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Abren muro fronterizo para reencuentro de seis familias

Este encuentro es posible gracias a la labor del grupo Ángeles de la Frontera, encargado de hacer la solicitud a las autoridades federales

Escrito en MUNDO el

Por quinta ocasión en la historia la valla fronteriza que separa Tijuana y San Diego se abrió para que seis familias separadas por leyes migratorias pudieran darse un abrazo aunque fuera solamente por unos minutos.

El Parque de la Amistad ubicado en la frontera entre los dos países fue nuevamente escenario de esta tradición que inició hace tres años y que ha continuado sin importar el cambio de gobierno federal en Estados Unidos.

María de Lourdes Mendoza fue la primera en tener la oportunidad de abrazar por tres minutos a su hijo, madre y hermano, quienes residen en México.

‘Fue algo muy bonito, muy emocionante’, señala la mujer, quien no veía a sus seres queridos desde hace ocho años.

En ese lugar también Jeanette Lorenzo, abrazo por primera vez en siete años a sus seres queridos  bajo la mirada de agentes de policía de migración. No se dijeron mucho, solo que se querían. Lloraron. Todo duró tres minutos. Un abrazo de tres minutos después de siete años. ‘Fue difícil soltarla cuando me dijeron que ya era la hora. Pareció medio minuto. Le quería decir muchas cosas, y abrazarla y no soltarla’.

La familia de Lorenzo podía ser la de miles de personas en el sur de California que están separadas por la valla fronteriza. Los de un lado no tienen papeles y los del otro no pueden cruzar. Hace 22 años, sus padres cruzaron ilegalmente a California con cuatro hijos. Ella está protegida contra la deportación por el programa DACA, con el que Barack Obama dio un cierto estatus a los inmigrantes sin papeles que llegaron siendo menores. Pero no puede salir del país con garantías de poder volver a entrar. Y su madre, Reina, fue deportada y no puede volver. Está atrapada en Tijuana con toda su familia en California. ‘Lo más difícil de estar aquí es estar sin mis hijos’.

Durante el encuentro las familias trataron de aprovechar al máximo los tres minutos que se les concedieron.

Besos, sonrisas, lágrimas, intercambio de palabras y toma de fotografías pudieron verse a través de la gran puerta de acero en la esquina suroeste de los Estados Unidos, resguardada en todo momento por agentes de la Patrulla Fronteriza.

Jeanette Fernández vive en Chula Vista, a pocos kilómetros de la valla, ‘pero es como si viviera en Nueva York’. Solo puede ver a su padre, Javier, en este parque los fines de semana y a través de la reja. No es muy distinto a una visita en la cárcel. Es la segunda vez que hace esto. Este domingo le dio un abrazo a su padre por primera vez en 10 años.

Este encuentro es posible gracias a la labor del grupo Ángeles de la Frontera, encargado de hacer la solicitud a las autoridades federales para que cada año se abra la puerta con motivo del Día del Niño en México.

El año pasado la puerta abrió en dos ocasiones.

La apertura que se hizo ayer fue la primera vez que se hizo en la administración del presidente Donald Trump.

Enrique Morones, director y fundador de Ángeles de la Frontera, reconoció que anticipaba que sería más difícil y por ello esperó hasta varios días después de que el presidente asumiera el cargo para hacer la petición al sector de San Diego de Patrulla Fronteriza.

Para su alivio, la respuesta fue positiva. Por ahora se desconoce cuándo se volverá a abrir la puerta. ‘Este año queremos hacerlo tres veces, no sabemos todavía, pero cada vez que lo hacemos (tenemos) más posibilidades para el futuro’, dijo.

La intención de este evento es mostrar el lado humano de la inmigración y persuadir a quienes pueden tomar decisiones a nivel legislativo, señaló Morones.

El mensaje es que ‘el amor no tiene fronteras y que la persona que está tratando de decidir en reforma de inmigración posiblemente viendo esta imagen va a hacer la decisión de votar en favor a una reforma de inmigración’.

Por parte de la Patrulla Fronteriza hay voluntad de continuar asistiendo en esta tradición de la frontera, ya que consideran que permite abrir las líneas de comunicación y confianza con la comunidad.

Con información de El Universal y El País