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"Chalecos amarillos", ¿por qué destrozan Francia?

El presidente francés Emmanuel Macron se encontró con una escena caótica al volver de la cumbre del G-20 en Argentina este domingo

Escrito en MUNDO el

Entre aplausos y abucheos, Emmanuel Macron, presidente de Francia, recorrió los lugares donde se produjeron las protestas el fin de semana. Entre restos de autos quemados y ventanas de comercios destrozadas en la avenida Kléber, en París, el mandatario vio cómo se pintaron grafitis en su contra, además de los daños en las oficinas del Arco del Triunfo, saqueadas el día anterior.

"Nunca aceptaré la violencia", dijo Macron en una conferencia de prensa en Buenos Aires el sábado, donde se encontraba con motivo de la cumbre del G-20.

Ninguna causa justifica que las autoridades sean atacadas, que las empresas sean saqueadas, que los transeúntes o los periodistas estén amenazados o que el Arco de Triunfo sea manchado", dijo.

Miles de manifestantes, liderados por el movimiento de los llamados "gilets jaunes" (chalecos amarillos), salieron a las calles para exigir que el gobierno dé marcha atrás al aumento en el impuesto del diésel.

El presidente y sus ministros tuvieron una reunión urgente sobre seguridad para decidir qué acción tomar en respuesta a la violencia que tiene conmocionado a buena parte del país.

Así, en búsqueda de una salida política a la crisis, Macron dio instrucciones al primer ministro, Édouard Philippe, para que sostenga conversaciones con líderes políticos y manifestantes para poner fin a la ola de protestas.

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Es por esta razón que el primer ministro se reunió con los partidos de la oposición, pero mientras esto se llevaba a cabo los manifestantes bloqueaban depósitos de combustibles de la petrolera Total, que reportó 75 gasolineras desabastecidas.

Desde que comenzaron las manifestaciones hace dos semanas, tres personas han muerto en incidentes de violencia en todo el país.

Más de 100 personas resultaron heridas en la capital francesa, incluidos 23 miembros de las fuerzas de seguridad, y cerca de 400 personas fueron arrestadas este fin de semana, dijo la policía.

Por su parte, la ministra de Justicia, Nicole Belloubet, ha prometido aplicar toda la fuerza de la ley a las personas a las que incurran en violencia.

El Ministerio del Interior de Francia dijo que unas 136,000 personas participaron en las protestas en todo el país, mostrando un amplio apoyo al movimiento de los "chalecos amarillos".

El portavoz del gobierno, Benjamin Griveaux, le dijo a Europe 1 que una declaración de estado de emergencia era una opción a implementar: "Tenemos que pensar en las medidas que se pueden tomar para que estos incidentes no vuelvan a ocurrir".

Los "gilets jaunes", llamados así porque han salido a las calles usando una prenda amarilla fluorescente muy vistosa, se quejan del fuerte aumento en los impuestos al diésel.

Ante ello, Macron ha asegurado que la medida tiene una justificación ambiental, pero los manifestantes dicen que el aumento es insostenible, especialmente con los habitantes de fuera de la ciudad que dependen de sus autos.

El precio del diésel, el combustible más utilizado en los automóviles franceses, ha aumentado alrededor de un 23% en los últimos 12 meses a un promedio de US$1.71 por litro.

El movimiento de protesta no tiene un liderazgo identificable, sin embargo, ha ganado impulso a través de las redes sociales, con una amplia gama de participantes desde la extrema izquierda anarquista a la extrema derecha nacionalista, así como muchos moderados.

Los más radicales ya piden la renuncia de su presidente y que se convoque a nuevas elecciones.

Cerca de 300,000 personas participaron en la primera manifestación a nivel nacional, el 17 de noviembre.

Los "chalecos amarillos" se reunieron durante un tercer fin de semana el sábado pasado y salieron a las calles de todo el país, incluso en Narbonne, Nantes y Marsella.

En los Campos Elíseos, en el centro de París, la policía disparó gases lacrimógenos, granadas de aturdimiento y cañones de agua, mientras que manifestantes enmascarados lanzaron proyectiles y prendieron fuego a edificios.

Se apagaron casi 190 incendios y seis edificios resultaron dañados por el fuego en su totalidad, dijo el Ministerio del Interior.

Grandes almacenes y estaciones de metro fueron cerrados como resultado de la violencia.


mlmt