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Hong Kong: protestas, el legislativo chino e intromisión de EU

Este miércoles se inscribe un nuevo episodio de la tensión entre Estados Unidos y China en relación a la autonomía de Hong Kong

Escrito en MUNDO el

Las protestas volvieron hoy a las calles de Hong Kong para oponerse al debate parlamentario local de una propuesta de ley que podría criminalizar los insultos al himno chino, en un momento en el que Pekín debate otra controvertida ley de seguridad en su parlamento, cuya reunión anual concluye este jueves.

Cerca de 300 personas fueron detenidas por "participar en manifestaciones ilegales", según la Policía local - citada por la televisión pública RTHK -, que recurrió al uso de sprays pimienta para dispersar a los miles de personas que salieron hoy a las calles del centro de la ciudad.

Por la mañana, algunos pequeños grupos trataron de bloquear el tráfico de la ciudad, tanto en el metro como en las calles.

El objetivo de los manifestantes, este miércoles, era impedir el debate de la llamada "ley del himno nacional", una propuesta que, de aprobarse en el Consejo Legislativo hongkonés, se traduciría en hasta 3 años de cárcel y multas de hasta 50 mil dólares de Hong Kong para quien no respete la "Marcha de los Voluntarios".

LA LEY DE SEGURIDAD NACIONAL, MÁS LEÑA AL FUEGO

A este debate, ya previsto, se le sumó la semana pasada - al inicio de la reunión anual de la Asamblea Nacional Popular (ANP, Legislativo chino) - una nueva preocupación, imprevista, con la intención de Pekín de aprobar este jueves una "ley de seguridad nacional" circunvalando el Consejo Legislativo hongkonés.

Según el Comité Permanente de la ANP, la nueva legislación prohibiría "cualquier acto de traición, sedición, sedición, subversión contra el Gobierno Popular Central, el robo de secretos de Estado, prohibición de organización de actividades en Hong Kong por parte de organizaciones políticas extranjeras y prohibición del establecimiento de lazos con organizaciones políticas extranjeras por parte de organizaciones políticas de Hong Kong".

Todo esto con el objetivo de "salvaguardar la seguridad nacional" tras casi un año de movilizaciones prodemocráticas que han hecho tambalearse a la economía hongkonesa y que han dejado enfrentamientos entre la Policía y algunos manifestantes violentos.

El Artículo 23 de la Ley Básica (la ''mini-constitución'' de Hong Kong) estipula que la ciudad ha de dotarse de legislación de seguridad en la línea de lo esbozado por Pekín, pero siempre ha resultado extremadamente polémica entre la población hongkonesa, un importante segmento de la cual se ha resistido siquiera a su debate, por miedo a que se tradujera en un recorte de libertades.

(Aspecto de las protestas de este miércoles en las calles de Hong Kong)

 

Entre los siete artículos propuestos por Pekín se encuentra una provisión que propone un mecanismo legal que permita al Comité Permanente de la ANP articular legislación para prevenir y castigar una serie de supuestos, entre ellos el de "subversión contra el poder estatal", una acusación usada frecuentemente contra defensores de los derechos humanos en China.

La vicepresidenta del Colegio de Abogados de Hong Kong, Anita Yip, aseguró hoy a RTHK que esta ley podría no solo ser utilizada contra quienes participen en actividades que amenacen la seguridad nacional, sino también a quienes las presencien, tomen o no parte en ellas.

Tanto la llamada "ley del himno nacional" como la de "seguridad nacional" han hecho saltar las alarmas entre el movimiento prodemocrático en la ciudad semiautónoma, tras meses de calma impuesta por las medidas - aún vigentes - de distanciamiento decretadas para evitar contagios del coronavirus SARS-CoV-2.

UNA ASAMBLEA CON MASCARILLA

Mientras tanto, en Pekín, se clausuró la Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino, un órgano asesor sin poder alguno que eleva las propuestas de sus más de 2 mil representantes (escogidos entre diversos sectores de la sociedad) a la ANP para su valoración.

La propia ANP bajará el telón este jueves tras una atípica reunión anual que, debido a la pandemia, hubo de retrasarse más de dos meses, acortar su duración e imponer estrictas medidas de seguridad, como el uso de mascarillas entre los diputados.

Hoy miércoles, los diputados escucharon un informe de trabajo de la Corte y de la Fiscalía Populares Supremas.

Mañana jueves, en la sesión de clausura, se someterán a votación no solo la mencionada ley de seguridad nacional para Hong Kong, sino también la adopción de un Código Civil, los presupuestos locales y centrales o el plan de desarrollo de este 2020 en el que China se había marcado como objetivo terminar con la pobreza extrema.

Asimismo, el primer ministro chino, Li Keqiang, ofrecerá una rueda de prensa posterior al cierre de la sesión anual para dar parte de las nuevas legislaciones y directrices aprobadas.

Por primera vez en tres décadas, la ANP no anunció un objetivo de crecimiento del PIB este año debido a la "gran incertidumbre" provocada por la pandemia del coronavirus, que ha dejado al menos 82 mil 993 infectados, de entre los que fallecieron por la resultante covid-19 4 mil 634 personas.

Li aseguró en la apertura de la ANP que tal decisión se debe a la "gran incertidumbre" a nivel mundial por el virus, y advirtió de que la covid-19 causará una "grave recesión de la economía mundial" y problemas en las cadenas de suministro, así como una contracción de las inversiones y el comercio a nivel internacional. 

EU ENTRA AL JUEGO

En un nuevo episodio de la tensión entre Estados Unidos y China, el secretario de Estado de Estados Unidos., Mike Pompeo, comunicó este miércoles al Congreso del país que ya no puede considerarse a Hong Kong autónomo de China, en una medida que puede tener serias implicaciones comerciales y aumentar más la disputa con el gigante asiático.

El titular de Exteriores dio este paso en víspera de que la Asamblea Nacional Popular (ANP, Legislativo chino) previsiblemente apruebe este jueves una "ley de seguridad nacional", circunvalando el Consejo Legislativo hongkonés, que recortaría las libertades en la ciudad semiautónoma.

Pompeó señaló en un comunicado que ha decidido adoptar esta medida, de "certificar" al Congreso que Hong Kong ya no es autónomo, "dados los hechos sobre el terreno".

EXAMEN ANUAL EN EU

Esa certificación se produce en virtud de la ley estadounidense de Derechos Humanos y Democracia de Hong Kong, aprobada el año pasado por el Legislativo y firmada por el presidente Donald Trump, que establece que el Gobierno de Washington debe verificar cada año ante el Congreso el estado de la autonomía de ese territorio respecto a China, a riesgo de perder su estatus especial.

Pompeo justificó su decisión porque, a su juicio, en "Hong Kong no se continúa garantizando el tratamiento (de autónomo) bajo las leyes de EE.UU., de la misma manera que las leyes de EE.UU. se aplicaban a Hong Kong antes de julio de 1997", cuando estaba bajo mandato británico.

Y mencionó expresamente el proyecto de ley de seguridad, que se debate en la ANP.

Dicha propuesta prohíbe "cualquier acto de traición, secesión, sedición, subversión contra el Gobierno Popular Central, el robo de secretos de Estado, prohibición de organización de actividades en Hong Kong por parte de organizaciones políticas extranjeras y prohibición del establecimiento de lazos con organizaciones políticas extranjeras por parte de organizaciones políticas de Hong Kong".

Pompeo advirtió de que ese proyecto es "la última en una serie de acciones que fundamentalmente socavan la autonomía y las libertades de Hong Kong, y las propias promesas de China al pueblo de Hong Kong bajo la Declaración conjunta Sino-Británica, una tratado internacional presentado por la ONU".

Dicha declaración, de 1984, sirvió para acordar la retrocesión de Hong Kong de manos británicas a chinas en 1997 y estableció el mantenimiento durante 50 años a partir de esa fecha de una serie de libertades en este territorio inimaginables en la China continental, aunque portavoces del Gobierno de Pekín han dicho en numerosas ocasiones que ese documento ya se cumplió en su momento.

EL "SUSPENSO" NO ACARREA CASTIGO

En definitiva, lo que la declaración de Pompeo significa es que ya no es necesario tratar a Hong Kong como una entidad separada de China porque forma parte del gigante asiático, con lo que el estatus especial del que ha disfrutado la ciudad semiautónoma con EU, lo que ha favorecido los lazos comerciales, podría desaparecer.

De acuerdo a cifras proporcionadas por el diario The Washington Post, el comercio entre Estados Unidos y Hong Kong superó los 66 mil millones de dólares en 2018. Además, ese territorio ha estado exento de los aranceles impuestos por Washington a Pekín en su guerra comercial.

No obstante, queda por ver si dejar de considerar a Hong Kong como territorio autónomo supondrá el fin de su estatus comercial especial o si acarreará nuevas sanciones a Pekín, si aprueba la ley de seguridad.

ARANCELES A HONG KONG

Funcionarios estadounidenses conocedores de este asunto, citados por el periódico The New York Times, señalaron que la Casa Blanca evalúa imponer los mismos aranceles que ya impone a la importaciones de China a los bienes que provengan de Hong Kong, algo que podría ocurrir tan pronto como se apruebe la ley de seguridad.

La medida podría ser un gran golpe para la ciudad semiautónoma, que es un importante centro financiero y comercial no solo a nivel regional, sino también global; y podría suponer un castigo severo a China, que usa ese territorio para hacer negocios con otros países.

Sea como fuere, la evaluación del estado de la autonomía de Hong Kong por parte del Departamento de Estado es solo una recomendación sobre la dirección que deben adoptar las políticas de Washington y en ningún caso significa ninguna acción inmediata.

AL FINAL ES DECISIÓN DE TRUMP 

Para acabar totalmente con "la relación especial" que EU mantiene con Hong Kong se necesitaría una orden ejecutiva de Trump, indicaron las fuentes consultadas por The New York Times, que subrayaron que lo más probable es que se elijan ámbitos específicos a la hora de romper la cooperación con Hong Kong, como puede ser el comercio.

Antes de la retrocesión de Hong Kong en 1997 del Reino Unido a China, Estados Unidos aprobó una ley que estipulaba que el Gobierno estadounidense seguiría tratando ese territorio bajo las mismas condiciones aplicadas cuando era colonia británica.

Sin embargo, en noviembre pasado y al calor de las ola de protestas prodemocracia y la represión policial en la urbe, Trump suscribió una ley apoyada por el Partido Demócrata y el Republicano que establecía que el Departamento de Estado debía comunicar anualmente al Congreso si EU debía continuar su relación especial con Hong Kong.

Este es un nuevo capítulo en la complicada relación entre Washington y Pekín, donde la tensión ha aumentado en los últimos meses por la pandemia de coronavirus, de la que el Gobierno de Trump culpa a China por no haber sido transparente y haber contribuido a la propagación del virus en el resto del mundo.

(djh)