En torno a la legalización de la marihuana en Canadá, en dicho país norteamericano se han desarrollado diversos estudios y análisis científicos que amplíen el panorama en referencia a los efectos en la salud del uso de la planta.
En este sentido, científicos han señalado que el riesgo de padecer daños cognitivos a causa del consumo de la planta es más alto para los cerebros jóvenes, personas que comienzan a fumar a los 12 años o antes, por ejemplo, y que además lo hacen constantemente y usan hierba de alta potencia.
En la ley canadiense se declaró que como delito el darle marihuana a cualquier persona menor de 19 o 18 años (varía según la provincia) y se estableció una pena de hasta catorce años en prisión en caso de delinquir.
Lee en La Silla Rota: Marihuana, el nuevo oro verde de los mercados
Para Matthew Hill, neurocientífico de la Universidad de Calgary, es razonable decir que el consumo de cannabis podría tener un impacto en el cerebro en desarrollo, ya que no es lo mismo que afirmar que definitivamente lo tendrá. “La evidencia no es tan consistente ni tan convincente como algunas personas piensan”, puntualiza.
De igual forma, la sustancia también es peligrosa para los jóvenes que cuentan con historiales de enfermedades mentales en su familia, como esquizofrenia o el trastorno bipolar.
No obstante, se ha señalado que el consumo de alcohol, así como el tabaquismo y los antecedentes familiares son factores más influyentes respecto la reducción del cociente intelectual, que el consumo constante de mariguana.
En relación a ello, un análisis reciente hecho a partir de 69 estudios enfocados en jóvenes que consumen cannabis con frecuencia, publicado en JAMA Psychiatry, develó que los efectos negativos en el funcionamiento cognitivo se disipan luego de 72 horas de no consumir la droga.
DJH