La Unión Europea no es un proyecto irreversible, los tratados consagran y las instituciones europeas escrutan los escasos seis párrafos que contiene ese artículo 50 de un texto que da dos años prorrogables para pactar la separación, que no requiere unanimidad de los socios. En caso de conflicto, todo puede descarrilar.
Las instituciones europeas tendrán que emplear altas dosis de creatividad para diseñar un proceso inverso al que hasta ahora ha acometido el club comunitario: la ampliación.
Estos son los principales pasos para implementar el Brexit:
La comunicación formal de que Reino Unido se retira constituye una de las grandes incógnitas del proceso. Los tratados establecen que Londres debe notificarlo al Consejo Europeo que representa a los Veintiocho, y eso desencadena los trámites.
La UE deberá alcanzar un acuerdo sobre cómo se programa esa salida, “teniendo en cuenta el marco de sus relaciones futuras con la Unión”. El texto sugiere que la responsabilidad negociadora recaerá en la Comisión Europea o en la alta representante para la Política Exterior, Federica Mogherini, pero dependerá de la voluntad de las partes. Habrá dos años para negociar porque, transcurrido ese plazo, los tratados dejan de aplicarse a Reino Unido.
Durante los dos años solo se podrá concretar el divorcio, no construir el nuevo marco de entendimiento, como pretende Londres. Una vez aquilatado el Brexit, se tendrá que negociar un nuevo marco de relación con el club comunitario (con la posibilidad de que los miembros más hostiles puedan bloquear). Y también con el resto del mundo.
Posteriormente, los 27 Estados miembros restantes deberán acordar los detalles de esa desconexión de la UE sin Reino Unido, que “no participará ni en las deliberaciones ni en las decisiones”.
“Lo más probable es que los Veintisiete eligieran una fecha para la expulsión inmediata de Reino Unido”, abundan esas fuentes.
Con información de El País
nm