En Brasil, al igual que la mayoría de los países, se estima que la cifra de contagiados con el SarsCoV2 sea mayor a la reportada oficialmente, sin embargo, en el país gobernado por Jair Bolsonaro los números reales pueden ser hasta 12 veces más de los contabilizados (63 mil 328 casos y poco menos de 4 mil 300 muertes) -muestra un estudio conjunto de instituciones y universidades-; de lo que parecen dar cuenta el anuncio del gobierno de Sao Paulo de la creación de 13 mil nuevas tumbas en cementerios municipales y la contratación de 220 sepultureros en el de Vila Formosa, el camposanto más grande de América Latina.
SIGUE AQUÍ LA COBERTURA SOBRE EL CORONAVIRUS EN MÉXICO
Por otro lado, en los entierros que ya se efectúan Manaos, la mayor ciudad de la Amazonia, donde las Unidades de Cuidados Intensivos ya se encuentran saturadas, han comenzado a hacer fosas colectivas, donde los familiares de pacientes confirmados de covid-19, así como los que han perdido la vida antes de que lleguen los resultados de la prueba de coronavirus, solo pueden velarlos por 10 minutos. Posteriormente es enterrado por los sepultureros que llevan trajes de protección blancos, publica este lunes el diario español El País.
Cabe señalar que el cementerio de Vila Formosa fue de los primeros en ampliar su capacidad ante el avance la pandemia. Tan sólo en la última semana se han cavado 600 nuevas tumbas. En los cementerios municipales también harán nuevas, según anunció el alcalde de São Paulo, Bruno Covas, porque “lo peor está por llegar”.
“Si el Ejército pregunta eso es porque está haciendo un análisis estadístico ante la posibilidad de que haya un caos en la sanidad publica”, advirtió el alcalde, quien en un video difundido en redes sociales insistió en la importancia del confinamiento, medida que ha sido descartada por el presidente Bolsoraro y razón por la que Luiz Henrique Mandetta fuera cesado como ministro de Salud, y reemplazado por el médico Nelson Teich.
Ante la actual situación, Domingos Alves, profesor de Medicina en la Universidad USP en Riberão Preto, explica que, además de las cifras incompletas oficiales, los registros de fallecidos por insuficiencia respiratoria y neumonía a través del portal de transparencia pueden augurar discrepancias del doble o el triple en algunos municipios.
Brasil es tan desigual como grande su extensión territorial, resalta el profesor, lo que se refleja en las distintas dinámicas del Sistema Único de Salud, pues se registran altos índices de casos y muertes en ciudades como Fortaleza, Manaos o Macapá, a miles de kilómetros de las mayores urbes pero cuya sanidad es más frágil. Sin embargo, señala Alves, los contagios se reparten de manera más igualitaria.
En Sao Paulo y Río de Janeiro, las ciudades más afectadas “esta epidemia tiene una tasa de letalidad mayor para las clases con más problemas sociales y en franjas de edad más jóvenes”, apunta Alves.
(diego joaquín)