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Donald Trump amaga con endilgarle migrantes a ciudades demócratas

Admiten en EU a 60 centroamericanos tras la decisión de un juez de declarar inválida la política de retornar a México a quienes pidieron asilo

Escrito en MUNDO el

Tras la decisión de un juez de rechazar la política del gobierno de Estados Unidos de enviar de nuevo a México a centroamericanos solicitantes de asilo, Donald Trump amenazó con enviar a los inmigrantes ilegales a las llamadas ciudades “santuario” gobernadas por demócratas.

"Debido a que los demócratas no están dispuestos a cambiar nuestras muy peligrosas leyes de inmigración, como se ha informado, estamos considerando seriamente colocar a los inmigrantes ilegales en las ciudades santuario", dijo Trump.

"Podríamos hacer lo que siempre dicen que quieren", dijo Trump, si los demócratas no están de acuerdo con las nuevas políticas de inmigración. "Los llevaremos a las áreas de la ciudad santuario y dejaremos que esa área en particular se encargue de eso", dijo, y agregó que California acogió con satisfacción la idea de que más personas vengan al estado.

"Podemos darles mucho. Podemos darles un suministro ilimitado ", dijo.

Los comentarios se dieron un día después de que la administración dijera que la propuesta nunca fue considerada seriamente. Pero después de las publicaciones del presidente en Twitter este viernes, un portavoz de la Casa Blanca dijo que los demócratas deberían trabajar con la administración para dar la bienvenida a los migrantes a sus distritos.

"Los demócratas dicen que debemos tener fronteras abiertas y que los inmigrantes ilegales tienen derecho a estar en este país a toda costa", dijo el portavoz, Hogan Gidley, y agregó que "deberían trabajar con la administración para encontrar la mejor manera de transportar a los extranjeros ilegales que ya están listos para su liberación, a las comunidades en sus distritos y estados".

Una de las ciudades santuarios de más alto perfil es San Francisco, tierra de la presidenta de la Cámara de Representantes Nancy Pelosi, que es una de las principales rivales políticas del presidente y una espina en sus esfuerzos por cambiar las leyes de inmigración estadounidenses.

El senador Edward J. Markey, demócrata de Massachusetts, un estado con varias ciudades santuario, criticó la propuesta del presidente.

"El plan de Trump de liberar a los migrantes a las ciudades ‘enemigas’ como si fueran algún tipo de contagio es reprobable", escribió Markey en Twitter. "Trump está obsesionado con las ciudades fronterizas y santuarios porque solo gana al dividir a la gente".

ESPERAN EN EU ASILO 60 CENTROAMERICANOS

Al menos 60 solicitantes de asilo centroamericanos que esperaban en México se analizaran sus casos fueron autorizados a permanecer en Estados Unidos en acatamiento a un juez que el lunes rechazó la política del gobierno del presidente Donald Trump de enviarlos nuevamente a la frontera.


Las admisiones se dieron a pesar de que el fallo entraba en vigor recién el viernes y a que no se aplica claramente a los cientos de personas que fueron regresadas a México.

La cantidad de casos y el resultado fueron confirmados por un abogado y un reportero de Reuters que asistió a los procedimientos judiciales en San Diego esta semana.

El gobierno de Trump dijo que apelará la decisión, y el Departamento de Seguridad Nacional no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios sobre si hubo un cambio en la política.

Entre las personas autorizadas para continuar con sus casos en Estados Unidos se encuentra Gabriela Orellana, una salvadoreña de 26 años, y sus dos hijos. “Estoy aquí, gracias a Dios, en un refugio en San Diego”, dijo en una entrevista telefónica el jueves.

Pero la postura del DHS en los casos en una corte de San Diego muestra que el gobierno está permitiendo que algunos migrantes que vienen de México se queden en Estados Unidos a medida que sus casos son considerados.

Una fuente del Instituto Nacional de Inmigración de México dijo el jueves que alrededor de 1,400 personas han sido devueltas a ese país bajo la política de Protocolos de Protección a Migrantes (MPP, por su sigla en inglés) desde enero, la mayoría de ellas a la ciudad fronteriza de Tijuana.

La política se intensificó en los días previos al fallo, según muestran las estadísticas del gobierno mexicano.

Entre las personas autorizadas para continuar con sus casos en Estados Unidos se encuentra Gabriela Orellana, una salvadoreña de 26 años, y sus dos hijos. “Estoy aquí, gracias a Dios, en un refugio en San Diego”, dijo en entrevista telefónica el jueves.

El gobierno de Trump ha argumentado que los solicitantes de asilo que son liberados en territorio estadounidense a menudo no se presentan a sus audiencias, algo que no concuerda con las estadísticas federales que muestran que la mayoría sí lo hace.

Carmen Rivera, quien dijo que estaba huyendo de las pandillas en El Salvador, había perdido la esperanza de recibir asilo en Estados Unidos después de que la enviaron de regreso a México.

Dijo que hace unas semanas decidió no asistir a su audiencia en la corte en San Diego. Sin embargo, después del fallo de esta semana, cambió de opinión.

“Me emociona saber que tenemos esa oportunidad porque regresar a México, a Tijuana, es muy peligroso”, dijo desde un refugio cerca de la valla fronteriza de México, donde muchos migrantes viven en tiendas de campaña. “Gracias a Dios esto cambió”.

LA RENUNCIA DE KIRSTJEN NIELSEN

La renuncia de Kirstjen Nielsen, quien fuera secretaria de Seguridad Nacional en el gobierno de Donald Trump, ocurrió luego de que el presidente saltara su autoridad y le pidiera directamente al comisionado de Aduanas y Protección Fronteriza, Kevin McAlennan, cerrar la frontera con México aún si hubiera problemas legales.


El diario The New York Times asegura que la conversación ocurrió en Calexico, California, durante la visita que Trump hizo la semana pasada, y que tres personas informadas de ello lo confirmaron.

McAlennan fue designado posteriormente secretario interino de Seguridad Nacional en sustitución de Nielsen.

Se agrega que no estaba claro a qué se refería. Trump con su solicitud o comentario adicional al McAleenan de que lo perdonaría si encontraba algún problema legal como resultado de la acción. Los jueces federales ya han bloqueado los intentos del gobierno de limitar a los solicitantes de asilo que ingresan ilegalmente al país, y no es probable que McAleenan hubiera terminado en la cárcel si hubiera seguido la directiva del presidente.

Una de las personas enterada de la conversación dijo que era posible que Trump hubiera intentado hacer los comentarios a McAleenan como una broma. Pero la conversación alarmó a los funcionarios del Secretaria de Seguridad Nacional a quienes se les informó de ello.

Nielsen se había negado antes a continuar con el deseo de Trump de cerrar la frontera, diciéndole que era ilegal. Pero el presidente alentó a McAleenan a ignorar a Nielsen y hacer cumplir la medida él mismo. Dos días después Nielsen presentó su renuncia bajo la presión de Trump.

JGM