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'Cervantino Callejero', otra opción para turistas

Los artistas deleitan con sus caricaturas en las calles del Festival del Cervantino, lo que lo convierte en otra atracción para turistas

Escrito en MUNDO el

Guanajuato.- Dos artistas de alto nivel. Uno es Arturo Olivelia (“Oli”), egresado de la Academia de San Carlos en la capital del país, donde luego fue docente; el otro es Pedro Ricardo Durán (“Pter Plop”), llamado el mejor artista de Tequisquiapan en su tipo. Hoy, ambos son los emblemáticos caricaturistas del “Cervantino Callejero”.

 

Si bien el Festival Internacional Cervantino (FIC) que se lleva a cabo en su edición 42, del 8 al 26 del mes en curso, incluye 685 actividades que realizarán tres mil 700 artistas nacionales y de numerosas naciones del mundo, el llamado “Cervantino Callejero” también ofrece alternativas para los 400 mil visitantes que espera en el mismo lapso.

 

“Oli” nació en la Ciudad de México pero por sus venas sólo corre sangre guanajuatense. “Llegué aquí por primera vez hace más de 40 años para dibujar a la gente. Inconstantes eran mis visitas, pero hace 20 años vengo a Guanajuato durante la realización del Festival Internacional Cervantino (FIC)… pero al “Callejero”, no al oficial”, explicó.

 

Por su parte, “Pter Plop”, de alguna manera discípulo de su colega y amigo “Oli”, destacó que este año, particularmente, “el panorama pinta con los caricaturistas”, pues “contamos con la simpatía de los asistentes al FIC y con el apoyo de las autoridades para poder hacer nuestra labor; la alegría está en todos lados, en las calles, dentro y fuera de los recintos”.

 

Al hacer un ejercicio de síntesis de sus dos décadas ininterrumpidas en el FIC, el maestro Olivelia, aseguró, durante una entrevista con Notimex, que la caricatura es una forma que él tiene divertirse y compartir ese estado de ánimo con la gente. “Es emocionante hacer caricatura porque todos tenemos algo de gracia, en la expresión y nuestra forma de ser”.

 

Considera que la caricatura no es destrucción ni mofa, “sino buscar la gracia de cada uno, hallarla en los demás. A través de este arte plástico, respetamos al modelo, y tratamos de presentarlo como algo bonito y gracioso y para lograrlo, hemos desarrollado una suerte de psicología que nos permite observar superficialmente el carácter de cada persona”.

 

“Oli” explicó que cuando observa a los jóvenes que en grandes oleadas llegan hasta este municipio, y se detienen frente al estudio que comparte con “Pter Plop” en el corazón de la ciudad, percibe, gracias a su sinceridad y espontaneidad, que son naturales. “Viene ‘el serio’, ‘el comelón’, ‘el malora’, “la chica fresa’, “el feo”, “el galán” y otras figuras”.

 

El entrevistado trata de exaltar todo eso, y aunque parece una metodología sencilla y fácil de desarrollar, requiere de preparación académica, superación constante, disciplina y una educación acendrada, además del talento para dibujar. “Lo primero es la observación y la interacción porque todos somos caricaturizables; hasta el más serio, tiene algo gracioso”.

 

De esa forma, explicó quien fuera profesor en la Academia de San Carlos, una vez que terminó de montar su estudio, que sin criticar a las personas se les expone de manera no ofensiva, “de tal forma que el dibujado disfrute al máximo el momento que posa para que nosotros le hago su caricatura; que se regocije con la obra y no que sea víctima de ella”.

 

Pedro Ricardo Durán, mientras tanto, dejó ver que nacido en San Luis Potosí, tiene 29 años radicado en Querétaro. Afable, sonriente siempre y con evidente orgullo, reiteró que “siempre digo que soy el mejor caricaturista de Tequisquiapan”, aunque al momento él mismo debe aclarar que “efectivamente soy el mejor, ó porque soy el único que hay ahí!”.

 

En tono serio, añadió que en todo México existe arte que despierta la expectativa mundial y como ejemplo, citó a los dos estados donde ejerce. “Hay diferentes tipos de caricaturas, lo cual es determinado por el escenario. Aquí, en Guanajuato-Cervantino, intentamos que sea un recuerdo que el modelo aprecie, lo enmarque y conserve como algo valioso”, dijo.

 

De lo anterior se desprende que la caricatura que “Pter Plop” está haciendo hoy aquí no es lo mismo que la caricatura política, deportiva o de historieta. Cada género y destino tiene sus particularidades y grado de dificultad, lo mismo que sus técnicas y objetivos. Y a eso se debe sumar el estado de ánimo del caricaturista y hacia dónde es direccionado. Están en el “Cervantino Callejero” dos artistas del más refinado abolengo

 

“La caricatura no es para todos, es para quien realmente la quiera, para quien desea verse con sus defectos (si acaso existen los defectos en el cuerpo humano), aunque las personas que se creen ‘feas’ también son muy hermosas. Aquí no se resaltan necesariamente los defectos, y si se hace, es combinándolos con las virtudes. Una de ellas es el buen humor”.

 

“Pter Plop” mira en su actual actividad la realización de un sueño anhelado desde su más tierna infancia. “Tengo maestros que me han impulsado no sólo a seguir mi vocación sino a dilucidar una técnica diferente y propia. Me enseñaron a ser único, a hacer lo necesario para estar contento y satisfecho por cada una de las caricaturas que hago día tras día”.

 

“Oli” y “Pter Plop” coinciden en su forma de pensar, trabajar y observar a la sociedad. En eso son como dos gotas de agua, sin embargo, su amistad nace de su filosofía: “El ejercicio profesional de caricaturista, estigmatizado por un sector de la sociedad por considerarse un arte menor o una actividad no seria, “proporciona una extraordinaria calidad de vida”.

jm