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El campamento migrante que surgió bajo la supervisión de Biden: LA Times

Aunque Joe Biden cumplió una de sus promesas electorales y cerró un campamento de migrantes en Matamoros, otro se formó en Reynosa poco tiempo después

Escrito en MUNDO el

Durante su campaña electoral, Joe Biden prometió cerrar un campamento en la frontera de México, en donde la administración de Donald Trump dejó a miles de migrantes esperando los resultados de sus casos de migración.

Aunque el presidente cumplió su promesa y vació el campamento en Matamoros durante la primavera, tras su toma de poder, uno nuevo se formó en Reynosa.

Las condiciones son peores que en el antiguo campamento, explica el diario Los Angeles Times. Además, ahora que los tribunales restablecieron el programa “Permanecer en México”, es más complicado para los solicitantes de asilo entrar legalmente a Estados Unidos.


EL CAMPAMENTO EN REYNOSA

Hasta la semana pasada, unos dos mil migrantes vivían en el campamento “Plaza las Américas”, como es conocido por ellos mismos. Hay menos agua potable que en Matamoros. También hay menos baños, regaderas y otros servicios sanitarios. Además, cuesta dinero usarlos.

A esto se le suma que cada vez son menos los voluntarios estadounidenses, incluyendo a los abogados especializados en migración, que están dispuestos a cruzar la frontera.

Los migrantes son vulnerables a extorsiones por parte de los cárteles de la región. Quienes salen de la ciudad, o incluso del campamento, sin pagar a un contrabandista se arriesgan a ser secuestrados.

Sin embargo, también son vulnerables a los brotes de la covid-19, ya que no tienen acceso a mascarillas, pruebas o vacunas, y a la presión por parte de las autoridades mexicanas para que se marchen.

"Quieren que nos vayamos", explicó una madre soltera de Honduras al diario.

No se sabe a dónde irían los migrantes. El mes pasado, las autoridades de Reynosa iniciaron una batalla legal para demoler otro refugio de migrantes, el principal de la ciudad. Aunque es posible que se construya otro campamento, esto llevaría semanas y costaría decenas de miles de dólares.

Hay días en los que los migrantes no comen nada. La ayuda que les llevan los voluntarios mexicanos, que van por parte de la iglesia, solo llega de vez en cuando. La comida que ofrecen los vendedores en el campamento es muy cara para ellos.

A pesar de sus condiciones, aún hay personas que van al campamento a burlarse de los migrantes.

"Siempre hay racismo, siempre hay, ''¿Por qué estás aquí? Vuelve a tu país, no eres bienvenido en México''", dijo otro de ellos al diario.


ACV