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Avalan legalidad de juicio a Trump; prevén falten votos para condenarlo

El objetivo del legislador que lidera la acusación es probar que la retórica de Trump incitó la violencia; durante video, republicanos miran para otro lado

Escrito en MUNDO el

WASHINGTON.-  El Senado en Estados Unidos determinó por mayoría que el proceso de juicio político al expresidente Donald Trump es constitucional, con 56 votos a favor y 44 en contra.

Sin embargo, el recuento final donde sólo hubo seis votos republicanos refleja que los aliados republicanos del Trump podrían reunir suficiente apoyo para bloquear potencialmente la condena.

Trump es acusado de incitar los disturbios en el Capitolio y la defensa del exmandatario argumentó que el juicio es innecesario e inconstitucional porque Trump ya dejó el cargo, y 45 republicanos de la cámara alta respaldaron esa postura en una votación el 26 de enero. Pero en la votación de hoy no consiguieron detener el juicio en un Senado controlado por los demócratas.

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Hoy, el senador republicano Bill Cassidy fue el único que se unió a sus colegas Ben Sasse, Susan Collins, Lisa Murkowski, Mitt Romney y Pat Toomey en votar con el bloque demócrata a favor de la legalidad del proceso.

La Cámara Alta votó después de que los congresistas demócratas que ejercen como fiscales defendieran su posición durante una hora y media y que los abogados de Trump hicieran lo propio durante dos horas.

El debate sobre la constitucionalidad es un salvavidas para aquellos republicanos más incómodos con Trump pero que no se atreven a darle del todo la espalda, puesto que así tendrán una excusa para votar en contra de condenarlo.

Tras esta primera jornada centrada en la constitucionalidad del proceso, el juicio político se retomará el miércoles a las 17:00 horas GMT, cuando empezarán los argumentos de los fiscales y la defensa de Trump.

Esta votación, que ocupó el primer día del juicio político, sirve de termómetro sobre el probable desenlace en absolución del "impeachment", ya que para condenar a Trump se necesitarían 67 votos, al menos 17 de ellos de republicanos.

DEMÓCRATAS Y DEFENSA DE TRUMP, EN GUERRA DE VIDEOS EN “IMPEACHMENT”

En su primera intervención en el juicio político al expresidente estadounidense Donald Trump, los demócratas mostraron este martes un video que reconstruía minuciosamente el asalto al Capitolio y que provocó un gran silencio en el hemiciclo, mientras algunos republicanos miraban para otro lado.

El objetivo del legislador Jamie Raskin, el demócrata que lidera la acusación, era intentar probar que la retórica de Trump incitó la violencia del ataque al Capitolio, donde cinco personas murieron, entre ellas un policía.

Con tono firme, Raskin pidió a sus rivales republicanos que se centren en los "hechos fríos y duros" y rechacen los argumentos de la defensa de Trump, que quiere que el proceso gire en torno a su constitucionalidad y en si el Senado tiene poder para enjuiciar a un presidente que ha dejado la Casa Blanca.

Asumir esa evasión de responsabilidad, consideró Raskin, "es una invitación para que el presidente haga lo que quiera", incluyendo el "uso de métodos violentos" para aferrarse al poder.

DEFENSA TAMBIÉN PRESENTA VIDEO

En un momento de su presentación, David Schoen, abogado de la defensa de Trump, dio paso a un corto video en el que se recogen varios cortes con expresiones de representantes demócratas criticando a Trump y pidiendo su ''impeachment'', aunque muchas de esas declaraciones se remontan a 2016 cuando apenas había sido elegido.

La idea de la defensa es presentar el actual proceso contra su cliente como una persecución y una estrategia para sacar a Trump de la escena política que precede a los eventos del Capitolio, que serían la excusa para concretar esa supuesta aspiración de los contrarios al expresidente republicano.

RECONSTRUCCIÓN PASO A PASO DEL ASALTO AL CAPITOLIO

Para probar su argumento, mostró un video de 13 minutos que reconstruye paso a paso lo que ocurrió el 6 de enero, empezando por el discurso que Trump dio a mediodía en la Casa Blanca y en el que instó a sus seguidores a marchar a la sede del Congreso, que ese día debía refrendar el triunfo electoral de Biden.

"Después de esto vamos a andar hacia allá y yo estaré con vosotros (...) ¡Vamos a ir al Capitolio!", dijo Trump en ese discurso, cuyas palabras resonaron ahora en el hemiciclo del Senado.

El video también recoge imágenes de cómo la multitud, agitando banderas con el nombre de Trump, pasó por encima de todos los controles de seguridad instalados alrededor del Capitolio y logró entrar en el edificio usando objetos o directamente la fuerza bruta para romper ventanas y puertas.

También se pudo ver cómo los legisladores tuvieron que desalojar las cámaras y cómo algunos tuvieron que agacharse en el suelo mientras esperaban a ser trasladados a un lugar seguro.

Y, por último, los senadores vieron en la pantalla un tuit que Trump escribió cuatro horas después del inicio del asalto: "Esto son cosas y eventos que pasan cuando una victoria electoral arrolladora es arrebatada de manera tan abrupta y viciada a los grandes patriotas que han sido tratados tan injustamente y mal durante tanto tiempo. Vayan a casa y en paz ¡Recuerden este día para siempre!".

Ese tuit fue posteriormente eliminado por Twitter por considerar que incitaba a la violencia.

REACCIÓN DE ALGUNOS REPUBLICANOS: MIRAR A OTRO LADO

Los gritos de los asaltantes resonaron con fuerza en el Senado, que está medio vacío por los protocolos de seguridad ante la pandemia, y, al terminar el video, los senadores se quedaron en silencio durante unos minutos.

El hemiciclo del Senado fue uno de los lugares donde entraron los extremistas, que llegaron a sentarse en el sillón de la presidencia, y los legisladores vivieron en carne propia esos minutos de terror.

Sin embargo, algunos senadores republicanos eligieron mirar a otro lado. Por ejemplo, Rand Paul mantuvo la vista fija en un cuaderno en su regazo, en el que ya había hecho garabatos con un lápiz; y, detrás, Rick Scott se dedicó a estudiar unos papeles, aunque miró de reojo la pantalla en algunas ocasiones.

Unos sillones más atrás, Tom Cotton y Marco Rubio también mantuvieron la vista fija en unos papeles, ignorando las imágenes que se sucedían en la pantalla, según The Washington Post.

Los demócratas han preparado al detalle su estrategia y planean mostrar varios vídeos sobre lo ocurrido el 6 de enero.

BIDEN NO VERÁ EL IMPEACHMENT

El presidente estadounidense, Joe Biden, afirmó este martes que no va a ver el juicio político iniciado este martes contra su predecesor Donald Trump, al asegurar que está concentrado en la crisis económica y sanitaria desatada por la pandemia de la covid- 19.

"No lo voy a ver", señaló Biden en declaraciones a los periodistas en la Casa Blanca durante una reunión con su secretaria del Tesoro, Janet Yellen, y líderes empresariales para discutir su plan de estímulo fiscal.

"Mi trabajo es proteger a la gente. Ya hemos perdido a más de 450.000 personas (por la covid-19) y podríamos perder muchos más si no actuamos y lo hacemos de manera decisiva. Muchos niños se van a la cama hambrientos. Muchas familias sufren inseguridad alimentaria (...) El Senado tiene su trabajo y estoy seguro de que van a hacerlo bien", agregó.



UN AMBIENTE DIFERENTE AL DEL PRIMER JUICIO POLÍTICO

Este proceso pasará a la historia en dos sentidos: porque Trump se convirtió hoy en el primer presidente estadounidense en afrontar dos juicios políticos -tras el celebrado hace un año por sus presiones a Ucrania-, y porque nunca antes se había sometido a un "impeachment" a un mandatario cuando ya no está en el poder.

El ambiente del "impeachment" de hoy es diferente al que vivió el Congreso hace un año debido a las protecciones que se han adoptado por la pandemia del coronavirus.

Por ejemplo, los senadores tuvieron que permanecer en sus escaños durante el primer juicio, pero esta vez tienen la posibilidad de seguirlo desde otros sitios: desde sus oficinas privadas hasta una gran sala detrás del hemiciclo donde se estará retransmitiendo en directo el proceso por televisión.

Se espera que el juicio político se desarrolle rápido, con un posible final la próxima semana, y es improbable que termine en una condena para Trump, puesto que para ello se necesitaría un mínimo de 67 votos (dos tercios del Senado) y los demócratas solo controlan 50 escaños de la cámara.

¿QUÉ ES UN JUICIO POLÍTICO?

A grandes rasgos, un juicio político es un proceso mediante el cual el poder Legislativo puede destituir a un presidente si considera que ha cometido un crimen.

Según refleja la Constitución, el presidente, el vicepresidente y todos los funcionarios civiles "serán destituidos de su cargo por acusación y condena por traición, soborno u otros crímenes y delitos menores".

Dada la amplitud de la definición, el Congreso puede iniciar el proceso debido a una actividad criminal, abuso de poder o cualquier otra presunta infracción.

¿CÓMO SE INICIA UN PROCESO DE DESTITUCIÓN?

Normalmente es el Comité Judicial de la Cámara Baja el que inicia los trámites y emite una resolución con los cargos políticos a "juzgar" contra el presidente, que después deben ser votados por la Cámara de Representantes y eventualmente por el Senado.

Esta vez, sin embargo, por la urgencia del caso, la acusación se sometió directamente al pleno de la Cámara Baja, que la aprobó por 232 votos a favor -diez de ellos republicanos- y 197 en contra el pasado 13 de enero.

La aprobación de un cargo político en la Cámara de Representantes no tiene ninguna consecuencia inmediata por lo que Trump, que en ese momento seguía en el cargo, no tuvo que abandonar sus funciones.

Una vez cumplido ese primer trámite, el Senado recibe los cargos para el juicio político y se consensúan entre los dos partidos las reglas y procedimientos que se seguirán.

EL JUICIO POLÍTICO

El juicio político propiamente dicho, que dará inicio este martes, se celebra en el Senado. Durante el proceso, la cámara es dirigida por el presidente del Tribunal Supremo. Esta vez, sin embargo, al no estar Trump en el cargo, quien presida el juicio será el senador con más antigüedad del partido en mayoría, en este caso el demócrata Patrick Leahy.

Leahy y los otros 99 senadores actúan de jurado, mientras que un grupo de legisladores elegidos en la Cámara Baja ejercen de "fiscales", los llamados "encargados de la acusación", y unos abogados contratados por Trump de su defensa.

Al inicio del proceso, cada senador debe jurar, al igual que hacen los miembros del jurado en un juicio ordinario.

Por su parte, los "fiscales" son propuestos por el jefe de la Cámara Baja, en este caso la demócrata Nancy Pelosi. La líder demócrata ha nombrado a nueve de estos "fiscales".

Una vez que el "impeachment" arranca, transcurre de manera similar a un juicio tradicional: los fiscales comienzan con una declaración inicial, seguida de la de los abogados del expresidente.

La declaración de testigos ante el Senado es posible, pero en este caso no se decidirá hasta que acusación y defensa hayan presentado sus respectivos casos. Cada bando tiene en este juicio 16 horas para presentar su caso a repartir en un máximo de dos días.

Los fiscales invitaron a Trump a declarar como testigo, pero este declinó la propuesta.

A lo largo del proceso, los senadores escuchan los argumentos, al igual que hace un jurado ordinario. Si tienen dudas, pueden enviar sus preguntas por escrito para que las formule el presidente al finalizar el turno de acusación y defensa.

Al finalizar todo este proceso, comienzan las deliberaciones en una sesión a puerta cerrada y cuando acaban, el Senado vota en público cada cargo político.

Se necesitan dos tercios para declarar culpable al expresidente, que de lo contrario queda absuelto.

En este momento, los dos partidos se reparten a partes iguales los 100 escaños del Senado, de manera que el segundo juicio político contra Trump solo podría salir adelante si 17 senadores republicanos votan con los demócratas, algo que por ahora parece improbable.

PRECEDENTES EN LA HISTORIA

La Cámara Baja ha imputado políticamente a diecinueve personas, la mayoría jueces federales.

En el caso de los jefes de Estado, tres han sido los presidentes que han afrontado un juicio político y han sido absueltos: Andrew Johnson, en 1868; Bill Clinton, entre 1998 y 1999; y Trump en 2020; mientras que un cuarto mandatario, Richard Nixon, encaró cargos políticos pero no fue sometido a un "impeachment" ya que renunció en 1974 tras el escándalo del "Watergate".

Nixon dimitió antes de terminar su segundo mandato y después de que el Comité Judicial de la Cámara Baja aprobara tres "artículos de ''impeachment''", pero antes de que el pleno de esa misma cámara votara para imputarlo y abrir un juicio político.

Johnson (1865-1869), Clinton (1993-2001) y Trump (2017-2021) en su primer juicio fueron absueltos de las acusaciones presentadas en su contra.

El caso más controvertido de la edad moderna, el de Clinton, ocurrió a raíz del escándalo sexual de la becaria de la Casa Blanca Monica Lewinsky en 1998, pero logró salir airoso con el voto a favor de su absolución de 55 de los 100 senadores respecto al cargo por perjurio, y obtuvo un empate en el cargo presentado en su contra por obstrucción a la justicia.


kach