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Desde el cuarto de su casa, joven estadounidense hizo fortuna con opioides

Un muchacho de Utah distribuyó, junto con sus amigos, más de medio millón de píldoras por todo EU usando el correo convencional

Escrito en MUNDO el

Un joven estadounidense, habitante de un suburbio en Salt Lake City, se convirtió en millonario al comercializar de manera clandestina y “pirata” pastillas con el sello de oxicodona que distribuía mediante sistema de paquetería y correos a todo el país, publicó Reforma, citando un cable de AP.

Las pastillas llegaban de a miles a buzones de todo el país, rojas y azules, con el sello de oxicodona estampado en ellas. Era envasado en réplicas perfectas de pastillas de oxicodona en el sótano de su casa y vendido por internet, con entregas, nuevamente, por correo.

Eran píldoras falsas con fentanilo, un potente opioide sintético que está escribiendo un capítulo mortal en la historia de Estados Unidos. Las pastillas habían sido enviadas desde suburbios de Salt Lake City.

Así, el joven de 29 años que no terminó la universidad, de nombre Aaron Shamo, se hizo rico, construyendo un imperio de tráfico de fentanilo tan solo con su computadora y un par de amigos.

Durante tres semanas este verano, esos millennials suburbanos contaron en un juicio cómo fentanilo comprado y vendido a través de internet transformó el comercio de las drogas ilegales. No fue el testimonio de sanguinarios capos del narcotráfico ni nada que pueda frenar un muro en la frontera con México.

De acuerdo con un cable de AP, la forma en que él y sus amigos lograron inundar el país con medio millón de pastillas falsas de oxicodona revela la facilidad con que el fentanilo recorre el mundo, amenazando con llevar la epidemia fuera de Estados Unidos. Un polvo hasta 100 veces más fuerte que la morfina era comprado en un laboratorio de China y llegaba a Utah por correo.

Todo esto ocurre en momentos en que la demanda civil más grande de la historia pone a prueba hasta qué punto la industria farmacéutica debería ser considerada responsable de inundar el país con analgésicos, generando adicciones masivas.

Purdue Pharma, fabricante de la popular OxyContin, llegó a un principio de acuerdo por 12 mil millones de dólares con la mitad de los Estados y unas 2 mil administraciones locales.

La crisis empezó en la década de 1990, en que los opioides recetados dieron paso a la heroína, la cual a su vez despejó el camino al fentanilo.

Según cálculos oficiales, el fentanilo ha causado la muerte de decenas de miles de personas desde su aparición en las calles en 2013. Hay dos fuentes de abastecimiento: Los cárteles mexicanos y paquetes enviados directamente por correo desde China, donde es producida masivamente, sin controles del gobierno. Hay muchos traficantes nuevos como Shamo, según las autoridades.

Cuando un paquete sospechoso proveniente de China hizo que los investigadores se interesaran en Shamo, ya había producido al menos 458 mil 946 pastillas potencialmente venenosas, según el gobierno.

Al catear su casa, encontraron 1.2 millones de dólares en un cajón donde guardaba sus calcetines, y en una caja fuerte, y más dinero en criptodivisas.

Shamo empezó su negocio con su viejo amigo Drew Crandall.

Ambos comenzaron a vender Adderall, una medicina recetada para el déficit de atención, usando buscadores especiales no regulados.

Un traficante local le comentó a Shamo que podría ganar fortunas vendiendo oxicodona falsa hecha con fentanilo.

Con ayuda de otro amigo, Jonathan Luke Paz, a quien reclutó luego que Crandall se fuera del país, Shamo vendía las pastillas tanto a individuos como a traficantes, quienes luego la ofrecían en la calle.

Cuando la Policía interceptó los envíos de un solo día, contó 34 mil 828 pastillas de fentanilo destinadas a direcciones de 26 estados. Algunas eran ofrecidas en internet como fentanilo, otras no, sino que eran vendidas como 30 miligramos de oxicodona.

Los fiscales afirman que decenas de clientes de Shamo murieron, pero lo acusan solo en conexión con una muerte, la de Ruslan Klyuev, de 21 años, quien falleció en su habitación en Daily City, California. Junto a su cadáver se encontró un sobre en el que había recibido pastillas provenientes de Utah.

Shamo fue condenado por 12 cargos, incluido el de desarrollar actividades delictivas en forma continuada, cargo reservado generalmente para gente como Joaquín "El Chapo" Guzmán, que conllevan condenas fijas de por vida.

El jurado no llegó a un acuerdo en torno a una treceava acusación, la relacionada con la muerte de Klyuev.