Main logo

Acostumbrarse a las mentiras, otro peligro del covid: Timothy Snyder

El historiador estaounidense Timothy Snyder advierte que la pandemia podría suscitar a que el autoritarismo se instaure en distintas partes del mundo, como EU

Escrito en MUNDO el

La actual pandemia del coronavirus -que este lunes ha rebasado la marca de los 3 millones de contagios, aunado a las casi 210 mil muertes-, junto a sus consecuencias económicas, “supone ser una oportunidad para que la democracia demuestre cómo funciona, pero desgraciadamente también es una oportunidad para que los líderes autoritarios hábiles como (Donald) Trump sigan adelante con una política del sufrimiento”, expone Timothy Snyder, historiador estadounidense y autor de libros como Sobre la Tiranía (Galaxia Gutenberg).

“Una de las maneras en que funciona el autoritarismo es que la gente se habitúa a que les mientan, hasta el punto de que les resulta atractivo y esperan que les mientan, quieren que les mientan, y una vez que caes en esa situación olvídate de que te devuelvan tu democracia”, dice Snyder en entrevista para El País

SIGUE AQUÍ LA COBERTURA SOBRE EL CORONAVIRUS EN MÉXICO

Ello, ante el temor de que una catástrofe, “que puede ser incluso propiciada por un Gobierno, se pueda utilizar para ayudar a consolidar el poder en ese mismo Gobierno. Me preocupo por la política del miedo”, afirma en consonancia con el documento anunciado el pasado 23 de abril por un grupo de 150 personas entre exmandatarios, conservadores, intelectuales, empresarios, economistas y escritores iberoamericanos -encabezados Mario Vargas Llosa, Premio Nobel de Literatura y presidente de la Fundación Internacional para la Libertad (FIL)- en el que exigieron a las autoridades mundiales que los impactos de la pandemia de covid-19 no se conviertan en una excusa para instaurar el autoritarismo.

En ese sentido, Timothy Snyder puso de relieve que en el contexto actual, una de las mayores problemáticas “es que algunos países tienen gobernantes que deliberadamente lo malinterpretan (al coronavirus) y dificultan que otras personas lo entiendan bien”. Y pone el ejemplo del presidente de Estados Unidos, el país más afectado por la pandemia (que se acerca al millón de casos confirmados y a las 56 mil defunciones) y que al principio de la propagación deliberadamente no se aplicaron las pruebas de detección a la gente. 

“Trump es un ejemplo de alguien que es capaz de lanzar al aire desinformación en un momento en que lo que necesitábamos eran simples datos. Trump afirmó que no teníamos esta enfermedad en Estados Unidos, pero el único motivo de que nos pareciera así era que no estábamos haciendo las pruebas.

“Esto es muy similar a los comportamientos autoritarios alrededor del mundo. Los rusos hicieron algo muy parecido: dices que no lo tienes, pero resulta que sí lo tienes, y entonces echas la culpa a otros. Como no te enfrentaste a los hechos ahora tienes un gran problema, y utilizas ese problema para culpar a otros. Así pues, en Estados Unidos, Trump culpa a los gobernadores de los Estados, culpa a los demócratas, culpa a la OMS”, ahonda el historiador.

Y agrega: “si no afrontas los hechos, si te dedicas a contar mentiras, consumes el tiempo que necesitas para salvar vidas. En Estados Unidos están muriendo decenas de miles de personas que no tenían por qué haber muerto”.

De igual modo, expone que EU tiene “un líder que cree en la brujería y no en la ciencia” y considera que Donald Trump trata de sacar provecho del sufrimiento de la población. “Él no quiere que acabe el sufrimiento, quiere que se mantenga dentro de ciertos niveles, para después canalizar ese sufrimiento en contra de aquellos a los que define como sus enemigos día a día”. 

“Lo único que vale es la habilidad del líder para decidir quién es culpable y quién es inocente, a quién toca echarle la culpa. La política se convierte en una producción diaria de inocencia y culpa”.

FUNCIÓN DEL PERIODISMO

Como contrapeso, Snyder señala al periodismo como uno de los factores que pueden guiar a que el autoritarismo no se imponga ante la pandemia, la cual ha mostrado la importancia de los medios locales. 

“Una de las razones por las que estábamos tan confundidos en Estados Unidos es porque no tenemos periodistas locales que puedan hablar de la enfermedad allá donde ocurre”, dice. 

“Pienso que la falta de reporteros locales es muy peligrosa para toda clase de políticas, y lo estamos viendo con esta enfermedad. Los periodistas sirven un poco como banco de memoria. Si escribes sobre lo que hacen los líderes un día cualquiera, al menos tienes la oportunidad de pillarles cuando tratan de corregirse o cambiarse de traje más adelante”, agrega, al destacar que una de las pocas cosas que han podido hacer los periodistas con Trump es recordarle que ha cambiado su discurso radicalmente.

Por otro lado, destaca que medios como The New York Times y The Washington Post se hayan comenzado a inclinar hacia la defensoría de los hechos.

“Tenemos que decir: ‘Los hechos son nuestro trabajo, los hechos importan, los hechos son reales, conocer los hechos beneficia al público y por eso estamos comprometidos con los hechos’”. 


(djh)