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Harvey: Cómo la electricidad lo mató junto a su gato

Las compañías de luz eléctrica no actúan rápidamente y más se dan más víctimas

Escrito en MUNDO el

Ya no llovía, pero la tormenta Harvey mató a Andrew Pasek. Fue el martes 29 de agosto. Las autoridades empezaron a soltar agua de las presas Addicks y Barker en la madrugada del lunes para evitar que se rompieran. Fue entonces cuando esas familias tuvieron que evacuar. La hermana de Andrew, Alyssa, había salido de la casa después de subir todos los muebles de valor al segundo piso, en previsión de la inundación artificial. Se llevó dos perros y todo lo que pudieron cargar en dos coches a casa de unos amigos. “Pero no tenían transporte para gatos”, explica Jodell Pasek. “La dejaron en el segundo piso con agua y comida”. Al día siguiente, “como era scout y amante de los animales, Andrew reclutó a su amigo Sean para que le acompañara a rescatar a la gata”, contaba este lunes Jodell Pasek, su madre, con enorme entereza.

 “Fueron a pie, sin equipo. Supongo que cuando llegaron se dieron cuenta de que era muy profundo. Así que iban caminando por los jardines de las casas, donde había menos agua. Llegaron a mitad de camino y había un farol de jardín, con la luz dada. Según lo que nos ha contado Sean, Andrew iba caminando delante y sintió la corriente. Hace años se había roto el tobillo y tenía una placa y clavos. La electricidad fue a su tobillo. Empezó a dar saltos. Perdió el equilibrio y cayó junto a la farola. Cuando Sean fue a ayudarle, Andrew le dijo: ‘No me toques, me estoy muriendo”. Así cuenta Jodell Pasek la muerte de su hijo de 25 años.

Sean gritaba desde el otro lado de la calle para que alguien llamara a los servicios de emergencia. Una señora finalmente llamó al 911. Pararon dos barcas de rescate que estaban cerca, pero no podían tocar el cuerpo. Andrew Pasek estuvo una hora y media en el agua hasta que pudieron cortar la luz de la casa y sacarlo de allí.

Jodell Pasek ha contado la historia de su hijo estos días para que el que la oiga sea consciente de que en una inundación, y Harvey es ya oficialmente la inundación más grande registrada en EU, el peligro no se acaba cuando deja de llover. “Mientras las compañías de la luz mantengan el servicio, la gente no se va, simplemente no lo hace. Ese día había gente fuera que sabía que les iba a entrar el agua y había niños jugando en la calle”, asegura Pasek. “Si puedo salvar una vida… solo quiero que la gente sepa el peligro que hay”.