En todo el mundo, en particular las escuelas de educación básica, se usan libros que han hecho historia por cómo están escritos, por la forma en que retrataron su país o bien, porque fueron parte fundamental en la forma de pensar un país esto a nivel económico, filosófico, histórico y cultural. El libro de la "Rebelión del Atlas", escrito por Ayn Rand, es una muestra de esto. Dicho libro, es considerado el libro más influyente del mundo estadounidense, de allí puede entenderse ¿Por qué los estadounidenses piensan como estadounidenses?
Esta forma de cómo piensan los estadounidenses la hemos visto infinidad de veces en películas, series, libros, deportes, historias, música y más. De alguna forma, su manera de pensar ha permeado en el pensamiento y cultura de otros países al rededor del mundo. La forma en que su industria cultural llegó a nuestro país, más allá de la cercanía con él, se debe también a la hegemonía cultural que tiene desde hace casi un siglo.
Leer y entender "La rebelión del Atlas", es una forma de entender las diferencias entre la misma población de los Estados Unidos, o al menos, darse una idea de cómo personas tan opuesta que conviven en una sociedad pueden compenetrarse de una buena manera y lograr ser la potencia mundial. Pese a esto, en la actualidad puede representar un reto para los lectores en muchos aspectos, algunos de ellos, serán la propia lectura y muchos otros, que los elementos de la obra ya no sean vigentes.
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¿De qué va "La Rebelión del Atlas"?
La novela "La rebelión de Atlas", escrita por Ayn Rand y publicada en 1957, relata una revolución ficticia liderada por grandes empresarios que se rebelan contra el gobierno y los políticos de los Estados Unidos, realizando un lockout que paraliza el país. Esta obra ha sido considerada la obra de ficción más importante de Rand sobre la filosofía objetivista. A lo largo del libro, la autora describe a un Estados Unidos en decadencia y lo atribuye al excesivo intervencionismo del Gobierno.
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La sociedad estadounidense se divide en dos clases según la autora: los "saqueadores" y los "no saqueadores". Los primeros están representados por la clase política (místicos del músculo) y los cultos religiosos (místicos del espíritu) que piensan que toda actividad económica debe estar regulada y sometida a una fuerte imposición fiscal. Los "no saqueadores" son los que pueden clasificarse como emprendedores, los lideres de las empresas; mientras que los intelectuales que piensan que la solución está en todo lo contrario.
Un movimiento de protesta liderado por los patronos surge de entre los "no saqueadores" y se concreta en un lockout, acompañado de sabotajes y desapariciones misteriosas de empresarios y emprendedores. El líder de este movimiento es un misterioso personaje llamado John Galt, un filósofo y científico que, desde su escondite en las Montañas Rocosas, da órdenes, sugiere iniciativas y mueve todos los hilos.
El título original de la novela de Rand era "La huelga", pero su esposo le sugirió cambiarlo por "La rebelión de Atlas" para identificar a los empresarios con la figura del titán de la mitología griega que carga a sus espaldas los destinos del mundo. Cuando la obra apareció, llamó la atención por lo osado de su planteamiento. Hasta entonces, nadie en los Estados Unidos había sugerido que los empresarios y el Estado fueran antagónicos.
La autora busca demostrar en su ficción que los Estados Unidos no podrían subsistir sin la razón y la creatividad individual, expresada en términos materiales con el ejercicio del comercio libre. La obra propone una visión del universo y del alma humana, que pretende equipararse a la ciencia, la religión o el arte, integrando temas como la ética, metafísica, epistemología, política, economía, estética y amor. Visión que podría ser idéntica a la forma de pensar de millones de estadounidenses.
Créditos: Especial
"La rebelión de Atlas" expone la filosofía del objetivismo en una historia llena de acción. La novela tiene un profundo mensaje sobre la importancia de la creatividad, la innovación y la libertad individual, y ha sido considerada una obra de culto por muchos lectores a nivel mundial. Ayn Rand, a través de su obra, busca cuestionar el papel del Estado en la sociedad y en la economía, defendiendo la libertad individual como el pilar fundamental de la prosperidad y el progreso de las naciones.
¿Y en la actualidad?
Si bien puede leerse actualmente "La Rebelión del Atlas" de una manera informativa desde la perspectiva de querer conocer más de los Estados Unidos, ya que es una novela, es importante mencionar que es necesario realizar un análisis hermenéutico pues pese a que es una gran entrada para entender muchas de las cuestiones sociales y culturales de Estados Unidos, algunas cosas no son tan vigentes como lo fueron en su tiempo. Estados Unidos no está exento de formar parte de un mundo globalizado y del que, al parecer, cada día pierde el control cultural que alguna vez ejerció de manera tajante.
Para muestra de esto, recientemente la revista "The New Yorker" realizó una sátira de los usos que se le puede dar a la lectura de "La Rebelión del Atlas", dicha sátira menciona que puede ser un pisapapeles, un soporte de mesa o café o bien, si te atreves a leerlo, como un cita interesante a la que se le debería poner LOL y hacerte famoso en Twitter por osado. Otras sátiras mencionan que lo pongas a lado de "El Capital" de Karl Marx para que seas como Suiza, sin meterte en problemas y siendo un mediador de los conflictos ideológicos.
Más allá de esto, la sátira muestra que un texto de "lectura obligada" en la actualidad, sin un análisis serio o consciente puede pasar desapercibido más aún cuando este libro se deja en la educación básica donde la atención de las y los estudiantes cada vez es menor. Entender un país desde un libro es difícil, aun cuando sea el segundo libro más leído en la historia de los Estados Unidos tan solo detrás de La Biblia; pero no queda allí, entender cualquier país del mundo desde una perspectiva de la globalización es cada vez más complicado. Las fronteras físicas del mundo estás bien delimitadas, las fronteras culturales e ideológicas, ya no tanto.
DJC