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Beechwood, la casa hogar donde fueron abusados innumerables niños

Con una fachada “encantadora”, los adentros de esta casa hogar fueron escenarios de aberrantes abusos físicos y sexuales contra niños y adolescentes

Escrito en MUNDO el

Laura llegaba a su casa, acababa de salir de la escuela, cuando encontró sus maletas empacadas y una trabajadora social esperándola, se la llevarían a su nuevo hogar: Beechwood.

Esta casa hogar en Reino Unido fue escenario de innumerables casos de violencia física y sexual contra menores, entre ellos Laura.

Ella tenía 15 años cuando arribó a Beechwood. Desde afuera, la casa hora parecía un lugar encantador, recuerda Laura.

"Era un lugar grande, tenía un balcón de balaustrada alrededor del piso de arriba, se veía muy bonito, un poco colonial, con árboles y flores en el exterior”

Sin embargo, entrando a la residencia la situación cambiaba, el ambiente se volvía gris, todo era muy frío, carecía el ambiente acogedor.

“Era un lugar horrible. Las puertas que se abrían hacia la balaustrada estaban tapiadas, las camas eran metálicas y horribles, no había nada que fuera suave o acogedor"

Lo miserable del lugar –como lo calificaron sus trabajadores– no se limitaba a su aspecto, dentro de la casa hogar, además de las clases, no había nada qué hacer.

"Aunque era una escuela, no había educación. Después de la escuela, nos llevaban agarrados de vuelta a casa a la hora del almuerzo”.

Dicho almuerzo, por cierto, nunca era apetecible, solo era comida pesada y simple, según lo relatado por Laura.

La única sala de actividades del recinto tenía un tocadiscos con una docena de discos y una mesa de ping pong, nada más.

Los menores estaban muy expuestos en Beechwood, pues casi no había puertas en sus habitaciones, incluso los baños carecían de estas.

Laura, sintiéndose sola y abandonada dentro de dicha casa hogar, se hizo amigo de un trabajador social llamado John Dent, quien era amable con él.

"Me dijo que si quería llamar a mi novio, podía usar el teléfono en la oficina. Fue y compró cigarrillos y cervezas. Y, ya sabes, me estaba permitiendo tomar un poco y estaba siendo muy amable"

Sin embargo, todo cambió cuando Dent comenzó a agredirla sexualmente. La primera agresión fue luego de la final de un torneo de futbol.

“Llegó al dormitorio en medio de la noche […] Puso su boca sobre la mía y me dijo: 'No te voy a hacer daño. Por favor, cállate, no te voy a hacer daño […] Esta fue la primera ocasión en que me desperté con él encima de mí”.

Laura se asustó cuando se dio cuenta que Dent estaba frotando su pene erecto en contra de ella.

Luego del primer abuso, Laura quedó muy confundida, no supo qué hacer, cómo denunciarlo, pensaba que si lo hacía no le creerían, pues pensarían que se trataba de una adolescente rebelde que inventa excusas para salir de Beechwood.

La situación empeoró para Laura cuando su compañera de cuarto se mudó, dejando solo a a la menor en manos del depredador sexual.

"En cada oportunidad que tenía, venía al dormitorio", recuerda Laura, quien además del temor a que no le creyeran, sabía Dent tenía autoridad sobre ella dentro de la casa hogar

"Siempre solía decirme: 'yo soy quien decide si te vas a casa al final de este semestre'. Lo dejó muy, muy claro en muchas ocasiones"

La estancia de Laura no fue larga en Beechwood, sin embargo, el tiempo fue suficiente para que Dent abusara en repetidas ocasiones de ella.

Por más de dos décadas, Laura ocultó los abusos que sufrió, su vida continuó, hizo una familia y tuvo una hija.

Cuando su niña alcanzó la misma edad que tenía ella cuando comenzaron los abusos, decidió contarle todo.

Años más tarde, Laura supo cómo su hija se inspiró en la manera en que su madre se sobrepuso a su terrible experiencia.

"Descubrí que había tenido que hacer un ensayo en la escuela […] sobre gente que admiraban, así que escribieron sobre celebridades, la princesa Diana, gente así. Ella escribió sobre mí. Contó todo lo que me había pasado y dijo que estaba muy orgullosa de mí".

Fue entonces cuando Laura, apoyada por su hija, decidió interponer una demanda contra Dent por los abusos que cometió en su contra.

El caso llegó a los tribunales, pero al tratarse de un caso con pocas pruebas, se centró en la palabra de la víctima contra la del victimario, por lo que Dent fue absuelto.

Sin embargo, el caso de Laura motivó a otras víctimas de Dent a denunciarlo, consiguiendo en el segundo juicio una pena de siete años de prisión por delitos sexuales contra niños.

También salieron a relucir otros abusos dentro de Beechwood.

Los niños eran arrastrados por el cabello a través de las habitaciones, luego eran desnudados para evitar que se fueran. A algunos los obligaban a pelearse entre ellos.

El personal, además, realizaban competencias de masturbación entre los menores.

Niños acusaron haber sido violados por trabajadores del centro y castigados por delatar el abuso.

Tras darse a conocer los innumerables casos, Beechwood fue cerrado.

Al respecto, aparte de Dent, no ha habido más detenidos, sin embargo, han abundado la avalancha de disculpas por parte de funcionarios.

Laura como testigo en la Investigación Independiente sobre Abuso Sexual Infantil, contó su caso a la BBC. Para 2020 se espera la publicación de una indagatoria más amplia sobre el caso.

En esta investigación Laura fue fundamental, pues no solo contó su historia, sino que ayudó a otras víctimas a relatar su caso.

Con información de la BBC

rgg