El presidente electo Donald Trump debe tener una oportunidad para liderar a Estados Unidos, dijo su contricante derrotada Hillary Clinton.
En su primera aparición después de conceder el triunfo a Trump, la demócrata dijo tener esperanzas que de el magnate será un presidente exitoso para todos los estadounidenses.
Clinton llamó a su seguidores a respectar los resultados de la eleción, ya que la constitución resalta una transición de poder pacífica.
Los errores de Clinton
Hillary Clinton cometió varios errores a lo largo de su campaña que la llevaron a la derrota, uno de ellos fue cuando un destacado grupo de simpatizantes la invitó a una prestigiosa reunión del Día de San Patricio en la Universidad de Notre Dame, una invitación que se hizo a candidatos presidenciales anteriores también.
A esta petición la campaña de Clinton se negó, explicando a los organizadores que “los católicos blancos no eran la audiencia que ella necesitaba”.
Por otro lado el debate sobre sus correos electrónicos personales, colocó en duda su campaña, además de que varios se preguntaban sobre el futuro de EU en caso de que una mujer fuera electa presidenta.
Clinton enfocó su campaña a los votantes suburbanos educados en la universidad dejando de lado a los votantes blancos de la clase obrera que apoyaron a Clinton en 1992. Un error que acentuó su la perdida de la presidencia estadounidense.
Además apuntaron al electorado emergente de votantes jóvenes, latinos y afroamericanos que catapultaron a Obama a la victoria dos veces.
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Mientras tanto, Trump con la frase, "Hacer a América grande otra vez ", creo ideologías nuevas y apuntó a varios sectores la población.
La elección de votantes de Clinton no fue la mejor, "La creciente mayoría demográfica aún no está allí", dijo Anita Dunn, estratega demócrata y ex directora de comunicaciones de la Casa Blanca. "La idea de que se puede llegar a una campaña presidencial y simplemente pulsar un botón y ellos votarán, todavía no está ahí".
“Las debilidades en su candidatura” (dijo Dunn) y la de otros líderes demócratas fueron más que demográficas.
Además de que “su campaña parecía más un repudio hacia Trump que la propia visión positiva de Clinton para el país. Incluso el clamor de cierre de la Sra. Clinton en los últimos días de su campaña” - "¡El amor triunfa sobre el odio!" - sonaba como un juego en el oponente.
Su campaña tenía contradicciones y desafíos. Quería hacer de la historia la primera presidenta femenina, pero no quería jugar tanto como para despedir a los hombres.
“Ella prometió ayudar al pequeño, pero aceptó millones de dólares para discursos a Wall Street. Ella quería unir al país, pero ella sufría de un número obstinadamente alto de votantes que no confiaban o le gustaban”.
Con información de The New York Time
vva