Main logo

“Entre los 100 hombres que me violaron, no sé quién es el padre de mi hijo”

Durante el genocidio de 100 días en Ruanda, Carine fue violada por 100 hombres y producto de eso tuvo un hijo

Escrito en MUNDO el

Cuando Jean-Pierre terminó la primaria recibió un formulario donde le preguntaban quiénes eran sus padres. La pregunta los desconcertó, hasta ese momento de su vida solo tenía mamá, de su papá no tenía idea.

Ante la duda, Jean-Pierre cuestionó a su madre Carine sobre la identidad de su padre. Lo que no sabía era que detrás de esa respuesta había un pasado lamentable.

Jean-Pierre y Carine son originarios de Ruanda, África, donde se vivió un genocidio de 100 días en 1994, mismo que sufrió la mujer.

Durante la masacre, más de 800 mil personas, la mayoría de la etnia tutsi, fueron asesinadas por miembros de la etnia gobernante, los hutus.

Debido a dicho genocidio, no era rato carecer de padre en Ruanda, sin embargo, el caso de Carine era diferente.

Cuando Jean-Pierre comenzó a preguntar, a Carine no le quedó más que decirle la verdad, sobre todo porque si no era por ella, sería por alguien más que se enteraría, pues todo el pueblo lo sabía.

Carine fue violada por 100 hombres y producto de esos crímenes sexuales nació Jean-Pierre.

"Mi hijo seguía preguntando quién era su padre. Pero entre los 100 hombres o más que me violaron, no podía decir cuál de todos era el padre"

Varias fueron las violaciones tumultuarias en el genocidio de Ruanda, sin embargo, se desconoce el número exacto de niños producto de dichas violaciones.

Cuando Carine fue violada por primera vez, el genocidio acababa de comenzar, incluso, durante el asalto sexual todavía estaba sangrando por dos heridas de machete en ambos lados de la cara, que hasta hoy le dificultan comer y hablar.    

Unas horas más tarde, luego se ser arrastrada hasta el borde de un pozo, un grupo de soldados la asaltó sexualmente con pequeñas ramas y palos, causándole daños inimaginables.

Por si fuera poco, otro grupo la atacó mordiéndola por todo el cuerpo. Fue llevada posteriormente a un hospital, pues tenía “todo el cuerpo roto”.

Entonces, el hospital fue invadido por los perpetradores del genocidio. Carine no podía escapar, no podía moverse.

"Quien quisiera tener sexo conmigo podía hacerlo. Si los atacantes querían orinar, podían venir y hacerlo en mí"

No fue hasta que los rebeldes liberaron el hospital de los genocidas, que Carine pudo recibir el tratamiento que necesitaba.

Fue entonces cuando los doctores descubrieron que estaba embarazada, de Jean-Pierre.

"Cuando nació el bebé, no podía entender por qué. No podía creer que el niño fuera mío. Siempre estaba pensando en lo que había pasado. Después de dar a luz, me quedé con el bebé, pero no sentía amor"

Jean-Pierre tuvo “suerte”, pues su madre lo crio. Varios de los hijos productos de violaciones que se cometieron en el genocidio fueron abandonados.  

"La violación es un tabú. En la mayoría de los casos, la vergüenza cae sobre las mujeres en vez de caerle a los hombres", dice Sam Munderere, director ejecutivo de Survivors Fund (Surf).

Munderere coordina el programa de la Fundación Ruanda, que ofrece apoyo educativo y psicológico para las madres y niños nacidos como consecuencia de una violación durante el genocidio.

Fundación Ruanda también asiste a las mujeres en qué palabras contarles su historia a los hijos productos de una violación, pero confiesa que no es sencillo.

Una madre, por ejemplo, admitió que maltrataba a su hija porque creía que era traviesa debido a “cómo había nacido”.

Hay muchos más casos como el de Carine, que simplemente no sintieron nada por sus hijos.

Cuando ella le contó la verdad a Jean-Pierre, él entendió, pero sorprendentemente no sintió odio hacia el hombre que atacó a su madre, el nulo rencor del joven sirvió para Carine, quien ha decidido perdonar.

"Una de las cosas que más me traumatizaba era pensar en ellos. Pero cuando perdonas, te sientes mejor"

El caso de Carine y Jean-Pierre fue dado a conocer por las BBC, quienes le cambiaron el nombre a los protagonistas de esta historia debido a la vergüenza que sienten las víctimas de violación en Ruanda.

rgg