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Amaga Trump con reducir pruebas de covid; retoma campaña de reelección

Trump celebró el primero de sus actos electorales tras varios meses de parón debido a la pandemia de coronavirus

Escrito en MUNDO el

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, retomó este sábado su campaña electoral pese a los crecientes contagios de coronavirus en el país con un mitin en el que cargó contra el "extremismo radical" de los demócratas y admitió haber ordenado reducir los test de la enfermedad para que hubiera menos casos.

Uno de los comentarios más sorprendentes durante el mitin celebrado en Tulsa (Oklahoma), Trump subrayó que "los test son un arma de doble filo" debido a que "cuando realizas tantos test vas a encontrar más casos".

"Así que le dije a mi gente, frenen los test, por favor", dijo el mandatario, cuyo anterior acto electoral había sido en marzo.

Las palabras de Trump se producen justo cuando los casos de contagio confirmados diarios en EU rebasaron los 30 mil por segundo día consecutivo.

La covid-19 ha dejado ya más de 119 mil muertos y 2.2 millones de contagiados en Estados Unidos, cuyo foco de la pandemia se ha desplazado ahora de la golpeada Costa Este a los estados del Cinturón del Sol, como California, Florida, Texas y Arizona, que suman entre los cuatro casi la mitad de nuevos casos en todo el país.

Reacciones

La reacción entre la oposición demócrata no se hizo esperar y desde la campaña de su presumible rival en las elecciones presidenciales noviembre, el exvicepresidente Joe Biden, se calificó el comentario como "un momento indignante que será recordado por mucho tiempo".

"El presidente Trump justo admitió que está poniendo la política por delante de la seguridad y bienestar económico de los estadounidenses, incluso justo cuando hemos registrado el número más alto de nuevos casos de COVID-19 en casi dos meses y 20 millones de trabajadores no tienen empleo", recalcó Kate Bedingfield, directora adjunta de la campaña de Biden en un comunicado.

Asimismo, la alcaldesa de Atlanta, la demócrata Keisha Lance Bottoms, considerada una de las posibles opciones de Biden para ser escogida como candidata a la vicepresidencia, señaló que el mitin de Trump fue "una vergüenza".

"Se pone a dar lo mejor de sí mismo y cuando cerca de 120 mil personas han perdido sus vidas por covid-19 y se atreve a hablar de que ha ordenado ralentizar los test. Es de locos", indicó Bottoms en una entrevista en la cadena CNN

(Donald Trump al retomar su campaña de reelección. Twitter)


“Era una broma”

Desde el Gobierno de Trump la reacción ha sido tratar de rebajar el perfil y restar importancia a la propuesta del mandatario.

"Obviamente, estaba bromeando. Estamos liderando el mundo en test y hemos llevado a cabo más de 25 millones", afirmó un funcionario de la Casa Blanca, que pidió mantener el anonimato.

En la misma línea se expresó Peter Navarro, asesor comercial de Trump, quien dijo que el comentario "fue irónico y en un momento ligero del acto electoral".

Mientras tanto, el mandatario mantenía silencio en su habitualmente locuaz cuenta de Twitter y dedicó la jornada del domingo a una de sus pasiones, el golf, en el club privado que posee en Virginia, a las afueras de Washington.

“Extremistas demócratas”

"Los demócratas quieren llenar los tribunales de extremistas", afirmó Trump en el primero de sus actos electorales tras varios meses de parón debido a la pandemia de covid-19, celebrado en una de las capitales mundiales del petróleo y que se ha visto duramente impactada por el desplome de los precios de crudo.

El mandatario retomó sus temas favoritos: las descalificaciones a su rival en las presidenciales de noviembre, el aspirante demócrata Joe Biden; responsabilizar a China de no haber controlado la expansión del virus y reivindicarse como el presidente de la "ley y el orden"

De llegar Biden al poder -dijo- será "el fin de EU" ya que "está controlado por la izquierda radical".

Sobre , Trump defendió su plan de cierre de fronteras y mostró su escepticismo sobre los test para conocer la magnitud del contagio.

Menos asistencia de la esperada

El mitin tuvo lugar en un clima de fuerte tensión, puesto que supuso el mayor acto multitudinario en un espacio cerrado de EU desde que comenzó la pandemia, en un estadio con capacidad para 19 mil personas.

Pese a que la campaña de Trump prometió llenarlo por completo, las imágenes mostraron que gran parte de las gradas estaban vacías.

De hecho, estaba previsto otro acto previo a las afueras del recinto junto con el vicepresidente Mike Pence, que fue suspendido horas antes debido a la falta de afluencia.

(Aspecto de los asistentes al mitin de Tulsa, Oklahoma. Twitter)

 

Celebrar un mitin en un espacio cerrado contradice las recomendaciones de los expertos de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades de EU (CDC), que piden evitar grandes reuniones en persona donde sea difícil mantener al menos dos metros de separación y haya participantes llegados desde fuera de la localidad.

La campaña de Trump insistió en que esas directrices son "opcionales" y, aunque remarcó que tomaría la temperatura a los asistentes y repartiría mascarillas, no les obligó a ponérselas.

Paradójicamente, para acudir al mitin era necesario comprometerse a no demandar al equipo electoral de Trump si uno contrae la COVID-19 en el acto.

Cárcel a quien queme la bandera

La fecha y el lugar elegidos por Trump para retomar su campaña en busca de la reelección han exacerbado las tensiones raciales que vive Estados Unidos desde el homicidio del afroamericano George Floyd a finales de mayo, que han generado una ola de protestas sin precedentes en todo el país.

Tulsa fue la sede de una de las peores masacres de afroamericanos de la historia, ocurrida en 1921, cuando murieron hasta 300 negros a manos de grupos blancos; y además, el mitin de Trump se programó originalmente para este viernes, una jornada conocida como "Juneteenth" que conmemora la abolición de la esclavitud en EU, aunque posteriormente fue retrasado un día.

"Somos el partido de Abraham Lincoln y el partido de la ley y el orden", remarcó Trump en referencia al presidente republicano que impulsó la abolición de la esclavitud en plena guerra civil (1861-1865).

Sobre las protestas generalizadas, que han causado el derribo de numerosas estatuas y monumentos de la Confederación (el bando de los estados sureños y esclavistas que se rebelaran contra el resto del país, la Unión), el mandatario se mostró tajante a la vez que acusó de "anarquistas e incendiarios" a los manifestantes.

"Quieren demoler nuestra herencia (...) Deberíamos tener legislación para que si alguien quiere quemar la bandera y pisotearla vaya a la cárcel por un año", recalcó.

Tras el de Oklahoma, Trump regresará a la carretera en las próximas semanas con mítines para su campaña electoral en Florida, Arizona y Carolina del Norte, todos estados clave que podrían decidir el resultado de las elecciones del 3 de noviembre.

(djh)