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“Ganar 5 dólares es como oro”: covid lleva a niñas a la prostitución

En Kenia, tras el cierre de las escuelas por covid-19, las menores pasaron de los salones de clases a las habitaciones de hoteles

Escrito en MUNDO el

Cuando la covid-19 comenzó a expandirse por todo el planeta, lo primero que cerraron fueron las escuelas, un duro golpe para los trabajadores de la educación en todo el mundo, pero también para los niños, quienes en situación de vulnerabilidad dejaron de estudiar para ayudar en casa ante la crisis económica causada por la misma pandemia.

Así ha sucedido en el país africano de Kenia, donde las menores pasaron de los salones de clases a las habitaciones de hotel, según una investigación de la agencia AP.

Niñas se reúnen para rentar un cuarto en cualquier edificio de la capital keniana de Nairobi por 20 dólares para luego recibir un dólar por cada “cliente” que reciben, esto con el temor de ser agredidas o negadas a recibir el pago.

Las menores no recuerdan con cuántos hombres tienen sexo, tampoco si estos han usado protección. 

 

FOTO: ILUSTRATIVA/CUARTOSCURO

“Si consigues cinco dólares en la calle, es como si fuera oro”, relata a AP una menor de 16 años, que comparte cama con dos adolescentes más de 17 y 18 años, sus mejores amigas. 

Las menores esperan no tener que prostituirse toda su vida, pero también reconocen que no regresarán pronto a la escuela. 

“En nuestros barrios éramos niñas ejemplares", dice la joven de 16 años a AP. “Si llegas a los 16 años sin haber quedado embarazada y vas a la escuela, has triunfado. No habíamos quedado embarazadas y estábamos a punto de terminar la secundaria y de hacer historia".

La mayoría de las muchachas tratan de ayudar a sus padres a pagar las cuentas. 

FOTO: ILUSTRATIVA/CUARTOSCURO

Las tres chicas que comparten la habitación fueron criadas por madres solteras, quienes se quedaron sin ingresos cuando el gobierno implementó medidas de confinamiento para frenar la propagación del virus.

Antes de la pandemia, las madres de dos de ellas lavaban ropa para personas que viven cerca del barrio pobre en el que viven, llamado Dandora, pero tras el primer caso confirmado de covid, ya nadie las quería en sus casas.

La madre de la tercera vendía papas en la calle, pero tuvo que dejar de hacerlo luego de que se implementaron las restricciones.

Las tres muchachas son las mayores de sus hermanos y decidieron ayudar a sus madres a alimentar a la familia. 

FOTO: ILUSTRATIVA/CUARTOSCURO

Antes tenían un popular grupo de baile que cobraba por sus presentaciones, pero cuando se prohibieron las reuniones se quedaron sin ese ingreso.

“Ahora le doy a mi madre 1.84 dólares diarios y eso la ayuda a alimentar a los demás”, dijo una de las muchachas.

Mary Mugure, una extrabajadora sexual, lanzó Night Nurse, una iniciativa para rescatar niñas que siguen ese camino.

Dijo que desde que se suspendieron las clases en Kenia en marzo, unas mil menores empezaron a prostituirse en los tres barrios de Nairobi que monitorea. 

FOTO: ILUSTRATIVA/CUARTOSCURO

La más joven de las menores que se prostituye identificada por Magura tiene tan solo 11 años.

No solo la prostitución es una opción, hay otras formas de trabajo es a la que terminan sumándose los menores, sin embargo suelen ser más agotadores y peligrosos.

Por ejemplo, Florence Mumbua, una madre soltera, y sus tres hijos, de 7, 10 y 12 años, parten piedras en una cantera bajo un calor sofocante. 

Es un trabajo agotador y peligroso, pero no tiene otra alternativa tras perder el empleo que tenía limpiando una escuela privada que cerró por la pandemia. 

FOTO: ILUSTRATIVA/TOMADA DE LA WEB

“Tengo que trabajar con ellos (los hijos) porque tienen que comer y lo que gano yo sola no alcanza”, explicó a AP. “Trabajando en equipo, sacamos lo suficiente para comer”.

Por su parte, Dominic Munyoki, de 15 años, y Mohamed Nassur, de 17, buscan metal para vender por el vertedero más grande de Kenia.

Phillista Onyango, quien dirige la Red Africana para la Protección y Prevención del Abuso y el Abandono de Menores, señaló que con las escuelas cerradas, varios padres de familia de barrios pobres prefieren que sus hijos trabajen a que se queden en casa y corran peligro de caer en las drogas o la delincuencia.

El Organismo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) advierte quelos avances logrados en los últimos años en la lucha contra el trabajo infantil corren peligro de ser anulados por la pandemia.

Señala, además, que por primera vez en 20 años podría registrarse un aumento en la cantidad de menores que trabajan. 

La ONU advirtió que millones de niños podrían ser explotados o forzados a realizar trabajos peligrosos.

 

Con información de AP

rgg