Nunca antes en la historia de los Estados Unidos un presidente había hecho un daño tan duradero al tejido de la democracia estadounidense en tan poco tiempo como lo ha hecho Donald Trump, asegura Der Spiegel.
“Las ruedas del ascenso de Trump fueron engrasadas por medios de comunicación cuyo modelo de negocio depende de sembrar las semillas de la ira y la discordia, pues sin el odio de Facebook no habría sido tan eficaz el manipular las elecciones de 2016 a favor de Trump, mientras que Fox News de Rupert Murdoch ha superado a todos los demás en la historia de la televisión al transformar mentiras y propaganda en miles de millones de dólares en ganancias e influencia política masiva”, dice la revista alemana.
Trump ha insistido repetidamente a sus seguidores en que la mayoría de los medios de comunicación estadounidenses, desde CBS hasta Boston Globe, no son más que fábricas de noticias falsas que trabajan en nombre de los demócratas, por lo que se ha dedicado a transmitir consignas de teóricos de la conspiración y racistas, insultó a demócratas y republicanos por igual y, desde que sus cifras en las encuestas comenzaron a caer, ha utilizado Twitter para fomentar dudas sobre la legitimidad de las elecciones.
Trump ha llegado tan lejos que las compañías de Internet ahora están considerando amordazar a Trump la noche de las elecciones para evitar que desate la violencia a través de un tuit, pero Trump no ha sido el único que ha empeorado el clima político en el país.
De acuerdo con Der Spiegel ninguna otra estación de televisión en la historia del país ha sembrado tanto odio y división como Fox News, la máquina de ganancias en el imperio mediático de Rupert Murdoch.
La forma en que funciona quedó a la vista el jueves de la semana pasada, cuando Trump y Biden se reunieron para su segundo debate, cuando los dos hombres se separaron después de una hora y media de combate, la mayoría de los comentaristas estaban unidos en la opinión de que nadie había emergido realmente como el ganador.
Pero luego, Sean Hannity salió al aire, la estrella de Fox News. Biden, dijo durante su presentación, finalmente se había atrevido a salir de su sótano después de varias semanas escondido. "Puede llegar a lamentarlo", entonó Hannity.
Día tras día, Hannity les dice a sus espectadores que Trump es un forastero valiente que sólo es atacado tan brutalmente porque se atreve a drenar el corrupto pantano de Washington. En su versión de los hechos, cada funcionario en Washington es un representante del "estado profundo", y los medios de comunicación como el New York Times o CNN son pura maquinaria de propaganda de izquierda.
Si miras Fox News con ojos europeos, la histeria de las noticias de la noche tiene algo involuntariamente divertido. Hannity llama constantemente al retador de Trump "tío Joe somnoliento, espeluznante y loco". Según Hannity, Biden es un títere senil en manos de socialistas radicales. El título belicista del libro de Hannity sobre las elecciones es "Live Free or Die". Pero Hannity no es un teórico de la conspiración loco que transmite desde un garaje en el oeste.
PRESIDENCIA TRUMP LIGADA A ÉXITO FOX NEWS
Reed Hundt recuerda para Der Spiegel exactamente cómo empezó todo.
Durante la presidencia de Bill Clinton, el abogado fue jefe de la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC), que otorga licencias para estaciones de televisión. En 1994, visitó a Rupert Murdoch, quien lo había invitado a cenar en su casa de Los Ángeles. Murdoch tenía un plan para revolucionar el negocio de la televisión estadounidense. Recuerda cómo Murdoch le dijo que cuando fuera a los quioscos de Londres, encontraría el Times para las clases medias educadas, el Guardian para la izquierda y tabloides como el Sun y el Mirror para el resto.
Y cómo le dijo que las estaciones de televisión en Estados Unidos están luchando por la audiencia moderada en el medio. El ingenioso plan de Murdoch era crear una estación de televisión que ocupara un nicho que nadie había visto antes: hombres blancos sin educación superior.
Murdoch no lo dijo en ese momento, dice Hundt, pero sabía que sus espectadores se inclinarían principalmente hacia la derecha. En cierto modo, dice Hundt, la presidencia de Trump está vinculada al éxito de Fox News. El canal de cable ha creado su propia audiencia y, en algún momento, se necesitó un político para entretener a esos espectadores. Si Trump no existiera, habría sido otra persona, dice.
Es por eso que no cree que una derrota de Trump haga que la gente de Fox recupere el sentido. La estación simplemente buscará un nuevo populista que pueda ayudar a generar buenos índices de audiencia e influencia política para la estación. "Fox News creará una nueva bestia", dice Hundt. Ésta es la consecuencia inevitable de todo el dinero que se destina a la política como agua sucia en un fregadero, dice. "La televisión estadounidense no siempre fue tan despiadadamente parcial como lo es hoy".
¿POR QUÉ SÍ BIDEN?
Joe Biden no es una cura milagrosa para lo que aflige a Estados Unidos, pero es un buen hombre que devolvería la estabilidad y la cortesía a la Casa Blanca, o al menos eso cree The Economist.
Lo anterior, luego de que el país que eligió en 2016 a Donald Trump como su presidente, hoy está más descontento y más dividido. Después de casi cuatro años de su liderazgo, la política está aún más enojada de lo que estaba y el partidismo aún menos limitado. La vida cotidiana es consumida por una pandemia que ha registrado casi 230,000 muertes en medio de disputas, burlas y mentiras.
Por eso, la votación sería para Joe, aseguran, pues podría comenzar a trazar un camino hacia la reconciliación, aunque sus políticas están a la izquierda de las administraciones anteriores.
Su promesa de “reconstruir mejor” valdría entre 2 billones y 3 billones de dólares, como parte de un impulso al gasto anual de aproximadamente el 3% del PIB.
Su impuesto aumenta a las empresas y los ricos sería significativo, pero no punitivo. Buscaría reconstruir la infraestructura decrépita de Estados Unidos, dar más a la salud y la educación y permitir más inmigración.
Su política de cambio climático invertiría en investigación y tecnología para impulsar el empleo. Es un administrador competente y un creyente en el proceso. Escucha los consejos de los expertos, incluso cuando son inconvenientes.
Es un multilateralista: menos conflictivo que Trump, pero más decidido. Sin embargo, a los republicanos vacilantes les preocupa que Biden, viejo y débil, sea un caballo de Troya para la extrema izquierda.