británico de 52 años de edad trabajaba en una organización benéfica de Reino Unido cuando un amigo le pidió ayuda para establecer un proyecto para ayudar a los niños que huían del conflicto armado que recién había estallado en Ucrania. 

James aceptó, se hizo tiempo después del trabajo para ir a la ciudad ucraniana de Odesa y ayudar a su amigo. Para facilitar las labores en el país europeo, el británico contrató en Ucrania a una traductora llamada Julia.

Llegaron las nevadas a Ucrania, las labores humanitarias de James tuvieron que detenerse. Sin nada que hacer, Julia organizó una cita para James con una de sus amigas.

Fue entonces cuando James conoció a Irina, una mujer de 32 años, originaria de Donetsk. Pese a los 20 años de diferencia de edad, James e Irina congeniaron muy bien y siguieron saliendo juntos.

Julia e Irina (Foto BBC)

Al poco tiempo, Irina se convertiría en la nueva traductora de James, trabajo por el que le cobraría 150 dólares diarios. 

Cuando estaban separados, la comunicación era más fácil, coqueteaban por mensajes de texto y a través de una app llamada Viber, que funciona como traductor. 

Durante seis meses, cada vez que James llegaba a Ucrania proveniente de Reino Unido, se veía con Irina, comían en restaurantes caros y asistían a la ópera, todo pagado por él.

Sin embargo, el contacto físico era prácticamente nulo. Los besos estaban prohibidos y aún más las relaciones sexuales. Irina creía en el sexo después del matrimonio. 

En noviembre del 2016, 11 meses después de su primera cita, James le propuso matrimonio a Irina y ella aceptó. Él sabía ya la respuesta de Irina, ella lo había insinuado platicando con su amiga Julia, la primera traductora de James y quien los presentó. 

El plan era que Irina se mudara con James a Reino Unido, pero luego de hablar con la embajada, quedó claro que la opción no era viable, no en el corto plazo, por lo menos, tomaría año.

(Foto BBC)

Así que James dio el paso y decidió mudarse a Ucrania. Dejó su trabajo, vendió su casa y comenzó a buscar un departamento en Odesa para vivir con su futura esposa. 

James juntó 200 mil dólares para comprar una casa en Ucrania, sin embargo, trasferir el dinero de Reino Unido a un banco ucraniano no era sencillo. El país europeo es conocido por lavado de dinero, hay límites en lo montos de transferencias y una cantidad como tal causaría sospechas. 

Entonces, Irina convenció a James que transfiriera el dinero a la empresa de una de sus amigas, Kristina, quien además sería la que organizaría su boda. 

Cuando hizo el depósito, Irina le dijo a James que el banco solo entregaría el dinero si estaba legalmente casado con Kristina. Ambos tenían que casarse en un registro civil y podrían divorciarse al día siguiente.

James tuvo que aceptar, pues Irina amenazó con cancelar el matrimonio si no había un departamento donde pudieran vivir, pues su familia conservadora pensaría mal de ella si no fuera así. 

Kristina (Foto BBC)

El 10 de julio de 2017, con el consentimiento de su prometida Irina, James se casó con Kristina Stakhova.

El dinero fue liberado y ese mismo día, Kristina e Irina le informaron que ya habían comprado el departamento con los 200 mil dólares.

Aparte de los 200 mil dólares del departamento, James desembolsó otros 20 mil para pagar la boda, más los gastos del matrimonio exprés y el divorcio con Kristina.

Con 60 invitados, todos de la familia de Irina, se celebró la boda. Fue una gran fiesta. 

Cuando por fin llegó la noche de bodas, James comenzó a sentirse mal, temblaba violentamente y terminó en el hospital. 

Irina se molestó con James, lo acusó de emborracharse y humillarla frente a su familia. Ella se mantuvo alejada por semanas, con el argumento de que tenía problemas médicos. Incluso, James le dio 12 mil dólares para “gastos médicos”.

Fue entonces cuando un ucraniano intervino y le dijo a James que había sido estafado. 

Irina (Foto BBC)

El británico se dio cuenta que la casa que Irinia y Kristina habían comprado con los 200 mil dólares, en realidad costaba 63 mil dólares. Le habían robado 140 mil dólares. 

Por su fuera poco, la casa no solo estaba a nombre de él, sino también de Kristina, su esposa exprés.

Después se enteró que la boda había sido falsa, que todos los invitados lo sabían y que él era el único que pensó que era real. Se dio cuenta que los 20 mil dólares destinados para la boda era mucho y que el dinero muy probablemente se usó para falsos invitados.

Más tarde supo que Irina ya estaba casada con un sujeto llamado Andriy Sykov desde agosto de 2015, tres meses antes de conocer a James.

Irina (Foto BBC)

Kristina también estaba casada con un tipo llamado Denys, de quién se divorció tres semanas antes de casarse con James y se casó de nuevo con él tras el matrimonio exprés.

James se sintió desilusionado y sólo evitó entrar en depresión buscando justicia, tenía todos los documentos bancarios y los mensajes de Viber como prueba del fraude del que había sido víctima.

Sin embargo, las autoridades de Ucrania no solo le dieron la espalda, sino que se burlaban de él en su cara. 

Irina y Kristina fueron interrogadas, pero a pesar de las pruebas, no se presentaron cargos contra ellas. 

Lo único que consiguió James fue recuperar la propiedad completa del departamento de 63 mil dólares 

El departamento de 200 mil dólares (Foto BBC)



James, entonces, contrató a un detective privado llamado Robert Papinyan, conocido como el Sherlock Holmes de Odessa y con prácticas nada ortodoxas. El británico le pagó 3 mil dólares por adelantado, más el 30% de lo que recupera. 

No hay ningún secreto sobre los métodos de Papinyan. Admite abiertamente que la intimidación es una de sus herramientas.

El detective privado ha contactado a las mujeres a través de sus esposos. La BBC pudo hablar con el esposo de Kristina, Denys, quien aseguró que un auto lo ha estado siguiendo y acusa a los hombres de Papinyan de ser "extorsionadores".

El esposo de Irina, Andriy, no respondió a las llamadas de la BBC, mientras que ella sigue activa en la aplicación de citas. 

Robert Papinyan le dijo a James que encontró a Irina y le dio hasta el pasado 20 de junio para que le regrese el dinero. 

Robert Papinyan (Foto BBC)

James ha soportado demasiado como para hacerse ilusiones. Ahora tiene otro trabajo en una organización de caridad y está tratando de seguir adelante.

El británico no le ha dicho a nadie, más allá de sus abogados, lo que pasó, no quiere que su familia, amigos y compañeros de trabajo se enteren. Incluso James no es su nombre real. 

James dice que decidió contarle a la BBC su historia para advertirles a otros hombres que piensen en buscar el amor en Ucrania, un lugar que se ha vuelto escenario común de europeos acaudalados para buscar prospecto de esposa. 

Un consuelo para James es que el Ministerio de Relaciones Exteriores de Reino Unido modificó su advertencia de viaje a Ucrania para reflejar su dolorosa y costosa experiencia.



rgg