BRASIL

Miles en Brasil repudian ataques bolsonaristas que buscaban tirar a Lula

Desde varios rincones del país los manifestantes pidieron castigo para quienes participaron en los actos antidemocráticos y para el expresidente Jair Bolsonaro

Policías antidisturbios de Brasil
Policías antidisturbios de BrasilCréditos: EFE
Escrito en MUNDO el

Río de Janeiro.- Miles de personas se congregaron este lunes en las principales ciudades de Brasil para repudiar los ataques del domingo perpetrados a las sedes de los tres poderes por bolsonaristas radicales que buscaban derrocar el Gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva.

Desde varios rincones del país los manifestantes pidieron castigo para quienes participaron en los actos antidemocráticos y para el expresidente Jair Bolsonaro, a quien acusan de incitar las violentas acciones.

En los hechos, los radicales de la ultraderecha que no reconocen a Lula como mandatario de Brasil invadieron las sedes del Congreso, la Corte Suprema y el Palacio presidencial de Planalto, dejando un manto de destrucción a su paso.

Gigantescos carteles con las frases "¡El fascismo no vencerá!" "Sin amnistía para los golpistas", "Brasil contra el terrorismo" y "Democracia en paz" inundaron las principales vías y plazas del país.

Convocadas por centrales sindicales y partidos de izquierda las protestas se extendían por al menos once de los 27 estados del país.

En Sao Paulo, la Avenida Paulista, la más icónica vía de la ciudad, estaba a reventar con manifestantes, en su mayoría jóvenes vestidos de rojo, el color con el que se identifica la izquierda brasileña.

Igual ocurrió en la plaza Cinelandia, el tradicional lugar de protestas en Río de Janeiro, donde cientos de brasileños se congregaron para decir "no al terrorismo" bajo un techo de sombrillas por la lluvia.

"¡Sin amnistía, sin amnistía, sin amnistía!" fue el coro más escuchado en todas las manifestaciones, así como consignas a favor de la democracia y pedidos para que Bolsonaro fuera encarcelado.

Las protestas tuvieron mayor repercusión en el noreste y en el sureste del país, pero poco se vieron al sur de Brasil, regiones tradicionalmente de derecha.

Hasta el momento han sido arrestadas unas 1.500 personas por el ataque a las sedes del poder y se adelantan las investigaciones para conocer quién estuvo detrás del intento de golpe Estado.

INVASORES "GOLPISTAS" SIN AGENDA NI REIVINDICACIONES: LULA

El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, dijo a los 27 gobernadores que los invasores "golpistas" que depredaron el domingo las sedes de los tres poderes no tenían ningún tipo de agenda negociadora o de reivindicaciones.

"Lo que pasó estaba previsto. Las personas en las calles y frente a los cuarteles no tenían agenda ni reivindicaciones", declaró Lula durante la reunión de emergencia con los gobernadores y los presidentes de los poderes Legislativo y Judicial.

Para Lula, los miles de simpatizantes del expresidente Jair Bolsonaro que destruyeron las sedes del Congreso, la Presidencia y la Corte Suprema solo querían "negar el resultado del proceso electoral, intentando demostrar que hay fallas, inexistentes, en las urnas".

"El resultado electoral fue respetado por una buena parte de la sociedad. Las veces que perdí (en elecciones) volvía para casa a prepararme ya para el próximo pleito electoral", aseveró.

Los bolsonaristas radicales estaban acampados desde hace dos meses frente a los cuarteles de varias ciudades pidiendo una intervención militar con un golpe de Estado contra Lula, quien el 30 de octubre venció a Bolsonaro en la segunda vuelta electoral.

"Del golpe era la única cosa que se escuchaba hablar" en los campamentos, desmontados este lunes por los organismos de seguridad después de una decisión de la Corte Suprema, apuntó Lula.

Según el mandatario, el nuevo Gobierno, que asumió el pasado 1 de enero, tenía "diez ministros para negociación" con los manifestantes.

Pero, cuestionó, "estaban frente a los cuarteles ¿reivindicando qué? ¿Aumento de salario, más libertades, vivienda, retoma de la producción agrícola? No, solo el golpe".

Según el jefe de Estado, las más de 1,200 personas detenidas durante el asalto a los tres poderes el domingo y en los campamentos levantados este lunes "van a permanecer presas", aunque admitió que "posiblemente son victimas" y "masas de maniobra de mandantes".

"Vamos a encontrar a quien financió y costeó. Yo soy especialista en campamentos y en huelgas y es imposible estar dos meses sin tener financiación para garantizarles el pan de cada día, No vamos a ser autoritarios, pero vamos a investigar", manifestó el exlíder sindical.

 

Temas