Autoridades británicas aseguran que el ataque de un hombre contra un grupo de musulmanes que salían de rezar de una mezquita en el norte de Londres, fue un acto de venganza islamófoba por los últimos atentados reivindicados por el Estado Islámico en el país.
Dicho ataque, que provocó un muerto y 10 heridos, también fue calificado como un “atentado terrorista”.
En tanto, políticos británicos intentaron mostrarse cautos en sus análisis y se enfocaron en prometer y pedir mayores medidas de prevención para los musulmanes.
Por su parte, organizaciones civiles advirtieron que el atentado es el resultado de una espiral de violencia alimentada por dirigentes y medios de comunicación.
"El Reino Unido está entrando en una ciclo de violencia de ojo por ojo... en el que los extremos se alimentan entre ellos y un ataque terrorista provoca otro ataque terrorista", advirtió la campaña antifascista Hope not Hate (Esperanza no Odio).
La campaña mencionada comenzó a ganar protagonismo el año pasado tras el asesinato a plena luz del día de una diputada laborista anti "brexit" a unos días del referendo que determinó la salida del país de la Unión Europea.
Por su parte, Weyman Bennett, el máximo referente de la organización Unite Against Fascism (Únanse contra el Fascismo), también advirtió que lo de anteanoche fue el corolario de la "creciente islamofobia" en el país.
Con información de El Liberal