Los funcionarios de salud pública en Houston están luchando por mantenerse al día con uno de los brotes de coronavirus más grandes del país pero entre sus herramientas de trabajo está el viejo fax, de acuerdo con The New York Times.
La máquina fax del departamento de Salud Pública del Condado de Harris en Houston recientemente se sintió abrumada cuando un laboratorio envió un gran lote de resultados de pruebas, rociando cientos de páginas por todo el piso.
"Imagine la imagen de cientos de faxes entrando, y la máquina simplemente dispara papel", dijo el Dr. Umair Shah, director ejecutivo del departamento. Hasta el momento, el condado ha registrado más de 40,000 casos de coronavirus.
Algunos médicos también envían por fax las pruebas de coronavirus al número personal del Dr. Shah. Esos documentos se colocan en un sobre marcado como "confidencial" y se envían al departamento de epidemiología.
Mientras Estados Unidos trabaja arduamente para controlar el coronavirus, sigue encontrando problemas causados por su sistema de salud fragmentado, un revoltijo de tecnología antigua y nueva y estándares de datos que no satisfacen las necesidades de los epidemiólogos. Los funcionarios de salud pública y los laboratorios privados han logrado expandir las pruebas a más de medio millón realizado diariamente, pero no tienen un sistema que pueda manejar sin problemas esa avalancha de resultados.
Los departamentos de salud rastrean la propagación del virus con un mosaico claramente estadounidense: un sistema de informes en el que algunos resultados de las pruebas llegan a través de una alimentación de datos fluida, pero otros llegan por teléfono, correo electrónico, correo físico o fax, una tecnología retenida porque cumple con los estándares de privacidad digital para la salud información. Estos informes a menudo vienen por duplicado, van al departamento de salud incorrecto o les falta información crucial, como el número de teléfono o la dirección de un paciente.
(Foto: Pixabay)
La ausencia de un proceso digital estándar está obstaculizando la notificación de casos y el seguimiento de contactos, crucial para frenar la propagación de la enfermedad. Muchos laboratorios se unieron al esfuerzo pero tenían una experiencia limitada en salud pública, lo que aumentó la confusión.
"Desde un punto de vista operativo, hace las cosas increíblemente difíciles", dijo el Dr. Shah.
Los datos se mueven más lentamente que la enfermedad
(María José Pardo)