Tras dejar Siria a causa de la guerra y refugiarse en Bélgica, el artista Abdalla Al Omari decidió plasmar su frustración a lienzos donde los líderes de diversos países viven lo que él ha sufrido.
Llamada “Las series de la vulnerabilidad”, el pintor coloca al presidente sirio Bashar Al Assad como uno de los 5 millones de compatriotas refugiados o a ex primer ministro de Reino Unido como un inglés sin preocupaciones más que llenar su tarro de cerveza.
“Quería imaginar cómo todos estos líderes poderosos se verían en nuestros zapatos”, relata Al Omari.
En sus dibujos también aparecen los expresidentes de Francia, Nicolas Sarkozy y François Hollande desahuciados en la calle, o a al presidente estadunidense, Donald Trump, con la mochila al hombro, un niño en brazos y una foto de una familia que ya no le acompaña.
“Fue una especie de reacción personal sobre mi historia como alguien desplazado. Quería una dulce venganza pero con arte”, declara el pintor sobre su obra.
Y agrega: “Me he convencido de que el arma más poderosa que posee la humanidad, más allá de las balas y las bombas, es nuestra memoria colectiva. La vulnerabilidad es un regalo que debemos celebrar”.
Y más allá de una “dulce venganza”, Al Omari dice saber que esta es una forma para apelar al espectador a pensar en los sectores vulnerables.
“Los medios hablan del número de inmigrantes, pero debemos pensar en quién es esta gente. Cuáles son sus historias personales”, argumenta.
La colección de Al Omari se expone en la Galería Ayyam, en Dubai.
“No lo hice por mi o para aliviar mi dolor, sino para devolverles su humanidad y ofrecer al público un vistazo a lo que el poder de la vulnerabilidad puede alcanzar”, concluye.
Con información de El Confidencial