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Escándalo en Escocia, covid mata a la cuarta parte de un asilo

Home Farm, un hogar de ancianos, tiene a todos sus residentes infectados de covid-19 menos a siete

Escrito en MUNDO el

En la isla de Skye, en la costa occidental de Escocia, los residentes pensaron que se habían salvado del coronavirus, pero el lugar más frágil de la isla quedó catastróficamente expuesto: Home Farm, un hogar de ancianos. 

En la propiedad de una firma de capital privado, Home Farm, un hogar de ancianos, tiene a todos sus residentes infectados de covid-19 menos a siete y más de una cuarta parte están muertos, según los datos del The New York Times.

El número de muertos en los hogares británicos ha sido de 14,000, según cifras oficiales, y miles más muriendo como resultado indirecto del virus, por lo que estas cifras se están convirtiendo en un escándalo definitorio de la pandemia del primer ministro Boris Johnson.

Sin embargo, a los residentes y al personal se les negaron las pruebas, mientras que los trabajadores de hogares de ancianos rogaron en vano por equipo de protección. 

En Home Farm, ubicado sobre un lago plateado en un dedo del noreste de la isla, los empleados no saben cómo entró el virus, pero al principio de la pandemia, expresaron temor a sus jefes por la compañía que traía trabajadores de fuera de la isla.

Y se inquietaron por la media docena de nuevos residentes que fueron depositados en camas vacías, algunos de ellos de hospitales y otros de sus propios hogares.

John Gordon, miembro del consejo local de Skye, cuyo padre de 83 años es uno de los 10 residentes de Home Farm que han muerto, dijo a TNYT: "El gobierno le ha fallado a nuestros viejos".

Dentro de la casa, los miembros del personal estaban entrando en pánico, dijeron tres trabajadores, que hablaron para el diario bajo condición de anonimato porque habían recibido instrucciones de no hablar en público. A principios de abril, las reuniones de personal pidieron un mejor equipo de protección y, en algunos casos, ordenaron el suyo.

Pero la gerencia les dijo a los trabajadores que usaran máscaras solo alrededor de pacientes sospechosos de coronavirus, pero aún así, los gerentes a veces se negaron a usar máscaras ellos mismos, incluso en rondas de medicamentos a las habitaciones de los residentes.

Al sentirse desprotegidos por la gerencia, los empleados limpiaron la casa obsesivamente y aplicaron sus propias reglas de distanciamiento.

"La gente estaba petrificada", dijo uno de los empleados.

A finales de abril, los temores de los empleados se hicieron realidad: un asistente dio positivo.

Los residentes también mostraban síntomas, como disminución del apetito y altas temperaturas, por lo que para el 27 de abril los miembros del personal insistieron en que los residentes necesitaban ayuda, sin embargo, la gerencia les instó a no preocuparse, argumentando que era sólo la gripe, dijeron los tres trabajadores.

 

(María José Pardo)