Desde hace algunos meses Ciudad Juárez vive un movimiento inusual: más o menos 20 mil migrantes han llegado hasta aquí, en la ruta azarosa hasta uno de los puentes o tal vez por la valla o el río que los llevan al otro lado, sin embargo, desde marzo pasado, una política unilateral de la Casa Blanca estableció que las personas que quieran pedir asilo en Estados Unidos deben esperar aquí, hasta ser llamados al norte de la frontera.
Según cifras oficiales, unos 4 mil migrantes de todos lados esperan actualmente en Juárez su turno en una lista que, hasta mediados de julio, superaba el número 17 mil, mientras que otros 8 mil han sido retornados de EU a esperar en Juárez su turno para que una corte escuche su caso de asilo.
Pero, recientemente, la situación de las miles de personas que esperan en la lista para ser llamados al otro lado se hizo más incierta, pues Washington anunció que solo escuchará solicitudes de asilo si los migrantes lo pidieron antes y le fue negado en otro país, por lo que si un juez de EU no bloquea la ley en los próximos días, la gran mayoría de ellos se quedarán en un limbo sin certezas, en una de las ciudades más peligrosas de México y, todavía, una de las 20 más violentas del mundo.
Del total de migrantes que han pasado o que aún esperan en Ciudad Juárez, un 85% son cubanos, formándose así una nueva Habana: una Cuba en tránsito.
Ante la desesperada situación que viven estos migrantes, que desearían estar más cerca del norte, Diana Rodríguez, de la ONG Derechos Humanos Integrales en Acción, le comparte a BBC Mundo que estas políticas han conllevado también que la situación de los migrantes en Juárez se vuelva cada vez más delicada y muchos sean víctimas de extorsiones o secuestros.
"Cada vez es más difícil las condiciones en las que están viviendo aquí. Es un tema que se nos ha ido de las manos y que, como están las cosas, solo puede empeorar", afirma.
Juan M. un cubano de 31 años cuenta: "Cuando llegamos a Villahermosa, nos acercamos a un grupo de taxistas. Le pedimos ayuda y le ofrecimos US$50 para poder llegar a la terminal de buses. Hasta ese momento, todo iba bien. Ahí fue cuando comenzó todo. Era de noche. El reloj marcaba poco más de las 9:00 PM cuando, según su testimonio, dos camionetas negras detuvieron el taxi".
Maribel P. también iba allí con su hijo, de 19 años: "En el momento que yo sentí que pararon el taxi, que bajaron al chofer, que oí unos tiros, ahí yo me aterroricé, agarré las manos de mi hijo y empecé a llorar", recuerda la mujer originaria de Pinar del Río, en el oeste de Cuba.
Después de horas de incertidumbre, Juan M. dice que fue el primero que escuchó a lo lejos la conversación, exactamente del otro lado de la habitación donde los tenían encerrados, sus captores hablaban por teléfono.
Empezamos a oír que le decían a los que le estaban hablando que si pagaban 85 mil pesos (unos US$4.000) por nosotros, le podrían sacar el doble o el triple, porque éramos cubanos y que por los cubanos la familia en Estados Unidos pagaba lo que fuera
Ahí fue cuando le comentó a la señora Maribel: "A nosotros nos van a vender, no nos quieren para ellos, nos están negociando".
Finalmente, fueron encontrados junto a otro grupo de 115 migrantes en Juárez.
MJP