Pese a la amenaza de cárcel, el alcalde de Denver, el demócrata Mike Johnston, afirmó que seguirá oponiéndose a las deportaciones masivas que ha prometido llevar a cabo el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, a partir de enero de 2025, cuando inicie su segundo mandato.
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Los comentarios del alcalde de Denver causaron polémica entre los republicanos, quienes acusan que un gobernante local no puede oponerse a las políticas migratorias del ámbito federal, porque sería "insurrección”.
En ese sentido, el futuro 'zar de la frontera' de Trump, Tom Homan, afirmó que interferir con un agente federal es un delito federal y se mostró dispuesto a encarcelar a Johnston si es el caso.
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El alcalde ha mostrado su oposición al uso de tropas estadounidenses para temas migratorios. Sin embargo ha matizado que "si alguien es un criminal violento que comete delitos graves como asesinato o violación en Denver, esa persona debe ser procesada con todo el peso de la ley y debe ser deportada".
El alcalde dijo que "no tiene miedo" de ser encarcelado por su postura contra una acción "ilegal, inmoral y no estadounidense".
Organizaciones apoyan a Johnston
El alcalde de Denver cuenta con el apoyo de grupos humanitarios como Hope Has No Borders (Esperanza sin Fronteras), cuya directora ejecutiva, Andrea Ryall, afirmó que la gente de Denver no quiere vivir en un país en el que el ejército recorra las calles y entre a las casas para cazar migrantes.
“La gente de Denver y aquellos específicamente en mi comunidad, madres, vecinos y recién llegados por igual, no queremos vivir en un mundo donde el Ejército estadounidense esté desplegado en nuestras ciudades para tocar puertas y llevarse a las personas de su elección. Eso no es Estados Unidos y ese no es el mundo en el que vivimos", dijo.
Ryall aseveró que "la retórica (antiinmigrante) es realmente terrible".
La presidenta de la junta directiva del Centro de Bienvenida de las Montañas Rocosas, en Aurora, al este de Denver, Margaret Thompson, también respaldó la decisión del gobernador Johnston de defender a los migrantes.
Y afirmó que "los resultados de las elecciones han generado incertidumbre y profunda preocupación sobre las políticas de la administración entrante, que ha propugnado abiertamente la xenofobia y la división".
La dirigente declaró que se mantendrán "firmes en nuestra misión de apoyar a las familias de inmigrantes y refugiados y fomentar una comunidad arraigada en la equidad, la inclusión y la comprensión".
Esa organización ha decidido "adaptar y ampliar" sus servicios para que "cada recién llegado se sienta apoyado y valorado" porque "todos merecen la oportunidad de prosperar" y de "estar preparados para enfrentar los desafíos de 2025."
Otras ciudades también se oponen a deportaciones masivas
Autoridades locales en Estados Unidos se preparan para defender a los migrantes del nuevo mandato de Trump.
En Los Ángeles el Concejo votó la semana pasada por unanimidad a favor de prohibir el uso directo o indirecto de recursos y personal local en actividades federales de inmigración.
Además, los gobernadores de California, Arizona y Nuevo México, tres de los cuatros estados fronterizos con México, indicaron que no participarán en deportaciones masivas.
Nueva York da la espalda a migrantes tras el triunfo de Trump
En Nueva York, una de las ciudades que a lo largo de la administración de Biden brindó asistencia a los migrantes dio un giro de 180 grados tras la contienda electoral. Ahora, las autoridades confían en el plan migratorio de Trump.
El alcalde de Nueva York, Eric Adams, anunció tras las elecciones la cancelación las tarjetas prepagas del programa de ayuda a inmigrantes -con un valor superior a los 18,000 dólares anuales-, y el cierre de 12 albergues para inmigrantes debido a su "optimismo" sobre las políticas migratorias Trump.
VGB