Italia, regulará el trabajo de los influencers que operan en el país y que sumen, al menos, un millón de seguidores en sus redes sociales, quienes deberán prevenir la publicidad engañosa y evitar la promoción de prácticas lesivas para los menores.
El anuncio de esta nueva normativa que busca tratar como medios de comunicación a estos profesionales, se produce días después de que la Fiscalía de Milán comenzara a investigar a la influencer Chiara Ferrragni, a la que la autoridad antimonopolio multó con un millón de euros por una campaña de beneficencia para niños con cáncer que resultó fraudulenta.
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“La creciente relevancia y difusión de la actividad de los influencers (…) instó a la autoridad a intervenir”, informó el Consejo de la Autoridad para la Garantía de las Comunicaciones (AGCOM), que anunció la creación, entre otras medidas, de un mecanismo de “llamadas y órdenes para eliminar o adaptar los contenidos” que no cumplan la normativa.
Influencers serán considerados como medios de comunicación
Aunque aún está a la espera de ser aprobada, la normativa conllevará que todos aquellos perfiles que tengan más de un millón de seguidores deberán someterse a una regulación similar a la que se aplica a las cadenas de televisión y grandes medios para evitar estafas y publicidad engañosa y proteger la integridad de los menores. Es decir, que el organismo perseguirá también la publicidad oculta o subliminal y obligará a los influencers a que indiquen en sus publicaciones “un escrito que resalte la naturaleza publicitaria del contenido de manera rápida e inmediatamente reconocible”.
Sin embargo, en caso de que no se cumplan las reglas, las multas llegarán hasta los 258.228 en caso de vulnerar las normas publicitarias y hasta 600,000 en caso de atentar contra la integridad de menores.
Las normas se destinarán a influencers que sumen al menos un millón de seguidores en distintas plataformas o redes sociales y que tengan un “tasa media de compromiso” en al menos el 2% de sus publicaciones, así como a los agentes que actúan como intermediarios entre ellos y las empresas que contratan sus servicios.
¿Qué pasó con la influencer italiana Chiara Ferragni?
El pasado 8 de enero, la Fiscalía de Milán anunció que Ferragni estaba siendo investigada por "fraude agravado" junto a la empresa Balocco, quien comercializa el producto, por dar a entender a los consumidores que, al comprarlo, contribuían a hacer una donación para el tratamiento de niños con cáncer.
Por lo cual, Ferragni fue sancionada por la Autoridad Garante de la Competencia y el Mercado (Agcom) de Italia con una multa de un millón de euros por "práctica comercial incorrecta", mientras que la sanción para Balocco fue de 420,000 euros.
El polémico pandoro promocionado por la influencer, comercializado con el nombre de "Pink Christmas", se vendía a unos nueve euros, mientras que este producto realizado por otras marcas puede encontrarse en los supermercados italianos por unos cuatro euros.