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EU, con miedo de armas si Biden gana; policía en Texas, en alerta

Las leyes estatales permiten portar armamento de manera visible, una regla que a menudo aprovechan grupos que defienden segunda enmienda de la Constitución

Escrito en MUNDO el

El temor en parte de EU, y en concreto Texas, a una posible escalada de violencia en las calles si el aspirante demócrata a la Casa Blanca, Joe Biden, gana las elecciones de mañana, martes, es latente en el estado sureño, cuya población ha sido tradicionalmente amante de las armas.

Las leyes estatales permiten portar armamento de manera visible, una regla que a menudo aprovechan grupos que defienden a capa y espada la segunda enmienda de la Constitución estadounidense, que precisamente protege el derecho a la tenencia de armas, para exponer su arsenal sin problema en manifestaciones.

Este contexto y el hecho de que el gobernador de Texas, el republicano Greg Abbott, desplegará tropas de la Guardia Nacional en las grandes ciudades del estado vislumbran un panorama complicado en el día de las elecciones presidenciales y posteriores.

MIEDO A REBELIÓN DE AMANTES DE ARMAS

"Hay muchísimas colas de gente para comprar armas y munición, que dan la vuelta al bloque, y esto realmente me preocupa mucho. Vemos violencia por racismo, contra religiones minoritarias y el colectivo LGTBQI", comenta a Efe Dona Murphey, doctora en Neurociencia por el Colegio de Medicina de Baylor (Texas) y cofundadora del comité de acción política Doctors in Politics.

La realidad es que las ventas de armas, según datos del Sistema Nacional Instantáneo de Verificación de Antecedentes (NICS, en inglés) de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI), han crecido exponencialmente en las semanas previas a las elecciones presidenciales: En octubre se realizaron 192,000 verificaciones de antecedentes de armas en el estado de Texas, un aumento sustancial de las 178,000 hechas en septiembre.

"No creo que aquellos que quieran ver un cambio en nuestra Presidencia sean los instigadores de violencia. Estoy preocupada de que grupos de extrema derecha en nuestras comunidades y en todo Estados Unidos no acepten perder (las elecciones)", analiza Murphey desde un suburbio de Houston (Texas).

Para ella, la idea de que una potencial transición de poder no sea pacífica está provocando "ansiedad" y lamenta que actualmente esto sea “una posibilidad real”.

EL FBI ENTRA EN ACCIÓN

La tensión también se ha vivido durante la campaña. Sin ir más lejos, el FBI está investigando un incidente ocurrido el pasado viernes en Texas cuando partidarios del presidente Donald Trump emboscaron violentamente un autobús de la campaña de Biden.

El incidente, captado en video, tuvo lugar en una carretera interestatal del condado texano de Hays, colindante al condado de Travis, donde está la capital, Austin, y obligó a los demócratas a cancelar dos actos de campaña previstos por "motivos de seguridad".

Ante la situación, en la que, según los medios locales, participó un centenar de vehículos de partidarios de Trump, los miembros del equipo de campaña de Biden llamaron a la Policía, que no llevó a cabo detenciones.

De acuerdo a imágenes emitidas por la cadena CNN, una camioneta que escoltaba el autobús, conducido por un integrante de la campaña de Biden, resultó golpeado en uno de sus laterales por otros vehículos.

En una aparente muestra de apoyo a estas acciones, Trump tuiteó "Amo a Texas", junto a unas imágenes en las que se ve el autobús de campaña de su rival acosado por sus seguidores.

BATALLA REÑIDA

El nerviosismo sobre el resultado de las elecciones se palpa en la Avenida del Congreso de Austin, que termina en el Capitolio de Texas: Cerca de la emblemática tienda de botas y sombreros texanos Allen’s Boots, un grupo de seguidores de Trump con grandes banderas estadounidenses es mal visto por la mayoría de los transeúntes.

Y es que a pesar de que Texas ha sido durante mucho tiempo un bastión republicano, la capital, Austin, es desde hace décadas un refugio para los votantes más progresistas del estado y ha recibido oleadas de migración de profesionales de Silicon Valley (California), gracias a las facilidades de la ciudad a grandes empresas tecnológicas, como Google o Facebook.

La posible victoria demócrata, sin embargo, no será tarea fácil, ya que el último candidato liberal en hacerlo fue el expresidente Jimmy Carter (1977-1981) hace casi medio siglo.

Pero el récord de más de 9,6 millones de votantes tempranos apunta a que esta tendencia podría cambiar mañana 3 de noviembre. En 2016, cuando Trump venció por nueve puntos porcentuales, la participación total en Texas fue del 59.4 %, mientras que con los datos de votación actuales, el estado ya ha alcanzado el 57 % de participación.

Eso da cuenta de lo reñida que estará la batalla por uno de los estados que da más votos electorales (38) para llegar a los deseados 270 que otorgan la Presidencia. Las medias de Real Clear Politics para las últimas encuestas sobre las presidenciales en Texas dan como vencedor a Trump por una distancia de 2,3 puntos. Perder ese estado sería, sin duda, un duro golpe para las aspiraciones del actual presidente de continuar en la Casa Blanca y podría dibujar escenas violentas en las calles de la propia Austin, Houston, Dallas y San Antonio.

ANULAN 127,000 VOTOS EN TEXAS

Un juez federal estadounidense volvió a frenar este lunes un pedido de los republicanos para que se anularan casi 127,000 votos emitidos por anticipado en Texas, después de un fallo similar del Supremo de ese estado.

El juez del distrito sur de Texas Andrew Hanen se pronunció después de que el Tribunal Supremo de Texas rechazara este domingo la misma petición de los republicanos texanos.

Además, el Supremo de ese estado había rechazado el mes pasado una petición de impugnación similar.

La legalidad de los votos en cuestión, correspondientes al condado de Harris, que abarca a la ciudad de Houston y cuyos electores son de mayoría demócrata, había sido puesta en duda por un grupo de activistas y candidatos estatales republicanos que pidió la impugnación de esos votos ante los dos tribunales.

Pero el juez federal, según medios locales, se declaró a favor del conteo de los votos, al indicar que las votaciones se han realizado desde mediados de octubre y que la impugnación se presentó recién este fin de semana.

El motivo que alegaron los republicanos es el sistema de votación desde sus coches, como si se tratara de un restaurante de autoservicio, establecido por las autoridades para facilitar la participación de personas en riesgo o con problemas para hacerlo normalmente debido a la pandemia del coronavirus.

POLICÍA DE NUEVA YORK, TAMBIÉN PREPARADA

El jefe del Departamento de la Policía de Nueva York, Terence Monahan, aseguró este lunes que el cuerpo de seguridad "está listo para responder a cualquier tipo de incidente" en los días posteriores a las elecciones del martes en Estados Unidos.

"La policía de Nueva York está totalmente preparada para proteger el derecho al voto de todas las personas en el día de las elecciones (...). Y en los días siguientes, tendremos agentes adicionales preparados para responder a cualquier tipo de incidente", dijo Monahan en un mensaje de video difundido por su departamento.

Tanto personalidades políticas del Partido Republicano como del Demócrata han mostrado su temor de que se produzcan altercados tras la jornada electoral, y han acusado a sus contrincantes de no estar dispuestos a reconocer el resultado de las elecciones en las que el presidente Donald Trump, por detrás en las encuestas, busca su reelección.

Varias tiendas y edificios icónicos de Nueva York, como el Empire State Building, en el centro de Manhattan, han cubierto sus escaparates con tablones de madera por miedo a que se desaten protestas como las ocurridas a finales de mayo y principios de junio, cuando fueron saqueados decenas de negocios en el contexto de las protestas que estallaron para denunciar la violencia policial tras el asesinato de George Floyd.