La totalidad de los representantes federales demócratas de Texas solicitaron al procurador general de la entidad, Greg Abbott, denunciar la presencia de grupos de milicias en la frontera con México.
En una carta al procurador de Texas, los 12 legisladores federales demócratas pidieron también a Abbott “clarificar la jurisdicción” y colaboración de estos grupos con las policías locales y la Patrulla Fronteriza.
“Estamos profundamente preocupados por los recientes informes de prensa y fotos de grupos de milicianos armados y enmascarados que supuestamente patrullan la frontera de Texas ante la llegada de menores no acompañados desde Centroamérica a nuestro estado”, indicaron.
La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) confirmó este miércoles, por primera vez, que la dependencia está “consciente” de la presencia de las milicias en el Valle del Río Grande y en la zona de Laredo.
En su carta, los legisladores calificaron a las milicias como grupos “sin ley” que “perpetuan el estigma de que la frontera es una zona de guerra”.
Al menos tres grupos de milicias han informado en sus sitios de internet y a través de las redes sociales que se han estado organizado desde hace más de un mes para patrullar la frontera y auxiliar a las corporaciones civiles y la Patrulla Fronteriza.
“Estas milicias fuera de la ley podrían empeorar una situación ya difícil y promover la violencia contra los menores que buscan refugio y que huyen de situaciones de violencia en sus países de origen”, expresaron los representantes federales en su carta.
El periódico The San Antonio Express News publicó esta semana más de 30 fotografías de los patrullajes que realizan los miembros de las milicias a lo largo de la zona fronteriza.
Mientras tanto, el despliegue de efectivos de la Guardia Nacional a la frontera de Texas con México podría comenzar en los próximos días, pese a las críticas por la presencia militar en la zona y la persistente incertidumbre sobre su efectividad.
El gobernador de Texas, el republicano Rick Perry, ordenó el pasado 21 de julio el envío de hasta mil soldados de la Guardia Nacional a la frontera sur en respuesta a la ola migratoria en la zona y la ausencia de recursos federales para contenerla.
Justificó su decisión al sostener que el flujo de menores migrantes no acompañados ha absorbido los recursos de la Patrulla Fronteriza y otras corporaciones, forzándolas a enfrentar la crisis humanitaria y desviándolas de sus funciones de protección de la seguridad nacional.
Señaló que los soldados ayudarán a disuadir el tráfico de drogas e indocumentados, mientras que los agentes de la Patrulla Fronteriza se ocupan de detener y procesar a los migrantes menores de edad (Notimex).
kpl