WASHINGTON.- El republicano y actual presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se enfrentará en las urnas el próximo 3 de noviembre al exvicepresidente demócrata, Joe Biden. A poco más de dos semanas para las elecciones, ambos candidatos ya han tenido tiempo de exponer sus propuestas y visiones sobre los distintos tópicos que han marcado la agenda nacional, las cuales fueron expuestas durante el primer debate del pasado martes 29 de septiembre.
Desde la reactivación económica tras la crisis derivada de la pandemia de la covid-19; hasta las relaciones comerciales internacionales, como con China.
Dentro de las propuestas, sobre la pandemia o temas de migración, las diferencias son muy marcadas entre uno y otro candidato, pero convergen en la postura rígida de Estados Unidos dentro del comercio internacional, para identificar coincidencias y contrariedades, la Silla Rota repasa las iniciativas de Trump y Biden rumbo a la Casa Blanca.
REACTIVACIÓN ECONÓMICA
TRUMP: la estrategia del republicano al respecto, se basa en tres ejes principales: estimular el empleo nacional, el cual se ha visto afectado ante las medidas de confinamiento por el nuevo coronavirus. El acumulado desde abril, mes en que el país se convirtió en el epicentro mundial de la covid-19, ronda los 18 millones de desempleados; además, planea mantener la reforma fiscal sobre rentas individuales establecida sobre la Ley de Empleos y Reducción de Impuestos, legislación que estará vigente hasta 2025. Ello contempla la rebaja del 35 al 31% al impuesto a las empresas. En menor medida, también se descuenta a los trabajadores.
Otro de los pilares de la estrategia de Trump es el aumentar el gasto en infraestructura
BIDEN: "Reconstruir mejor", es el nombre que lleva el plan del demócrata, en el que prevé la creación de más de cinco millones de empleos. Además de que busca recuperar los perdidos por las crisis sanitaria y económica.
Entre otras acciones, ha referido que planea asignar 400 mil millones de dólares a la modernización de la infraestructura del país, así como para reponer los inventarios y mejorar la seguridad. Otros 300 mil millones serían usados para el sector de investigación y desarrollo (I+D), además de innovaciones tecnológicas, energía renovable y vehículos eléctricos.
PANDEMIA COVID-19
TRUMP: la intención del equipo de campaña de Trump es usar la respuesta del gobierno ante el virus como eje de su campaña y el objetivo es utilizar un discurso para convencer a la gente de que se puede convivir con el virus. Con ello se impulsará la reapertura de las escuelas y de cada vez más sectores económicos. Además, se busca destacar un “aumento radical de las pruebas“ de detección de la enfermedad, en colaboración del sector privado.
Uno de los movimientos es enviar a funcionarios de salud a los estados que congregan a más miembros del Colegio Electoral, que al final es el órgano que elige al presidente de Estados Unidos, para transmitir mensajes sobre la recuperación económica que plantea el presidente.
BIDEN: En general, dentro de sus discursos, el demócrata ha enfatizado en la que considera una tardía respuesta del gobierno de Trump ante la pandemia, por lo que se le ve como una oportunidad para arremeter contra el presidente que quiere reelegirse. Entre sus propuestas está el eliminar las barreras de costos para la prevención y el cuidado de la covid-19.
En el debate sostenido entre los candidatos a la Casa Blanca, el demócrata abogó por el uso de los cubrebocas: "si nos pusiéramos las mascarillas frenaríamos" la curva de contagios y defunciones, aseguró.
SISTEMA DE SALUD
TRUMP: busca cancelar el Obamacare, el seguro que beneficia a 20 millones de personas. Se encuentra en peligro ante el posible ingreso a la Suprema Corte de Amy Coney Barrett, quien ha sido elogiada por el presidente y que piensa que la ley de Seguridad Asequible no es constitucional. Podría significar la cancelación de derechos para las mujeres.
Durante el debate presidencial del pasado 29 de septiembre, por otra parte, el magnate afirmó que ya recortó precios de medicinas, "nadie se había atrevido a enfrentarse con las farmacéuticas, reportaron precios 80 o 90%, la insulina destruía familias, ahora está barata que es increíble, ahora los gobernadores podrán comprar en otros países pagando una fracción".
BIDEN: indica que con el sistema de salud los pobres pueden obtener medicamentos gratis, la gran mayoría del pueblo no estaría en ese plan. "Todo lo que dice Trump es mentira, todo mundo sabe que es un mentiroso; él (Trump) no está para ningún plan de personas que necesitan ayuda, él ha realizado que más de 10 millones pierdan seguros, 20 millones de personas tienen obamacare y se los quiere quitar", dijo en debate.
AMY CONEY BARRETT AL TRIBUNAL SUPREMO
TRUMP: el presidente consiguió nombrar a la jueza ultra conservadora como suplente de la recientemente finada Ruth Bader Ginsburg antes de las elecciones del 3 de noviembre. “Tenemos senado, Casa Blanca y una candidata fenomenal "tan buena como cualquiera que haya servido en la Corte"
BIDEN: el candidato demócrata deseaba esperar al resultado de la elección, la única forma de ver lo que quiere el pueblo americano y no lo que quiere el presidente o el vicepresidente. Sin embargo, mostró respeto a la nominación de Barrett.
COMERCIO INTERNACIONAL
Este es de los temas en los que el republicano y el demócrata coinciden en sus posturas.
TRUMP: Desde 2016, bajo la política de "Estados Unidos primero", ha instaurado una estrategia de proteccionismo comercial en la que las armas principales han sido los amagos de aranceles y castigos contra productos importados, con lo que se han desatado disputas en este ramo con China y la Unión Europea.
En temporada de campaña, Trump ha endurecido las importaciones de aluminio canadiense, arándanos mexicanos, acero brasileño.
BIDEN: al igual que su contraparte política, acusa al comercio de que le ha quedado a deber a los agricultores y productores estadounidenses, por lo que sus propuestas se basan en que todo acuerdo comercial deberá incluir disciplinas ambientales, laborales y de derechos humanos.
MIGRACIÓN
TRUMP: Su campaña presidencial de 2016 destacó por la promesa de la construcción del muro en la frontera con México, para frenar la entrada de migrantes centroamericanos y mexicanos, a grupo al que ha estigmatizado al señalarlos como delincuentes y violadores. Utilizó el amago de aranceles para lograr con las autoridades mexicanas un acuerdo con el que se endureció la política migratoria en los estados sureños colindantes con Centroamérica y en los del norte migrantes esperan la resolución de su solicitud de refugio en los Estados Unidos
Asimismo, desde 2017 detuvo el programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA) y ha hecho énfasis en que buscará impedir que los inmigrantes ilegales tengan acceso a servicios de asistencia social, atención médica y matrícula universitaria gratuita.
BIDEN: asegura que EU es una “nación de inmigrantes”, por lo que en su plan, básicamente se ha lanzado contra las políticas de asilo y antimigración de Trump. El demócrata propone: acabar con la separación de las familias de inmigrantes ilegales detenidos y se ha comprometido a acabar con los enjuiciamientos por infracciones menores.
En este sentido, buscaría erradicar la detención prolongada de niños o por “tiempo indefinido”.
En cambio, se ha mostrado a favor de opciones alternativas como la implementación de programas de acompañamiento de migrantes, los cuales serían encabezados por organizaciones sin fines de lucro. También busca revivir el DACA.
Acabar con las prohibiciones de viaje a Irán, Irak, Libia, Siria, Somalia, Sudán, Yemen, Nigeria, Eritrea, Birmania y Kirguistán -Sudán y Tanzania fueron excluídos del programa de visados de diversidad-, es otra de las promesas de campaña de Biden.
VOTO LATINO
Este 2020, con una representación del 13%, la comunidad hispana será el grupo minoritario que más porcentaje de los votantes abarcará, por lo que su participación será clave para determinar las elecciones de noviembre. No obstante la baja presentación de los latinos ante las urnas -en 2016 se registró una participación del 47.6% versus un 59.6% de los afroamericanos y el 65.3% de los blancos-, ni Biden ni Trump han hecho aproximaciones concretas con la comunidad.
Este año, existen 32 millones de latinos con derecho a votar en Estado Unidos, según un estudio divulgado en abril pasado y realizado por el Latino Vote Project con aportes de las organizaciones Latino Decisions y Catalist.
En las elecciones intermedias de 2018, Arizona, Florida, Nevada y Texas fueron las entidades con el mayor avance electoral de este grupo y se nota una tendencia al alza de la preferencia demócrata, en comparación con los resultados de 2014.
No obstante, no todo el voto latino es igual. Para Geraldo Cadava, profesor de Historia y Estudios Latinoamericanos en la Northwestern University de Chicago, los puertorriqueños en Nueva York votan de manera diferente a los mexicanos en la frontera y a los cubanos en Miami, según dijo para el portal DW.
TRUMP: el recorte de impuestos a empresas es altamente valorado por los latinos propietarios de alguna pyme, por lo que la migración pasa a tercer término frente a temas como el empleo y la economía, resalta Cadava.
Grupos altamente conservadores como los religiosos o el frente americocubano de Florida, son los que han mostrado su apoyo al magnate; mientras que en términos de género, el presidente es más popular entre los hombres latinos más que entre las mujeres -otro sector importante y desatendido ambos candidatos, resalta el experto.
BIDEN: además de su reforma migratoria anunciada y las medidas para garantizar el acceso al American Dream, hasta la construcción del Museo Nacional de los Latinos en Estados Unidos, que se ubicaría en la explanada al centro de la capital.
A inicios de agosto, Biden resaltó al publicar su agenda, que “una cuarta parte de los niños del país son latinos”, por lo que el éxito de su campaña “depende del éxito de la comunidad latina”.
También ha lanzado un nuevo plan para apoyar la economía de Puerto Rico, con el que ha criticado la reacción de Trump ante los estragos del huracán María, que en septiembre de 2017 arrebató la vida de 2 mil 975 personas de la isla y que provocó el éxodo del 8% de su población para reubicarse en otros lugares de EU.
