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¿Conflictos o discusiones? Con estos 5 trucos podrás llegar a una buena negociación

Aprender a afrontar estas situaciones nos ayudará a rebajar considerablemente la tensión en nuestra vida personal y profesional

Escrito en MUNDO el

Bien dicen que la vida no es fácil pero sí es negociable, pues el hecho de que diariamente nos encontremos con opiniones y deseos diferentes a los nuestros, nos obliga a buscar un punto de encuentro, convirtiéndonos en negociadores.

Gran parte de los conflictos o discusiones que tenemos se deben a las dificultades que se presentan durante la negociación con nuestros amigos, familiares o con nuestros jefes y aprender a afrontar estas situaciones nos ayudará a rebajar considerablemente la tensión en nuestra vida personal y profesional.

Para eso hay que saber que existen a dos tipos de personas que se enfrentan a los problemas, una de ellas es desde la posición blanda, la que consiste en ceder a la mínima de cambio a pesar de los propios intereses y la otra está la posición dura, aquella que vive la diferencia de intereses como una lucha en la que no se cede ni un ápice en nada.

Negociación de principios

Pero, entre ambas posiciones existe una tercera manera de negociar: la negociación de principios, también conocida por el Método Harvard de Negociación propuesta por los autores William Ury, Roger Fisher y Bruce Patton en los años setenta.

El método se asemeja a la posición blanda en las relaciones y, a la dura, en los méritos que busca, por lo que la técnica ha sido ampliamente divulgada, misma que ha formado desde diplomáticos y directivos a comerciales o gente que simplemente quería mejorar en algo tan esencial.

Aquí te decimos algunas de las claves para poder aplicarlo en nuestro día a día.

Primero

Cuando te enfrentes a un conflicto, tienes que separar los problemas de las personas. Eso significa que una buena negociación es aquella que sabe cuidar la relación con el otro (posición blanda) al tiempo que busca un buen acuerdo común. Por tanto, en tu discusión has de cuidar la gestión de tus emociones y centrarte solo en el problema.

Segundo

Se debe negociar sobre los intereses, y no sobre la posición que adoptamos. Por tanto, ante un problema, se debe indagar en qué busca el otro, más allá de la actitud que está tomando. Ten presente lo tuyo. Esto te dará pistas.

Tercero

Hay que buscar las opciones de mutuo beneficio, para que las dos partes salgan ganando.

Cuarto

Tenemos que buscar estándares objetivos, para evitar emociones que introducen mucho ruido, se ha de cuantificar lo máximo posible nuestros objetivos. haciéndonos las siguientes preguntas: ¿Cómo sabremos que hemos conseguido un buen trato? ¿Cómo podríamos medirlo?

Cinco

Definamos un MAPAN (Mejor Alternativa Posible a un Acuerdo No negociado). No siempre podemos alcanzar negociaciones exitosas, así que necesitamos tener definidas las alternativas o salidas posibles.

Con información de World Economic Forum.

MJP