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Exagente de la DEA se hace pasar por espía para defraudar por 4.4 mdd

Kenneth Courtney engañó a funcionarios federales y empresas privadas para hacerles creer que era un agente secreto, en realidad era un fraude multimillonario

Escrito en MUNDO el

Kenneth Courtney, un exagente de la Administración por el Control de las Drogas (DEA, por sus siglas en inglés), se declaró culpable por defraudar al menos una docena de empresas por 4.4 millones de dólares. 

De acuerdo con el Departamento de Justicia de Estados Unidos, el hombre de 44 años se hizo pasar por un agente secreto de la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés) para cometer el crimen. 

Curtney dijo falsamente ser un oficial encubierto de la CIA involucrado en un programa altamente calificado con varios altos funcionarios estadounidenses.

Según la falsa historia contada por Courtney, este supuesto programa clasificado buscaba mejorar las capacidades de recopilación de inteligencia del gobierno de los Estados Unidos.

Sin embargo, el exagente nunca había sido empleado por la CIA y el grupo de trabajo que describió no existía.

Para lograr el fraude, Courtney se acercó a numerosas compañías privadas afirmando que necesitaban contratarlo para enmascarar su supuesta afiliación con la CIA. 

El exagente de la DEA también afirmó a las empresas que se les reembolsaría en el futuro dichos pagos salariales mediante la adjudicación de contratos del gobierno de Estados Unidos .

Además, obligó a las empresas a firmar acuerdos falsos de confidencialidad para que ninguno de los involucrados pudiera hablar abiertamente sobre el programa supuestamente clasificado, advirtiendoles que estaban bajo vigilancia extranjeros y hostiles.

Courtney creó cartas falsas que supuestamente habían sido emitidas por el Fiscalía General de los Estados Unidos que afirmaban otorgar inmunidad general a quienes participaron en el programa clasificado.

Como parte adicional del plan, el exagente de la DEA inventó una historia sobre sí mismo asegurando que había servido al Ejército de Estados Unidos y que durante las guerras del Golfo e Irak había asesinado a cientos de personas en combate, incluso relató que sufrió lesiones pulmonares por el humo causado por incendios provocados en campos petroleros.

Inventó además que un agente de inteligencia extranjero había intentado asesinarlo envenenandolo con ricina. 

Su fraude no se limitó a empresas privadas, también convenció a varios funcionarios gubernamentales reales y luego los usó para pulir su historia.

Courtney ordenó a las víctimas de sus fraudes que hablaran con estos funcionarios para verificar sus reclamos, e instruyó por separado a los funcionarios del gobierno sobre exactamente qué decir. 

Todas estas afirmaciones eran falsas. Kenneth Courtney hizo todo lo posible para convencer a las empresas de que era un agente encubierto. 

Por si fuera poco, el exagente de la DEA también obtuvo un puesto como contratista privado para el Centro de Evaluación y Adquisición de Tecnología de la Información (NITAAC) de los Institutos Nacionales de Salud (NIH) que brinda servicios de apoyo a la adquisición a agencias federales. 

Así, el exagente obtuvo acceso a información confidencial y no pública sobre las adquisiciones de otras agencias federales, que utilizó para intentar corromper el proceso de adquisición dirigiendo la adjudicación de contratos a empresas donde estaba en la nómina.

El fraude fue descubierto por las autoridades federales estadounidenses y Kenneth Courtney fue detenido y se declaró culpable. 

La sentencia contra el exagente de la DEA ha sido programada para el 23 de octubre de 2020.