El martes por la noche, ocho personas fueron asesinadas por un hombre armado en la ciudad de Atlanta. Seis de ellas eran mujeres de origen asiático.
Hasta ahora, se ha especulado mucho acerca de los motivos del sospechoso, Robert Long, de 21 años. Sus acciones fueron vistas por las autoridades como derivadas de una “adicción sexual”. Además, el departamento de policía de Cherokee, en Georgia, las vio como consecuencia de que Long tuvo “un día realmente malo”.
Sin embargo, la comunidad asiática en el país insiste que solamente hay una explicación: racismo.
Para muchos, estos ataques han sido derivados de la retórica usada por varios líderes republicanos, incluyendo al expresidente Donald Trump.
Cuando inició la pandemia, Trump comenzó a referirse al coronavirus como “gripe Kung” (o “Kung Flu”, en inglés). Además, usó otros términos como “virus de China” y “virus de Wuhan”.
A partir de ahí, se notó un incremento de 150% en crímenes de odio contra asiáticos-americanos. Solamente en el mes de febrero, se reportaron 500 incidentes, reporta el medio CNN.
El asunto llegó a tal grado que la Organización de las Naciones Unidas publicó un reporte al respecto en agosto del año pasado. La ONU se mostró preocupada y declaró que Estados Unidos no tomó las medidas necesarias para prevenir más ataques de este tipo.
Refiriéndose a los asesinatos de esta semana, la profesora de estudios étnicos de la Universidad de California, Catherine Ceniza Choy, dijo al medio NBC News: “Decir que esta violencia no tiene una motivación racial es parte de una historia relacionada con la negación del racismo en la experiencia asiático-americana”.
Agregó que “el racismo y la supremacía blanca han sido y siguen siendo trágicamente parte de la experiencia asiático-americana".
LAS PETICIONES EN EL CONGRESO
El jueves, varios congresistas de origen asiático pidieron a sus compañeros republicanos moderar su retórica tras el ataque del martes.
"Nuestra comunidad está sangrando. Hemos estado sufriendo y durante el último año hemos estado pidiendo ayuda a gritos", dijo la representante Grace Meng, demócrata de Nueva York, quien acusó al partido republicano de poner una diana en las espaldas de los asiático-americanos del país.
La representante Judy Chu, de California, aseguró que "lo que empezó el pasado enero como simples miradas sucias y agresiones verbales se ha convertido en ataques físicos y violencia contra americanos-asiáticos inocentes".
Añadió que la comunidad “ha alcanzado un punto de crisis que no puede ser ignorado”. La demócrata también acuso al expresidente Trump, quien dijo “buscó desviar la culpa y la ira de su propia respuesta defectuosa al coronavirus".