Varios incidentes en distintas ciudades de Argentina se reportaron, después de la derrota que sufrió la Selección de ese país, en el Mundial de Brasil 2014, contra su similar de Alemania.
En Buenos Aires, grupos de aficionados se enfrentaron a golpes entorno al Obelisco porteño y se arrojaron piedras mientras una multitud festejaba la actuación del equipo pese a la derrota.
La gran mayoría de las personas que se reunieron en este centro emblemático de las celebraciones argentinas se dispersaron tras el inicio de los incidentes aunque en calles aledañas seguían las caravanas de autos y muchedumbres expresando "mucho orgullo" por el seleccionado de Alejandro Sabella.
Decenas de policías debieron actuar para poner fin a los disturbios, dispararon balas de goma, gases lacrimógenos y arrojaron agua desde camiones hidratantes.
Según medios locales hay y más de 30 personas detenidas y al menos 20 resultaron heridas.
También, se registran destrozos en toda la estructura del Metrobús y en las señalizaciones de metal de la ciudad, las cuales fueron utilizadas como palancas para arrancar piezas de concreto y piedras.
Además se informó de robos en tiendas y vehículos, así como daños en locales comerciales y bancos.
En cuestión de minutos, el lugar, que estaba preparado para la fiesta, terminó en una situación de caos, con miles de ciudadanos escapando de los incidentes y de la reacción policial.
En las ciudades de La Plata, ubicada a 50 kilómetros al sur de Buenos Aires, y de Córdoba, a 800 kilómetros al norte de la capital argentina, la celebración también terminó en incidentes.
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