Pese a que el Programa de Protección de Nóminas de Estados Unidos debía inyectar 349 mil millones de dólares a las pequeñas empresas ante la pandemia del coronavirus, al menos 75 compañías que cuentan con miles de empleados y que incluso cotizan en bolsa con un valor superior a los 100 mdd han en conjunto 300 millones de billetes verdes por parte del gobierno de Donald Trump.
Dichas empresas acarrean antiguas sanciones por investigaciones gubernamentales y en riesgo de quiebra desde antes de que el brote de covid-19, según un estudio de la agencia The Associated Press, en el que se destaca que 25% de las firmas examinadas habían advertido a sus inversionistas hace meses, cuando la economía marchaba bien, que su capacidad para seguir siendo viables estaba en duda. El dinero recibido recientemente se da en préstamos con intereses bajos y respaldados por los contribuyentes fiscales.
A manera de desglose, AP apunta que son ocho las compañías, o sus subsidiarias, las que recibieron el máximo de 10 mdd. El importe medio de un préstamo a nivel nacional fue de 206 mil dólares, según las estadísticas de la Agencia Federal para el Desarrollo de la Pequeña Empresa (SBA, por sus siglas en inglés). Si las empresas cumplen con requisitos como mantener a sus empleados en nómina por ocho semanas, la agencia condonará los préstamos.
De igual modo, se pone de relieve que la lista de beneficiarios identificada es una fracción de los 1.6 millones de préstamos aprobados hasta que el programa se quedó sin fondos la semana pasada, por lo que legisladores republicanos y demócratas negocian un nuevo paquete de ayudas que, en gran medida, volvería a conceder fondos al Programa de Protección de Nóminas.
El viernes pasado, el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, dijo en un comunicado por escrito que el 74% de los préstamos fueron por menos de 150 mil dólares, lo que demostraba la accesibilidad de este programa para incluso los negocios más pequeños.
CONTRASTES
Por otra parte, se encontraron ejemplos de empresas con propietarios extranjeros que fueron excluidas de la cotización en bolsas estadounidenses, o bien, amenazadas con esta medida, debido a su bajo rendimiento. Otras beneficiarias acumulaban pérdidas anuales desde hacía varios ejercicios.
Cabe destacar que desde su lanzamiento el 3 de abril, el paquete de ayudas ha enfrentado críticas por la lentitud en el procesamiento de los préstamos, sus normas poco claras y una limitación de fondos que dejó a muchos negocios familiares sin ayudas.
En contraste, los propietarios de grandes cadenas de restaurantes como Potbelly, Ruth’s Chris Steak House y Taco Cabana entraron en el programa y recibieron el importe máximo a pesar de haber despedido a miles de empleados.
Asimismo, otras grandes beneficiarias parecían tener efectivo suficiente para sobrevivir a una recesión económica. como la neoyorquina Lindblad Expeditions Holdings, por empleo, una empresa de viajes con 650 trabajadores y un acuerdo de marca con National Geographic, recibió 6.6 millones de dólares. A finales de marzo, la compañía reportó que tenía unos 137 millones de dólares en efectivo en su balance.
El análisis de la AP encontró que casi 1 de cada 4 empresas habían advertido a sus inversionistas meses atrás que ellas o sus auditores tenían importantes dudas acerca de su capacidad para cumplir con sus obligaciones financieras.
FRUSTRACIÓN
En este contexto, Zachary Davis, un empresario de Santa Cruz, California, que dirige dos heladerías artesanales, un café a pie de playa y un bar de tacos con su socia Kendra Baker, muestra su inconformidad, pues antes de la cuarentena decretada a mediados de marzo, junto a su socia, esperaban pagar en mayo el préstamo federal de 250 mil dólares que emplearon 10 años atrás para abrir su primer local y siguen sin recibir respuesta de una solicitud de apoyo.
“Ahora, todo ha cambiado”, señaló Davis, quien asegura haber tenido que despedir a 70 empleados. “Si eres pequeño, lo más probable es que vayas al final de la fila”, apunta Davis.
(diego joaquín)